Tema 15: La función del maestro o maestra en educación infantil. La intencionalidad educativa. Relaciones interactivas entre el niño y el educador. El maestro como miembro del equipo educativo y en su relación con las familias

INDICE

1. Introducción

2. La función del maestro o maestra en educación infantil

2.1. Marco legislativo

2.2. Funciones y características del maestro en educación infantil

3. La intencionalidad educativa

3.1. Intencionalidad educativa en la legislación educativa actual

3.2. Intencionalidad educativa en la planificación y desarrollo de la enseñanza en educación infantil

4. Relaciones interactivas entre el niño y el educador

5. El maestro como miembro del equipo directivo y en su relación con las familias

5.1. Coordinación con el equipo educativo

5.2. Coordinación con las familias

6. Conclusiones

7. Bibliografía

1. Introducción

La educación infantil es una etapa crucial en el desarrollo de los niños y niñas, donde se sientan las bases para su crecimiento emocional, intelectual y social. En este contexto, el papel del maestro o maestra se erige como una figura fundamental, cuya función trasciende más allá de la mera transmisión de conocimientos. En este tema, abordaremos con detenimiento la relevante labor que desempeña el educador en la educación infantil, enfocándonos en su intencionalidad educativa, las relaciones interactivas que establece con los niños y niñas, su integración como miembro del equipo educativo y, especialmente, la esencial colaboración y comunicación con las familias.

El educador en educación infantil posee la delicada tarea de estimular el aprendizaje de los pequeños a través de enfoques pedagógicos adecuados a sus características evolutivas. Su labor implica comprender y adaptarse a las necesidades individuales de cada niño, fomentando el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales que sentarán las bases para su futuro crecimiento académico y personal.

La intencionalidad educativa del maestro o maestra es un aspecto clave a analizar en este tema, ya que define el propósito con el que se diseñan las estrategias de enseñanza. Esta intencionalidad va más allá de la mera transmisión de contenidos, siendo esencial enriquecer el proceso educativo con experiencias significativas que estimulen la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico de los niños y niñas.

Además, exploraremos las relaciones interactivas que se establecen entre el educador y los infantes. La forma en que el maestro o maestra se comunica, escucha y comprende a los niños es determinante para crear un ambiente de confianza y respeto que favorezca su desarrollo integral. Asimismo, analizaremos la importancia de la figura del educador como parte de un equipo educativo, destacando su colaboración con otros profesionales involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La coordinación con otros especialistas y la planificación conjunta de actividades potencian el enfoque multidisciplinario y enriquecen el entorno educativo.

Por último, abordaremos el relevante papel que juega el maestro o maestra en su relación con las familias de los niños y niñas. La colaboración y comunicación efectiva entre ambos agentes educativos son fundamentales para proporcionar un apoyo coherente y continuo a los pequeños, creando un vínculo entre el ámbito escolar y el familiar que favorezca un desarrollo armónico.

2. La función del maestro o maestra en educación infantil

2.1. Marco legislativo

En el Artículo 91. Funciones del profesorado de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) unto con las modificaciones introducidas por la Ley Orgánica 3/2020 del 29 de diciembre (LOMLOE) se indica lo siguiente:

“Las funciones del profesorado son, entre otras, las siguientes:

  • a) La programación y la enseñanza de las áreas, materias, módulos o ámbitos curriculares que tengan encomendados.
  • b) La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de los procesos de enseñanza.
  • c) La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias.
  • d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración, en su caso, con los servicios o departamentos especializados.
  • e) La atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado.
  • f) La promoción, organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros.
  • g) La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática y de la cultura de paz
  • h) La información periódica a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas, así como la orientación para su cooperación en el mismo.
  • i) La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas.
  • j) La participación en la actividad general del centro.
  • k) La participación en los planes de evaluación que determinen las Administraciones educativas o los propios centros.
  • l) La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.”

Además se indica que “los profesores realizarán las funciones expresadas en el apartado anterior bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo.”

2.2. Funciones y características del maestro en educación infantil

Como hemos visto en el apartado anterior, el maestro o maestra en educación infantil desempeña diversas funciones clave que abarcan tanto el ámbito pedagógico como el emocional y social de los niños y niñas en esta etapa temprana del desarrollo. En otras palabras, algunas de las principales funciones son:

  1. Facilitador del aprendizaje: La función primordial del maestro es guiar el proceso de aprendizaje de los niños y niñas, fomentando su curiosidad natural y estimulando su interés por descubrir el mundo que les rodea. El educador utiliza estrategias pedagógicas adecuadas a las características evolutivas de los niños, promoviendo un aprendizaje activo y significativo.
  2. Diseño y planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje: El maestro o maestra es responsable de diseñar y planificar el proceso educativo para un grupo de discentes en esta etapa. Esto implica seleccionar contenidos, actividades, situaciones de aprendizaje y recursos educativos que se ajusten a los objetivos de aprendizaje y al desarrollo integral de los niños; basándose en la legislación educativa autonómica correspondiente y en el Proyecto Educativo de Centro.
  3. Observación y evaluación: El educador debe realizar una observación constante y sistemática de cada niño, identificando sus habilidades, intereses y necesidades particulares. La evaluación continua permite adaptar las estrategias de enseñanza y brindar una atención individualizada.
  4. Estimulación del desarrollo integral: La función del maestro abarca el fomento del desarrollo cognitivo, emocional, social y motor de los niños. A través de actividades lúdicas, artísticas y de juego, el educador promueve el crecimiento en todas las áreas de desarrollo.
  5. Creación de un ambiente favorable: El educador debe establecer un entorno seguro, afectivo y enriquecedor que favorezca la exploración y el aprendizaje. Un ambiente acogedor estimula la confianza y la autonomía de los niños, al tiempo que promueve una actitud positiva hacia el aprendizaje.
  6. Acompañamiento emocional: El maestro o maestra actúa como figura de referencia afectiva, brindando apoyo emocional y contención a los niños en su proceso de adaptación a la escuela y en la gestión de sus emociones.
  7. Fomento de la socialización: El educador promueve el desarrollo de habilidades sociales, enseñando a los niños a trabajar en equipo, a resolver conflictos y a respetar las diferencias de los demás.
  8. Comunicación con las familias: La colaboración con las familias es fundamental en educación infantil. El maestro mantiene una comunicación fluida con los padres y madres, compartiendo información sobre el progreso y desarrollo de los niños, y ofreciendo orientación y recursos para apoyar su educación en el hogar.
  9. Coordinación con otros profesionales: El maestro trabaja en equipo con otros profesionales, como psicólogos, terapeutas, especialistas en educación inclusiva, entre otros, para proporcionar una atención integral y adaptada a las necesidades de cada niño.
  10. Formación continua: El educador se compromete con su desarrollo profesional y se mantiene actualizado en enfoques pedagógicos, investigaciones y prácticas educativas innovadoras.

En base a esto, el maestro o maestra en educación infantil debe poseer una serie de características y cualidades especiales que le permitan desempeñar eficazmente su función y brindar un entorno óptimo para el desarrollo integral de los niños. Algunas de las características más relevantes son las siguientes:

  1. Vocación y pasión por la educación infantil: El maestro debe sentir una verdadera vocación y pasión por trabajar con niños pequeños, comprendiendo su importancia en la formación de los individuos y la sociedad.
  2. Sensibilidad y empatía: Debe ser sensible y empático con las necesidades emocionales y afectivas de los niños, siendo capaz de comprender y responder adecuadamente a sus emociones y sentimientos.
  3. Paciencia y tolerancia: Trabajar con niños pequeños puede ser desafiante, por lo que el maestro debe ser paciente y tolerante, comprendiendo que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo.
  4. Creatividad e innovación: El educador debe ser creativo e innovador para diseñar actividades y estrategias pedagógicas que estimulen la curiosidad y la imaginación de los niños, favoreciendo su aprendizaje significativo.
  5. Habilidades comunicativas: Debe contar con excelentes habilidades de comunicación verbal y no verbal para establecer una comunicación efectiva con los niños, las familias y otros miembros del equipo educativo.
  6. Observación y atención individualizada: La capacidad de observar y entender las necesidades individuales de cada niño es esencial para proporcionar una atención educativa adaptada y personalizada.
  7. Flexibilidad y adaptabilidad: El maestro debe ser flexible y capaz de adaptarse a las situaciones cambiantes del entorno educativo, ajustando sus estrategias según las necesidades y el progreso de los niños.
  8. Trabajo en equipo: Colaborar y trabajar de manera coordinada con otros profesionales del ámbito educativo, como psicólogos, terapeutas y otros maestros, es fundamental para brindar una atención integral a los niños.
  9. Ética y profesionalismo: El educador debe actuar con ética y profesionalismo en todas sus acciones, manteniendo altos estándares de integridad y responsabilidad en su labor educativa.
  10. Actualización y formación continua: La educación infantil es un campo en constante evolución, por lo que el maestro debe estar dispuesto a continuar su formación y mantenerse actualizado en enfoques pedagógicos, investigaciones y mejores prácticas educativas.

Para finalizar este apartado recordar las palabras de Paulo Freire: “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o construcción.”

3. La intencionalidad educativa

La intencionalidad educativa se refiere al propósito o propósitos que guían la acción educativa y el diseño de las estrategias pedagógicas en un proceso de enseñanza y aprendizaje. Es la orientación consciente y planificada que el educador tiene hacia determinados objetivos y metas educativas que desea alcanzar con sus estudiantes. La intencionalidad educativa implica una reflexión profunda sobre qué se quiere lograr con la educación y cómo se pueden crear experiencias significativas y enriquecedoras para los estudiantes. Esto implica considerar tanto los contenidos curriculares como el desarrollo integral de los alumnos, incluyendo aspectos cognitivos, emocionales, sociales y éticos.

3.1. Intencionalidad educativa en la legislación educativa actual

En el RD 95/2022 se indica que “la finalidad de la Educación Infantil es contribuir al desarrollo integral y armónico del alumnado en todas sus dimensiones: física, emocional, sexual, afectiva, social, cognitiva y artística, potenciando la autonomía personal y la creación progresiva de una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como a la educación en valores cívicos para la convivencia.”

Además, los objetivos para este etapa indicados en este decreto son:

“La Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños y las niñas las capacidades que les permitan:

  • a) Conocer su propio cuerpo y el de los otros, así como sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.
  • b) Observar y explorar su entorno familiar, natural y social.
  • c) Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.
  • d) Desarrollar sus capacidades emocionales y afectivas.
  • e) Relacionarse con los demás en igualdad y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en el uso de la empatía y la resolución pacífica de conflictos, evitando cualquier tipo de violencia.
  • f) Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
  • g) Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectura y la escritura, y en el movimiento, el gesto y el ritmo.
  • h) Promover, aplicar y desarrollar las normas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y mujeres.”

La intencionalidad educativa juega un papel fundamental en la planificación y conducción de los procesos de enseñanza-aprendizaje en educación infantil. En esta etapa temprana del desarrollo, donde los niños están en constante construcción de su conocimiento y habilidades, es esencial que el maestro o maestra tenga una clara orientación hacia los objetivos educativos que se desean alcanzar.

3.2. Intencionalidad educativa en la planificación y desarrollo de la enseñanza en educación infantil

Algunos aspectos destacados de la intencionalidad educativa en la planificación y desarrollo de la enseñanza en educación infantil son:

  1. Identificación de objetivos: Los educadores deben establecer objetivos educativos claros y adecuados al nivel de desarrollo de los niños. Estos objetivos deben estar alineados con los contenidos curriculares y las habilidades que se espera que los niños adquieran durante esta etapa.
  2. Enfoque integral: La intencionalidad educativa en educación infantil debe abordar el desarrollo integral de los niños, incluyendo aspectos cognitivos, emocionales, sociales, físicos y éticos. La planificación de actividades debe considerar todos estos aspectos para promover un crecimiento equilibrado.
  3. Aprendizaje significativo: El maestro debe diseñar actividades y experiencias de aprendizaje que sean relevantes y significativas para los niños. La intencionalidad educativa implica conectar los contenidos con las experiencias de los niños y su entorno, para que puedan construir un conocimiento significativo.
  4. Atención a la diversidad: En educación infantil, cada niño es único y tiene sus propias características y necesidades. La intencionalidad educativa debe contemplar la diversidad de los estudiantes y adaptar las estrategias pedagógicas para atender a sus diferencias individuales.
  5. Estimulación del desarrollo: El maestro debe proporcionar experiencias que estimulen el desarrollo de habilidades cognitivas, lingüísticas, motoras, sociales y emocionales de los niños. La intencionalidad educativa busca potenciar todas estas áreas para favorecer un desarrollo integral.
  6. Ambiente de aprendizaje adecuado: La intencionalidad educativa implica crear un ambiente de aprendizaje seguro, afectivo y estimulante, que favorezca la curiosidad, la exploración y la creatividad de los niños.
  7. Evaluación y seguimiento: La intencionalidad educativa también se refleja en la forma en que se evalúa el progreso de los niños. Los educadores deben utilizar estrategias de evaluación adecuadas para conocer el nivel de logro de los objetivos y adaptar la enseñanza según las necesidades detectadas.

4. Relaciones interactivas entre el niño y el educador

Las relaciones interactivas entre el niño y el educador en educación infantil son de vital importancia, ya que juegan un papel fundamental en el desarrollo integral del niño y en su proceso de aprendizaje. Estas relaciones se caracterizan por ser cercanas, afectuosas y respetuosas, estableciendo un vínculo emocional sólido que favorece el desarrollo de confianza y seguridad en el niño. Algunos aspectos clave de estas relaciones interactivas son los siguientes:

  1. Apego seguro: El educador en educación infantil actúa como una figura de apego seguro para el niño, proporcionando un ambiente afectivo y estable en el que el niño se sienta protegido y valorado. Esto es especialmente importante para niños que están experimentando la separación de sus padres o cuidadores durante las horas escolares.
  2. Escucha activa: El educador debe mostrar una escucha activa y genuina hacia los niños, demostrando interés por lo que tienen que decir y por sus inquietudes. Esto fomenta la comunicación y la expresión de sus emociones, pensamientos e ideas.
  3. Respeto y empatía: El educador debe tratar al niño con respeto, reconociendo su individualidad y valorando sus necesidades y opiniones. La empatía es fundamental para comprender las emociones del niño y responder adecuadamente a ellas.
  4. Interacción lúdica: El juego es una herramienta poderosa para la interacción entre el niño y el educador. A través del juego, el educador puede estimular el aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en el niño.
  5. Modelado de comportamientos positivos: El educador tiene un papel de modelo para el niño, mostrando comportamientos positivos, habilidades sociales y valores que el niño puede imitar y aprender.
  6. Adaptación a las necesidades individuales: Cada niño es único y tiene sus propias características y necesidades. El educador debe ser sensible y estar dispuesto a adaptar su enfoque y estrategias para atender a las necesidades individuales de cada niño.
  7. Fomento de la autonomía: El educador debe fomentar la autonomía del niño, brindándole oportunidades para tomar decisiones, resolver problemas y explorar el mundo por sí mismo, siempre en un ambiente seguro y supervisado.
  8. Feedback y reconocimiento: El educador debe proporcionar feedback positivo y reconocimiento a los logros y esfuerzos del niño. Esto refuerza su autoestima y motivación para aprender y participar activamente en las actividades escolares.

5. El maestro como miembro del equipo directivo y en su relación con las familias

5.1. Coordinación con el equipo educativo

La coordinación con el equipo educativo es esencial en educación infantil, ya que permite un trabajo colaborativo y eficiente para brindar una atención integral y adaptada a las necesidades de los niños. El equipo educativo está compuesto por diferentes profesionales que trabajan en conjunto para potenciar el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Algunos aspectos clave de la coordinación con el equipo educativo son los siguientes:

  1. Comunicación fluida: La comunicación abierta y fluida entre los miembros del equipo educativo es fundamental para compartir información relevante sobre los niños, sus avances, desafíos y necesidades. Esto permite una atención más integral y coordinada.
  2. Planificación conjunta: El equipo educativo debe planificar y diseñar actividades y estrategias pedagógicas de manera conjunta, teniendo en cuenta los objetivos educativos y las necesidades individuales de los niños. La colaboración en la planificación garantiza una coherencia en las prácticas educativas.
  3. Intercambio de experiencias y conocimientos: Cada miembro del equipo educativo aporta sus conocimientos y experiencias profesionales, enriqueciendo el trabajo del grupo. El intercambio de ideas y perspectivas favorece la implementación de enfoques pedagógicos más completos y efectivos.
  4. Coordinación de apoyos adicionales: En educación infantil, algunos niños pueden requerir apoyos adicionales debido a necesidades específicas, como educación inclusiva, apoyo psicológico, terapias, etc. La coordinación con otros profesionales permite identificar y proporcionar los recursos necesarios para atender a estos niños de manera integral.
  5. Seguimiento y evaluación conjunta: El equipo educativo realiza un seguimiento y evaluación periódica del progreso de los niños. La coordinación en este proceso permite una visión más completa y precisa del desarrollo de los niños, facilitando la toma de decisiones y la adaptación de las estrategias educativas según sea necesario.
  6. Formación continua: La coordinación con el equipo educativo también implica promover la formación continua de los profesionales. Esto garantiza que todos estén actualizados en enfoques pedagógicos, métodos de enseñanza y abordajes específicos para atender a la diversidad de los niños.
  7. Trabajo en red: En algunos casos, la coordinación con otros profesionales o instituciones fuera del ámbito escolar puede ser necesaria para brindar una atención más completa a los niños y sus familias. El trabajo en red fortalece la capacidad de respuesta del equipo educativo ante diversas situaciones.

Coordinación horizontal y vertical

La coordinación debe asegurarse desde dos perspectivas: horizontal (1º A de segundo ciclo de Infantil coordina con 1º B de segundo ciclo de Infantil, por ejemplo) y vertical (2º de segundo ciclo de Infantil coordina con 1º , y con 3º de segundo ciclo de infantil)

Órganos de coordinación docente

Además los distintos órganos de coordinación docente que podemos encontrar en la comunidad educativa, entre otros, son:

  • Consejo Escolar
  • Claustro de Profesores
  • Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (A.M.P.A.)
  • Equipos de ciclo
  • Comisión de Coordinación Pedagógica (C.C.P.)
  • Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (E.O.E.P.)

5.2. Coordinación con las familias

La coordinación con las familias es un aspecto fundamental en educación infantil, ya que las familias son los primeros y principales agentes educativos en la vida de los niños. La colaboración efectiva entre el maestro o maestra y las familias favorece un enfoque integral en el desarrollo y aprendizaje de los niños, creando un ambiente de apoyo y continuidad entre el ámbito escolar y el familiar.

Derechos y deberes de los padres o tutores legales

En la LOMLOE encontramos la siguiente información sobre los derechos y deberes de los padres o tutores legales del alumnado:

“1. Los padres, madres o tutores, en relación con la educación de sus hijos e hijas o pupilos y pupilas, tienen los siguientes derechos:

  • a) A que reciban una educación, con la máxima garantía de calidad, conforme con los fines establecidos en la Constitución, en el correspondiente Estatuto de Autonomía y en las leyes educativas.
  • b) A escoger centro docente tanto público como distinto de los creados por los poderes públicos.
  • c) A que reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
  • d) A estar informados sobre el progreso del aprendizaje e integración socio-educativa de sus hijos e hijas.
  • e) A participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos e hijas.
  • f) A participar en la organización, funcionamiento, gobierno y evaluación del centro educativo, en los términos establecidos en las leyes.
  • g) A ser oídos en aquellas decisiones que afecten a la orientación académica y profesional de sus hijos e hijas.

2. Asimismo, como primeros responsables de la educación de sus hijos e hijas o pupilos y pupilas, les corresponde:

  • a) Adoptar las medidas necesarias, o solicitar la ayuda correspondiente en caso de dificultad, para que sus hijos e hijas o pupilos y pupilas cursen las enseñanzas obligatorias y asistan regularmente a clase.
  • b) Proporcionar, en la medida de sus disponibilidades, los recursos y las condiciones necesarias para el progreso escolar. Asimismo, deberán informar de las dificultades que puedan tener sus hijos o hijas en sus procesos de aprendizaje o socialización.
  • c) Estimularles para que lleven a cabo las actividades de estudio que se les encomienden.
  • d) Participar de manera activa en las actividades que se establezcan en virtud de los compromisos educativos que los centros establezcan con las familias, para mejorar el rendimiento de sus hijos e hijas.
  • e) Conocer, participar y apoyar la evolución de su proceso educativo, en colaboración con el profesorado y los centros.
  • f) Respetar y hacer respetar las normas establecidas por el centro, la autoridad y las indicaciones u orientaciones educativas del profesorado.
  • g) Fomentar el respeto por todos los componentes de la comunidad educativa.
  • h) Participar de forma cooperativa en aquellos proyectos y tareas que se les propongan desde el centro educativo.»”

En resumen, algunos aspectos clave de la coordinación con las familias son los siguientes:

  1. Comunicación abierta y constante: El maestro o maestra debe mantener una comunicación abierta y constante con las familias. Esto implica compartir información sobre el progreso académico, el desarrollo emocional y social del niño, así como cualquier aspecto relevante para su bienestar y aprendizaje.
  2. Reuniones periódicas: La realización de reuniones periódicas entre el maestro y las familias permite establecer un espacio de diálogo y colaboración. En estas reuniones se pueden abordar temas importantes, conocer las inquietudes de los padres y madres, y compartir estrategias para apoyar el desarrollo del niño tanto en la escuela como en el hogar.
  3. Valorar el conocimiento de las familias: Las familias son expertas en el conocimiento de sus propios hijos, y es fundamental valorar y respetar esta experiencia. El maestro puede enriquecer su labor educativa al escuchar y considerar las perspectivas y aportes que las familias tienen sobre el niño.
  4. Invitar a la participación activa: Es importante invitar a las familias a participar activamente en la educación de sus hijos. Se les puede involucrar en actividades escolares, eventos y proyectos, lo que fortalece el vínculo entre la escuela y el hogar.
  5. Compartir estrategias y recursos: El maestro puede ofrecer a las familias estrategias, recursos y materiales para apoyar el aprendizaje y desarrollo del niño en casa. Estos recursos pueden ser pautas para actividades educativas, lecturas recomendadas, juegos o ejercicios específicos.
  6. Atender a las necesidades individuales: Cada familia es única y tiene sus propias circunstancias y necesidades. El maestro debe adaptar su enfoque y estrategias de coordinación según las características y contexto de cada familia.
  7. Respetar la diversidad familiar: La diversidad familiar es un aspecto importante a considerar en la coordinación con las familias. El maestro debe ser respetuoso y comprensivo ante diferentes estructuras familiares, culturas y valores.

La coordinación efectiva con las familias en educación infantil fortalece la colaboración entre la escuela y el hogar, lo que resulta en un ambiente de apoyo y afecto que beneficia el desarrollo integral de los niños. La implicación activa de las familias en el proceso educativo contribuye a la formación de niños felices, seguros y motivados en su proceso de aprendizaje.

6. Conclusiones

Este tema centrado en la función del maestro o maestra en educación infantil, ha destacado la importancia de su rol en esta etapa crucial del desarrollo de los niños y niñas. A lo largo del tema, se han abordado diferentes aspectos fundamentales que definen el quehacer del educador en este contexto.

En primer lugar, el maestro en educación infantil debe tener una clara intencionalidad educativa, en la que se planifiquen objetivos concretos, estimulantes y adaptados al desarrollo de los niños. Esta intencionalidad se traduce en experiencias significativas y enfoques pedagógicos adecuados para favorecer el aprendizaje integral de los pequeños.

La relación afectiva y respetuosa entre el educador y los niños es esencial para crear un ambiente de confianza y seguridad, que propicie un aprendizaje significativo y una experiencia escolar enriquecedora.

Además, el maestro en educación infantil forma parte de un equipo educativo más amplio, donde la coordinación y colaboración con otros profesionales favorecen una atención integral y adaptada a las necesidades de cada niño.

Finalmente la colaboración con las familias es fundamental para garantizar la continuidad entre el hogar y la escuela, y para proporcionar un apoyo coherente en el desarrollo de los niños.

En definitiva, el papel del maestro en educación infantil va más allá de la simple transmisión de conocimientos. Requiere sensibilidad, empatía, creatividad y compromiso para guiar el crecimiento y aprendizaje de los niños de manera integral. La planificación intencional, las relaciones interactivas y la coordinación con el equipo educativo y las familias son elementos claves para asegurar que esta etapa sea una experiencia significativa y enriquecedora en el desarrollo de los más pequeños. Al valorar la función del maestro o maestra en educación infantil, se reconoce su papel esencial en la formación de ciudadanos conscientes, curiosos y preparados para enfrentar los retos futuros.

7. Bibliografía

  • Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE)
  • Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE)
  • Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil.
  • https://www.educativospara.com/tema-2-concrecion-de-los-curriculos-en-el-marco-del-proyecto-educativo/