Tema 13: La programación en el primer ciclo de educación infantil. Objetivos, contenidos y metodología adecuada para los niños y niñas de cero a tres años

INDICE

1. Introducción

2. La programación en el primer ciclo de educación infantil

2.1. La programación. Características y funciones.

2.2. El primer ciclo de educación infantil

3. Objetivos, contenidos y metodología adecuada para los niños y niñas de cero a tres años

3.1. Objetivos

3.2. Contenidos

3.3. Metodología

4. Conclusiones

5. Bibliografía

1. Introducción

En el contexto educativo actual, se reconoce cada vez más la importancia de la programación como una habilidad fundamental para el desarrollo de competencias en el siglo XXI. Si bien tradicionalmente se ha asociado la programación con el ámbito de la informática y la tecnología, su aplicación se ha expandido hacia diferentes áreas del conocimiento. Sorprendentemente, la programación también ha encontrado un espacio relevante en el primer ciclo de educación infantil, dirigido a niños y niñas de cero a tres años.

Durante estos primeros años de vida, los niños y niñas están en un período crucial de aprendizaje y desarrollo, donde se sientan las bases para sus futuros logros académicos y personales. La programación, adaptada a su nivel de comprensión y habilidades, puede desempeñar un papel significativo en su formación temprana, estimulando su pensamiento lógico, la resolución de problemas y la creatividad.

En este tema, exploraremos los objetivos, contenidos y metodología adecuada para la enseñanza de la programación en el primer ciclo de educación infantil. Comprenderemos cómo los niños y niñas de cero a tres años pueden comenzar a familiarizarse con conceptos y habilidades básicas de programación de manera lúdica y atractiva. También analizaremos la importancia de la programación en el desarrollo integral de los más pequeños, así como su impacto en el fortalecimiento de competencias cognitivas, emocionales y sociales. Además descubriremos la forma en que los educadores pueden adaptar la programación a las necesidades y características de los niños y niñas en esta etapa temprana, brindándoles oportunidades para explorar, experimentar y crear en un entorno educativo enriquecedor. Además, se destacará la importancia de la colaboración y la interacción entre los niños y niñas, promoviendo el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades sociales esenciales desde los primeros años.

2. La programación en el primer ciclo de educación infantil

2.1. La programación didáctica

La programación es el proceso sistemático de planificar, organizar y diseñar el proceso de enseñanza y aprendizaje, con el objetivo de alcanzar metas educativas específicas. Consiste en la elaboración de un conjunto de actividades, estrategias y recursos didácticos que se desarrollarán a lo largo de un período determinado, con el fin de facilitar la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias por parte de los estudiantes.

Características de la programación didáctica

  1. Intencionalidad: La programación en educación se basa en una planificación deliberada y cuidadosa. Se identifican objetivos claros y específicos, se seleccionan los contenidos y se diseñan actividades y recursos que mejor se adapten a las necesidades y características de los estudiantes.
  2. Secuenciación: La programación implica establecer una secuencia lógica y progresiva de las actividades de enseñanza y aprendizaje. Los contenidos y habilidades se presentan de forma gradual, partiendo de lo más simple a lo más complejo, de modo que los estudiantes puedan construir conocimientos de manera coherente y significativa.
  3. Flexibilidad: La programación en educación debe ser flexible y adaptable a las necesidades y ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Se deben tener en cuenta las diferencias individuales y brindar oportunidades para la personalización y la diversificación de las estrategias y actividades, con el fin de garantizar la participación y el éxito de todos los estudiantes.

Funciones de la programación didáctica

  1. Orientación: La programación proporciona una guía clara y precisa para los docentes, estableciendo los objetivos a alcanzar, los contenidos a desarrollar y las actividades a implementar. Ayuda a los educadores a enfocar y dirigir sus esfuerzos hacia el logro de los resultados deseados.
  2. Organización: Permite organizar de manera efectiva los recursos y el tiempo disponible en el proceso educativo. Define el cronograma de actividades, distribuye los contenidos en unidades o sesiones, y establece los recursos y materiales necesarios para cada etapa del proceso de enseñanza y aprendizaje.
  3. Evaluación: La programación en educación facilita la evaluación del progreso y el logro de los estudiantes. Permite establecer criterios de evaluación claros y diseñar instrumentos de evaluación coherentes con los objetivos y contenidos programados. Así, se pueden identificar fortalezas y áreas de mejora, ajustando la programación en función de los resultados obtenidos.

Fases de la programación didáctica

La programación didáctica es un proceso que implica la planificación y organización de las actividades de enseñanza y aprendizaje a lo largo de un período determinado. A continuación, se presentan las fases principales de la programación didáctica:

  1. Análisis de contexto: En esta fase, se realiza un análisis del contexto educativo en el que se llevará a cabo la programación didáctica. Esto implica considerar factores como el nivel educativo, las características del grupo de estudiantes, los recursos disponibles, el currículo y los objetivos establecidos por las autoridades educativas.
  2. Establecimiento de objetivos: En esta etapa, se definen los objetivos de aprendizaje que se pretenden alcanzar durante el período de programación. Los objetivos deben ser claros, específicos, medibles y estar alineados con el currículo y las necesidades de los estudiantes. Estos objetivos guiarán el diseño y desarrollo de las actividades de enseñanza y aprendizaje.
  3. Selección de contenidos o saberes básicos: En esta fase, se seleccionan los contenidos y temas que se abordarán durante el período de programación. Los contenidos deben ser relevantes, significativos y adecuados para los estudiantes, teniendo en cuenta sus intereses, necesidades y el currículo establecido. También se determina la secuencia y organización de los contenidos a lo largo del período.
  4. Diseño de situaciones de aprendizaje y recursos: En esta etapa, se diseñan las actividades, tareas y/o situaciones de aprendizaje que permitirán a los estudiantes alcanzar los objetivos propuestos. Se seleccionan y desarrollan estrategias y recursos didácticos apropiados, como materiales educativos, tecnología, juegos, proyectos, etc. Las actividades deben ser variadas, estimulantes y adaptadas a las características y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
  5. Evaluación y seguimiento: Esta fase implica el diseño de estrategias de evaluación para medir el progreso y el logro de los estudiantes. Se establecen criterios de evaluación claros y se definen instrumentos y técnicas de evaluación adecuadas. Asimismo se debe evaluar la metodología, los recursos, el papel del docente,… Y establecer un plan de seguimiento y retroalimentación para ajustar y mejorar la programación a medida que se desarrolla.
  6. Reflexión y mejora: Después de implementar la programación, se lleva a cabo una fase de reflexión y evaluación sobre su efectividad. Se analiza cómo se desarrollaron las actividades, se revisan los resultados obtenidos y se identifican áreas de mejora. Esta reflexión permite realizar ajustes y mejoras para futuras programaciones.

Para finalizar este apartado, existen diversos elementos que deben estar presentes en una programación didáctica: objetivos, competencias clave, competencias específicas, saberes básicos o contenidos,… Estos elementos los abordaremos en el desarrollo de este tema más adelante.

2.2. El primer ciclo de educación infantil

La Educación Infantil constituye la etapa educativa con identidad propia que atiende a niños y niñas desde el nacimiento hasta los seis años de edad. Esta etapa se ordena en dos ciclos. El primero comprende hasta los tres años y el segundo, desde los tres a los seis años de edad. La finalidad de la Educación Infantil es contribuir al desarrollo integral y armónico del alumnado en todas sus dimensiones: física, emocional, sexual, afectiva, social, cognitiva y artística, potenciando la autonomía personal y la creación progresiva de una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como a la educación en valores cívicos para la convivencia

Características de los niños de 0 a 3 años

Los niños y niñas de 0 a 3 años, también conocidos como bebés y niños en edad temprana, presentan una serie de características distintivas debido a su etapa de desarrollo. A continuación, se enumeran algunas de las características más relevantes:

  1. Desarrollo físico acelerado: Durante esta etapa, los niños experimentan un rápido crecimiento y desarrollo físico. Pasan de ser completamente dependientes a desarrollar habilidades motoras básicas, como gatear, caminar, manipular objetos y explorar su entorno.
  2. Desarrollo cognitivo y sensorial: Los niños de 0 a 3 años están inmersos en un proceso de descubrimiento constante. Aprenden a través de los sentidos, explorando y manipulando objetos. Su capacidad de atención es limitada y se centra principalmente en estímulos sensoriales concretos.
  3. Desarrollo emocional y social: Durante esta etapa, los niños comienzan a desarrollar vínculos afectivos con los adultos cercanos, como sus padres o cuidadores. Experimentan emociones básicas y comienzan a reconocer y expresar sus sentimientos. A medida que interactúan con otros niños, comienzan a experimentar la socialización temprana.
  4. Comunicación y lenguaje: Los niños de estas edades están en una etapa crítica para el desarrollo del lenguaje. Aunque aún no pueden hablar con fluidez, comienzan a comprender y producir sonidos y gestos que les permiten comunicarse con los demás. La comunicación no verbal, como el contacto visual y el lenguaje corporal, es fundamental en esta etapa.
  5. Curiosidad y exploración: Los niños en esta etapa son extremadamente curiosos y están constantemente explorando su entorno. Tienen un deseo innato de descubrir y aprender sobre el mundo que les rodea, utilizando todos sus sentidos para obtener información y experimentar con diferentes materiales y objetos.
  6. Dependencia de los adultos: Aunque los niños de esta etapa comienzan a desarrollar cierta autonomía, todavía dependen en gran medida de los adultos para satisfacer sus necesidades básicas, como alimentación, higiene y afecto. La presencia y el apoyo de los adultos son fundamentales para su bienestar y seguridad.

Es importante recordar que estas características son generales y que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Cada niño es único y puede presentar variaciones en su desarrollo. Los educadores y cuidadores deben tener en cuenta estas características al diseñar actividades y proporcionar un entorno adecuado para el aprendizaje y el desarrollo de los niños de 0 a 3 años.

Principios pedagógicos

En el RD 95/2022 y en relación con este tema se indican los principios pedagógicos que deben seguirse en la etapa de infantil:

  1. La práctica educativa en esta etapa buscará desarrollar y asentar progresivamente las bases que faciliten el máximo desarrollo de cada niño y de cada niña.
  2. Dicha práctica se basará en experiencias de aprendizaje significativas y emocionalmente positivas y en la experimentación y el juego. Además, deberá llevarse a cabo en un ambiente de afecto y confianza para potenciar su autoestima e integración social y el establecimiento de un apego seguro. Así mismo, se velará por garantizar desde el primer contacto una transición positiva desde el entorno familiar al escolar, así como la continuidad entre ciclos y entre etapas.
  3. En los dos ciclos de esta etapa, se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, a la gestión emocional, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, y a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento del entorno, de los seres vivos que en él conviven y de las características físicas y sociales del medio en el que viven. También se incluirá la educación en valores.
  4. Asimismo, se incluirán la educación para el consumo responsable y sostenible y la promoción y educación para la salud.
  5. Además, se favorecerá que niños y niñas adquieran autonomía personal y elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria y libre de estereotipos discriminatorios.
  6. Las administraciones educativas fomentarán el desarrollo de todos los lenguajes y modos de percepción específicos de estas edades para desarrollar el conjunto de sus potencialidades, respetando la específica cultura de la infancia que definen la Convención sobre los Derechos del Niño y las Observaciones Generales de su Comité.
  7. De igual modo, sin que resulte exigible para afrontar la Educación Primaria, se podrá favorecer una primera aproximación a la lectura y a la escritura, así como experiencias de iniciación temprana en habilidades numéricas básicas, en las tecnologías de la información y la comunicación, en la expresión visual y musical y en cualesquiera otras que las administraciones educativas determinen.

3. Objetivos, contenidos y metodología adecuada para los niños y niñas de cero a tres años

3.1. Objetivos

En el RD 95/2022 se indica que los objetivos son “logros que se espera que el alumnado haya alcanzado al finalizar la etapa y cuya consecución está vinculada a la adquisición de las competencias clave”. La legislación educativa actual diferencia entre competencias clave y específicas. De acuerdo a este decreto las competencias clave son “desempeños que se consideran imprescindibles para que el alumnado pueda progresar con garantías de éxito en su itinerario formativo, y afrontar los principales retos y desafíos globales y locales. Son la adaptación al sistema educativo español de las competencias clave establecidas en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente” . Las competencias clave son:

  • Competencia en comunicación lingüística.
  • Competencia plurilingüe.
  • Competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería.
  • Competencia digital.
  • Competencia personal, social y de aprender a aprender.
  • Competencia ciudadana.
  • Competencia emprendedora.
  • Competencia en conciencia y expresión culturales.

Las competencias específicas se definen como “desempeños que el alumnado debe poder desplegar en actividades o en situaciones cuyo abordaje requiere de los saberes básicos de cada área. Las competencias específicas constituyen un elemento de conexión entre, por una parte, las competencias clave y, por otra, los saberes básicos de las áreas y los criterios de evaluación.” Cada una de estas competencias específicas se relaciona con diferentes criterios de evaluación. Los criterios de evaluación permiten evaluar al alumno y conocer si cumple con el perfil de salida.

Los objetivos indicados en este decreto para la etapa de Infantil son:

  • a) Conocer su propio cuerpo y el de los otros, así como sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.
  • b) Observar y explorar su entorno familiar, natural y social.
  • c) Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.
  • d) Desarrollar sus capacidades emocionales y afectivas.
  • e) Relacionarse con los demás en igualdad y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en el uso de la empatía y la resolución pacífica de conflictos, evitando cualquier tipo de violencia.
  • f) Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
  • g) Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectura y la escritura, y en el movimiento, el gesto y el ritmo.
  • h) Promover, aplicar y desarrollar las normas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y mujeres.

3.2. Contenidos

En la LOMLOE, el término contenidos ha sido sustituido por saberes básicos. En el RD 95/2022, los saberes básicos se definen como conocimientos, destrezas y actitudes que constituyen los contenidos propios de un área y cuyo aprendizaje es necesario para la adquisición de las competencias específicas. Se organizan en áreas correspondientes a ámbitos propios de la experiencia y del desarrollo infantil y se abordarán por medio de propuestas globalizadas de aprendizaje que tengan interés y significado para los niños y las niñas. Las áreas de la Educación Infantil son las siguientes:

Crecimiento en Armonía

Este área se centra en las dimensiones personal y social del niño o la niña, entendidas como inseparables y complementarias, que se desarrollan y regulan de manera progresiva, conjunta y armónica, aunque solo adquiere sentido desde la complementariedad con las otras dos, ya que se produce en un entorno físico y natural determinado y precisa de la utilización de distintos lenguajes y representaciones de la realidad.

Las competencias específicas del área identifican las actuaciones que se espera que niños y niñas sean capaces de desplegar en relación con su propio desarrollo personal y social a lo largo de la etapa, como consecuencia de la intervención educativa. Las tres primeras competencias específicas se refieren a aspectos relacionados con su propio desarrollo personal: el progresivo control de sí mismos que van adquiriendo a medida que construyen su propia identidad, comienzan a establecer relaciones afectivas con los demás y utilizan los recursos personales para desenvolverse en el medio de una forma cada vez más ajustada e independiente, valorando y confiando en sus posibilidades y cualidades, y respetando las de los demás. La última competencia específica atiende a la necesaria correlación entre la construcción de la propia identidad y las interacciones en el entorno sociocultural donde aquella se produce, resaltando la importancia de propiciar y favorecer interacciones sanas, sostenibles, eficaces, igualitarias y respetuosas.

Los saberes básicos del área se presentan en cuatro grandes bloques:

  • El cuerpo y el control progresivo del mismo.
  • Desarrollo y equilibrio afectivos
  • Hábitos de vida saludable para el autocuidado y el cuidado del entorno
  • Interacción socioemocional en el entorno. La vida junto a los demás.

Descubrimiento y Exploración del Entorno

Con esta área se pretende favorecer el proceso de descubrimiento, observación y exploración de los elementos físicos y naturales del entorno, concibiendo este como un elemento provocador de emociones y sorpresas, y tratando de que, junto con su progresivo conocimiento, niños y niñas vayan adoptando y desarrollando actitudes de respeto y valoración sobre la necesidad de cuidarlo y protegerlo.

El área se organiza en torno a tres competencias específicas. La primera se orienta al desarrollo de las destrezas que ayudan a identificar y establecer relaciones lógicas entre los distintos elementos que forman parte del entorno; la segunda se centra en el fomento de una actitud crítica y creativa para identificar los retos y proponer posibles soluciones; y la tercera supone el acercamiento respetuoso hacia el mundo natural para despertar la conciencia de la necesidad de hacer un uso sostenible de él, que garantice su cuidado y conservación.

Los saberes básicos de este área se organizan en:

  • Diálogo corporal con el entorno. Exploración creativa de objetos, materiales y espacios
  • Experimentación en el entorno. Curiosidad, pensamiento científico, razonamiento lógico y creatividad
  • Indagación en el medio físico y natural: cuidado, valoración y respeto.

Comunicación y Representación de la Realidad

Los diferentes lenguajes y formas de expresión que se recogen en esta área contribuyen al desarrollo integral y armónico de niños y niñas, y deben abordarse de manera global e integrada con las otras dos áreas, mediante el diseño de situaciones de aprendizaje en las que puedan utilizar diferentes formas de comunicación y representación en contextos significativos y funcionales. Se pretende desarrollar en niños y niñas las capacidades que les permitan comunicarse a través de diferentes lenguajes y formas de expresión como medio para construir su identidad, representar la realidad y relacionarse con las demás personas.

Las competencias específicas del área se relacionan con la capacidad de comunicarse eficazmente con otras personas de manera respetuosa, ética, adecuada y creativa. Por un lado, se aborda una perspectiva comunicativa y, por el otro, se persigue un enfoque interactivo en un contexto plurilingüe e intercultural.

Las competencias específicas en torno a las que se organizan los aprendizajes del área están orientadas hacia tres aspectos fundamentales de la comunicación: la expresión, la comprensión y la interacción para visibilizar las posibilidades comunicativas de los diferentes lenguajes y formas de expresión, aunque se concede un carácter prioritario al proceso de adquisición del lenguaje verbal. Por otra parte, la comunicación permite interpretar y representar el mundo en el que vivimos. Por ello, se incluye también una competencia específica relacionada con el acercamiento a las manifestaciones culturales asociadas a los diferentes lenguajes que se integran en el área, como un primer paso hacia el reconocimiento y la valoración de la realidad multicultural y plurilingüe desde la infancia. En el área se espera desarrollar las destrezas comunicativas, que irán evolucionando desde las primeras interacciones a través de la expresión corporal y gestual, ligadas básicamente a la satisfacción de sus necesidades primarias, hasta la adquisición de los códigos de diferentes lenguas y lenguajes, para producir, interpretar y comprender mensajes de creciente complejidad, de manera eficaz, personal y creativa.

La oralidad es el instrumento por excelencia para la comunicación, la expresión de vivencias, sentimientos, ideas y emociones, así como el aprendizaje y la regulación de la conducta. Por ello, su adquisición y desarrollo ocupa un lugar de especial relevancia en esta etapa. La lengua oral se irá estimulando a través de la mediación con la persona adulta, quien proporcionará modelos y dará sentido a las diversas interacciones, favoreciendo el acceso progresivo a formas y usos cada vez más complejos, incluidos algunos elementos de la comunicación no verbal.

Será preciso crear un ambiente multialfabetizador rico que comprenda todos los lenguajes posibles y que establezca relaciones entre ellos. Un contexto de interacción con iguales y personas adultas, que ejercen como modelos lectores y escritores, despertará la curiosidad, el interés y las ganas de explorar y descubrir el significado social y cultural del lenguaje escrito. Ese interés se incrementará si se dejan a su alcance libros y otros textos de uso social adecuados a su edad e intereses. Esta primera aproximación se debe producir en el quehacer cotidiano del aula, enmarcado en situaciones funcionales y significativas para los niños y niñas, teniendo claro que la adquisición del código escrito no es un objetivo que se deba alcanzar en esta etapa.

En esta etapa educativa se inicia también el acercamiento a la literatura infantil como fuente de disfrute y se empieza a tejer, desde la escucha en el contexto cotidiano de las primeras nanas, canciones de arrullo y cuentos, un vínculo emocional y lúdico con los textos literarios. Es la etapa de la literatura oral por excelencia: rimas, retahílas, folclore… La creación en el aula de un espacio cálido y acogedor donde ubicar la biblioteca favorecerá también el acercamiento natural a la literatura infantil, para construir significados, despertar su imaginación y fantasía, acercarlos a realidades culturales propias y ajenas, y presentarles otros mundos.

Asimismo, debe prestarse especial atención al desarrollo de actitudes positivas y de respeto tanto hacia el repertorio lingüístico personal, como al de los demás, despertando su sensibilidad y curiosidad por conocer otras lenguas e invitándolos a explorar otros lenguajes y formas de expresión.

Los niños y las niñas se encuentran inmersos en una sociedad en la que lo digital afecta a nuestra forma de comunicarnos, obtener información, aprender y relacionarnos. Es, por tanto, responsabilidad del centro educativo establecer pautas para el desarrollo de hábitos de uso saludables de las herramientas y tecnologías digitales, iniciándose así un proceso de alfabetización digital desde las primeras etapas.

Los lenguajes artísticos, en tanto que sistemas simbólicos, adquieren particular relevancia en esta etapa. Proporcionan un cauce diferente, variado y flexible para expresarse y relacionarse con el mundo exterior con mayor libertad. La primera infancia se asombra constantemente, porque nada se da por supuesto. La creatividad, tan presente en la etapa, tiene que ver con la curiosidad vital. La práctica educativa debe consistir en acompañarla y proporcionar las herramientas para consolidarla.

El lenguaje musical es un medio que permite la comunicación con los demás y posibilita el desarrollo de aspectos como la escucha atenta y activa, la sensibilidad, la improvisación y el disfrute a través de la voz, el propio cuerpo o los juegos motores y sonoros. De la misma manera, también se aproximarán al conocimiento de distintas manifestaciones musicales, lo que irá despertando su conciencia cultural y favorecerá su desarrollo artístico.

Con respecto al lenguaje plástico, en esta etapa se irán adquiriendo y desarrollando de forma progresiva diferentes destrezas, al tiempo que se experimentará con distintas técnicas y materiales para expresar ideas, emociones y sentimientos. A su vez, se pondrá a los niños y las niñas en contacto con diferentes modelos relacionados con diversas expresiones artísticas, para iniciar así el desarrollo del sentido estético y artístico.

Por último, el lenguaje corporal permite el descubrimiento de nuevas posibilidades expresivas, que pueden utilizarse con una intención comunicativa, representativa o estética.

La etapa se concibe como un continuo aprendizaje. Desde su nacimiento y a lo largo de toda la etapa, las experiencias vitales de niños y niñas se van ampliando y diversificando de manera progresiva. Paralelamente, se despertarán el interés y la curiosidad por descubrir y explorar las posibilidades expresivas de los diferentes lenguajes y formas de expresión para comunicarse de manera cada vez más eficaz, personal y creativa en los distintos contextos cotidianos.

Los saberes básicos de este área se organizan en:

  • Intención y elementos de la interacción comunicativa
  • Las lenguas y sus hablantes
  • Comunicación verbal oral: expresión, comprensión, diálogo.
  • Aproximación al lenguaje escrito
  • Aproximación a la educación literaria.
  • El lenguaje y la expresión musicales
  • El lenguaje y la expresión plásticos y visuales.
  • El lenguaje y la expresión corporales

Estas áreas deben entenderse como ámbitos de experiencia intrínsecamente relacionados entre sí, por lo que se requerirá un planteamiento educativo que promueva la configuración de situaciones de aprendizaje globales, significativas y estimulantes que ayuden a establecer relaciones entre todos los elementos que las conforman.

3.3. Metodología

Es importante mencionar que en el RD 95/2022 se indica que” las medidas organizativas, metodológicas y curriculares que se adopten se regirán por los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje”

Diseño Universal del Aprendizaje

El Diseño Universal del Aprendizaje (DUA) es un enfoque educativo que busca proporcionar a todos los estudiantes, incluidos los niños de la primera etapa de educación infantil, igualdad de oportunidades para aprender y participar activamente en el proceso educativo. El DUA se basa en la idea de que la diversidad de los estudiantes es la norma y no la excepción, y que el currículo y las estrategias de enseñanza deben ser diseñados de manera flexible y adaptable para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes.

En la primera etapa de educación infantil, que abarca desde el nacimiento hasta los tres años de edad, el DUA se puede aplicar de diversas formas para promover el aprendizaje y el desarrollo integral de los niños. Algunas consideraciones del DUA en esta etapa incluyen:

  1. Acceso a la información: Proporcionar a los niños múltiples formas de acceder a la información y los materiales. Esto puede incluir el uso de imágenes, sonidos, objetos manipulables y experiencias táctiles para que los niños puedan explorar y comprender el mundo que les rodea.
  2. Flexibilidad en las actividades: Ofrecer actividades y experiencias variadas que permitan a los niños explorar y aprender de diferentes maneras. Esto implica ofrecer opciones y adaptaciones según las habilidades, intereses y necesidades individuales de los niños.
  3. Apoyo a la autonomía: Fomentar la independencia y la autodirección de los niños, permitiéndoles tomar decisiones y participar activamente en su propio aprendizaje. Esto se puede lograr ofreciendo opciones y oportunidades para que los niños elijan y tomen decisiones dentro de los límites establecidos.
  4. Evaluación formativa: Utilizar estrategias de evaluación formativa que brinden retroalimentación continua y significativa a los niños, los padres y los educadores. Esto ayuda a comprender el progreso de los niños, identificar áreas de fortaleza y necesidades de apoyo, y ajustar las estrategias de enseñanza en consecuencia.
  5. Colaboración y comunicación: Fomentar la colaboración y la comunicación entre los padres, los educadores y otros profesionales que trabajan con los niños. Esto permite compartir información, ideas y recursos para apoyar el aprendizaje y el desarrollo de los niños de manera integral

Situaciones de aprendizaje

En el RD 95 /2022 se menciona que “la adquisición efectiva de las competencias clave se verá favorecida por el desarrollo de una metodología que reconozca a los niños y las niñas como agentes de su propio aprendizaje. Para ello se propone diseñar situaciones de aprendizaje estimulantes, significativas e integradoras, bien contextualizadas y respetuosas con el proceso de desarrollo integral del alumnado en todas sus dimensiones, que tengan en cuenta sus potencialidades, intereses y necesidades, así como las diferentes formas de comprender la realidad en cada momento de la etapa.

Las situaciones de aprendizaje deben plantear un reto o problema de cierta complejidad en función de la edad y el desarrollo del niño o la niña, cuya resolución creativa implique la movilización de manera integrada de lo aprendido en las tres áreas en las que se organiza la etapa, a partir de la realización de distintas tareas y actividades. Asimismo, deben partir del planteamiento claro y preciso de los objetivos que se esperan conseguir y cuyo logro suponga la integración de un conjunto de saberes básicos. Además, deben proporcionarse escenarios en los que se favorezcan distintos tipos de agrupamiento, desde el individual al trabajo en grupos, para que el alumnado pueda asumir responsabilidades individuales, así como trabajar de manera cooperativa para afrontar la resolución del reto planteado.

Estas situaciones favorecerán la transferencia de los aprendizajes adquiridos a la resolución de un problema de la realidad cotidiana del niño o la niña, en función de su progreso madurativo. En su diseño, se debe favorecer el desarrollo progresivo de un enfoque crítico y reflexivo, así como el abordaje de aspectos relacionados con el interés común, la sostenibilidad, el respeto a la diferencia o la convivencia, iniciándose en la gestión de las posibles situaciones de conflicto mediante el diálogo y el consenso. De igual modo, se deben tener en cuenta las condiciones personales, sociales o culturales de niños y niñas, para detectar y dar respuesta a los elementos que pudieran generar exclusión.”

En otras palabras podemos definir situación de aprendizaje como un escenario o contexto diseñado intencionalmente por el educador para promover el aprendizaje significativo y la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias por parte de los estudiantes. Se trata de una experiencia planificada que busca generar un ambiente propicio para la exploración, la reflexión y la construcción activa del conocimiento. Una situación de aprendizaje involucra la participación activa de los estudiantes, quienes son retados a resolver problemas, investigar, experimentar y aplicar lo aprendido en situaciones reales o simuladas. Estas situaciones están diseñadas para ser desafiantes, relevantes y contextualizadas, lo que motiva a los estudiantes a comprometerse y desarrollar habilidades de pensamiento crítico, colaboración, creatividad y resolución de problemas. Tres ejemplos de situaciones de aprendizaje para la primera etapa de educación infantil son:

  1. Descubriendo los sentidos: En esta situación de aprendizaje, los niños explorarán los cinco sentidos a través de diferentes actividades sensoriales. Por ejemplo, podrían participar en una actividad donde se les invita a tocar y describir diferentes objetos con diferentes texturas, o pueden hacer una actividad de degustación donde prueban diferentes alimentos y expresan sus preferencias. A través de estas experiencias, los niños desarrollarán su conciencia sensorial y aprenderán a comunicar sus experiencias y observaciones.
  2. Construyendo una ciudad: En esta situación de aprendizaje, los niños trabajarán juntos para construir una pequeña ciudad utilizando bloques, materiales de construcción y elementos de juego. Se les puede pedir que diseñen y construyan edificios, calles y parques, utilizando su imaginación y colaborando en equipo. Esta actividad fomenta el desarrollo de habilidades motoras, la creatividad, la resolución de problemas y la cooperación entre los niños.
  3. Cuidando de las plantas: En esta situación de aprendizaje, los niños aprenderán sobre el crecimiento de las plantas y la importancia de cuidar el medio ambiente. Podrían tener su propio jardín en la clase o en el patio, donde planten semillas y observen cómo crecen. A lo largo del proceso, aprenderán sobre las necesidades de las plantas, cómo cuidarlas y cómo proteger el medio ambiente. Esta experiencia les permitirá adquirir conocimientos sobre la naturaleza, desarrollar habilidades de observación y cuidado, y cultivar un sentido de responsabilidad hacia el entorno natural.

Otros aspectos que debemos tener en cuenta de la etapa de Educación Infantil son:

  • Fomento del desarrollo integral de niños y niñas. Esta tarea exige conocer sus necesidades, intereses e inquietudes, e implica conocer también los factores y los procesos evolutivos que configuran sus posibilidades de experimentar, desarrollarse y aprender. Del mismo modo, dar respuesta a esas necesidades, intereses e inquietudes, en función de su madurez y del momento vital en el que se encuentran, permite proporcionarles las herramientas que les ayuden a desenvolverse con mayor autonomía y a afrontar con responsabilidad los retos que puedan presentarse a corto y largo plazo. Para ello, se tendrán en cuenta las necesidades y oportunidades individuales de cada niño o niña, así como las de su contexto familiar y se establecerán las medidas ordinarias y extraordinarias que garanticen su inclusión educativa.
  • Basar la práctica educativa en la experimentación y el juego, así como en experiencias de aprendizaje significativas y emocionalmente positivas: De esta manera, el aprendizaje se concibe como un proceso que realizan los niños y las niñas de forma activa, que implica su actuación sobre la realidad, su motivación, la elaboración de interpretaciones y la comprensión de significados progresivamente ajustados a los aspectos de su entorno y de sí mismos que quieran explorar, descubrir y aprender. En este sentido, y para facilitar la vinculación de las situaciones de aprendizaje con las necesidades, intereses e inquietudes de niños y niñas, se espera que estas sean formuladas desde la interacción entre el alumnado y la persona adulta, estableciendo conexiones entre lo nuevo, lo sabido, lo experimentado y lo vivido. Abordar desde este enfoque los aprendizajes de la etapa supone diseñar y desarrollar situaciones de aprendizaje funcionales, significativas y relevantes, que requieran la concurrencia simultánea o sucesiva de los conocimientos, las destrezas y las actitudes propios de las áreas que conforman la Educación Infantil.
  • Favorecer la inclusión de todo el alumnado: Se prestará especial atención a la accesibilidad del material manipulativo en el aula. Asimismo, el diseño de las actividades diarias debe abordarse desde un enfoque que prevenga la discriminación; para asegurar el bienestar emocional y fomentar la inclusión social del alumnado con discapacidad, se garantizará la interacción con los iguales en el desarrollo de dichas actividades. De la misma manera, se tendrán en cuenta las posibles necesidades específicas en lo relativo a la comunicación y el lenguaje del alumnado con discapacidad.

4. Conclusiones

La planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje, referida como programación desempeña un papel fundamental en la educación infantil. A través de una programación adecuada y cuidadosa, se pueden lograr diversos objetivos y promover el desarrollo integral de los niños y niñas en el primer ciclo de educación infantil. La programación implica una planificación intencionada y reflexiva, que considera el análisis del contexto educativo, la identificación de objetivos claros y significativos, la selección de contenidos apropiados y el diseño de actividades y recursos adecuados para el desarrollo de los niños.

Es fundamental diseñar situaciones de aprendizaje adecuadas que permitan a los niños y niñas explorar, experimentar y crear de manera activa y significativa. A través de actividades lúdicas, manipulativas y contextualizadas, los niños pueden desarrollar su curiosidad, su capacidad de resolución de problemas y su pensamiento crítico.

El Diseño Universal del Aprendizaje (DUA) emerge como un enfoque pedagógico relevante en la programación para esta etapa. Al considerar la diversidad de los niños y niñas, el DUA propone estrategias flexibles que permiten el acceso y la participación de todos los estudiantes, teniendo en cuenta sus diferencias individuales.

La colaboración y comunicación entre los educadores y las familias son fundamentales en la implementación de la programación en el primer ciclo de educación infantil. La participación activa de los padres y cuidadores en el proceso educativo fortalece la relación entre la escuela y el hogar, y permite un apoyo continuo en el desarrollo de los niños.

5. Bibliografía

  • Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
  • Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil.