Tema 12: Principios de intervención educativa en educación infantil. El enfoque globalizador. Sentido y significatividad del aprendizaje. Una metodología basada en la observación y en la experimentación. Su concreción en el marco del proyecto curricular

INDICE

1. Introducción

2. Principios de intervención educativa en educación infantil

2.1 Principios psicopedagógicos

2.2. Principios organizativos y didácticos

3. El enfoque globalizador

3.1.Centros de interés

3.2.Aprendizaje por proyectos

3.3.Aprendizaje por rincones

4. Sentido y significatividad del aprendizaje

5. Metodología basada en la observación y en la experimentación

6. Concreción en el marco del proyecto curricular

6.1. Objetivos

6.2. Competencias

6.3. Áreas

6.4. Saberes básicos

6.5. Situaciones de aprendizaje

7. Conclusiones

8. Bibliografía

1. Introducción

La educación infantil desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los niños y niñas durante sus primeros años de vida. En esta etapa, es fundamental establecer los principios de intervención educativa que guiarán el proceso de enseñanza-aprendizaje y contribuirán al crecimiento integral de los más pequeños. El enfoque globalizador se presenta como una metodología pedagógica efectiva para abordar la educación infantil, ya que promueve una visión holística del aprendizaje. Este enfoque reconoce la importancia de considerar a los niños y niñas como seres integrales, capaces de aprender de manera significativa a través de experiencias y situaciones cercanas a su realidad.

La significatividad del aprendizaje se convierte en un pilar fundamental en este proceso, donde los conocimientos y habilidades adquiridos deben tener sentido y relevancia para los niños y niñas. De esta manera, se busca promover su motivación, su participación activa y su capacidad de transferir lo aprendido a diferentes contextos.

Para llevar a cabo este enfoque, la observación y la experimentación se presentan como herramientas esenciales. A través de la observación atenta de los intereses, necesidades y características individuales de cada niño y niña, se pueden diseñar experiencias de aprendizaje personalizadas y adaptadas a sus particularidades. La experimentación, por su parte, permite a los niños y niñas explorar, descubrir y construir su propio conocimiento a través de la manipulación, la indagación y el juego.

La concreción de estos principios de intervención educativa se lleva a cabo en el marco del proyecto curricular, que se convierte en una guía pedagógica que establece los objetivos, contenidos, estrategias metodológicas y evaluación del proceso educativo. Es a través de este proyecto curricular que se articula el enfoque globalizador, la observación y la experimentación, garantizando así una educación de calidad y pertinente para los niños y niñas en educación infantil.

En resumen, el presente tema abordará los principios de intervención educativa en educación infantil, centrándose en el enfoque globalizador, la significatividad del aprendizaje y una metodología basada en la observación y la experimentación. Asimismo, se explorará la concreción de estos principios en el marco del proyecto curricular, reconociendo su importancia para favorecer el desarrollo integral de los más pequeños y brindarles una educación enriquecedora y adaptada a sus necesidades.

2. Principios de intervención educativa en educación infantil

2.1 Principios psicopedagógicos

En la educación infantil, existen diversos principios psicopedagógicos que orientan la intervención educativa y contribuyen al desarrollo integral de los niños y niñas. Estos principios se fundamentan en el conocimiento de las características y necesidades propias de esta etapa de la vida, así como en teorías psicológicas y pedagógicas relevantes. Los principios psicopedagógicos más relevantes son:

  1. Principio del desarrollo global: Reconoce que los niños y niñas se desarrollan de manera integral en sus dimensiones física, cognitiva, emocional, social y lingüística. Se considera importante proporcionar experiencias educativas que aborden todas estas áreas, promoviendo un equilibrio y una atención equitativa a cada una de ellas.
  2. Principio de individualidad: Reconoce la singularidad de cada niño y niña, entendiendo que tienen ritmos y estilos de aprendizaje diferentes. Este principio enfatiza la importancia de adaptar la enseñanza a las necesidades y características de cada estudiante, respetando su nivel de desarrollo y brindando oportunidades para su participación activa y autónoma.
  3. Principio de juego: El juego es considerado el eje central del aprendizaje en la educación infantil. A través del juego, los niños y niñas exploran, experimentan, crean y se relacionan con su entorno y con los demás. Se reconoce el juego como una actividad lúdica y placentera que favorece el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales, sociales y motoras.
  4. Principio de contextualización y significatividad: Se busca que el aprendizaje sea significativo para los niños y niñas, es decir, que tenga sentido y relevancia en relación a su contexto y experiencias. Se fomenta la conexión entre los conocimientos previos de los niños y los nuevos aprendizajes, promoviendo así una comprensión profunda y duradera.
  5. Principio de participación activa: Se valora la participación activa de los niños y niñas en su propio proceso de aprendizaje. Se les brinda la oportunidad de expresar sus ideas, opiniones y emociones, así como de tomar decisiones y asumir responsabilidades. Se busca promover la autonomía y la iniciativa, fomentando la confianza en sí mismos y en sus capacidades.

Estos principios psicopedagógicos en la educación infantil son fundamentales para diseñar y desarrollar intervenciones educativas eficaces.

2.2. Principios organizativos y didácticos

Además de los principios psicopedagógicos, en la etapa de educación infantil también se aplican principios organizativos y didácticos que contribuyen al desarrollo efectivo del proceso educativo. Estos principios se enfocan en la planificación, organización y desarrollo de las actividades y estrategias pedagógicas. A continuación, se presentan algunos de los principales principios organizativos y didácticos en la educación infantil:

  1. Principio de flexibilidad y adaptabilidad: La educación infantil requiere de un entorno flexible y adaptable que se ajuste a las necesidades e intereses de los niños y niñas. Se promueve una planificación abierta y dinámica que permita responder a las particularidades de cada grupo o individuo, así como a los cambios y situaciones imprevistas que puedan surgir.
  2. Principio de globalidad y transversalidad: Se busca integrar de manera global los diferentes contenidos y áreas de aprendizaje, evitando una enseñanza fragmentada. Se fomenta la conexión entre las diversas experiencias y situaciones educativas, permitiendo que los niños y niñas establezcan relaciones y construyan conocimientos de forma holística. Además, se fomenta la transversalidad, es decir, la integración de contenidos y habilidades en múltiples contextos y actividades.
  3. Principio de progresión y secuenciación: Se establece una secuencia lógica y progresiva en el desarrollo de los contenidos y habilidades. Se parte de los conocimientos y habilidades previas de los niños y niñas, para avanzar gradualmente hacia niveles más complejos. Se considera importante respetar los ritmos individuales de aprendizaje, pero también brindar los apoyos y desafíos necesarios para su avance.
  4. Principio de diversidad y atención a la diversidad: Se valora y respeta la diversidad de los niños y niñas, adaptando la enseñanza a sus características individuales, intereses, estilos de aprendizaje y necesidades específicas. Se promueve un enfoque inclusivo que busca garantizar la participación y el éxito de todos los niños y niñas, proporcionando apoyos y adaptaciones cuando sea necesario.
  5. Principio de evaluación formativa y continua: La evaluación en la educación infantil se basa en un enfoque formativo y continua. Se valora el proceso de aprendizaje, brindando retroalimentación y seguimiento constante a los niños y niñas. Se utilizan diferentes estrategias e instrumentos de evaluación, como la observación sistemática, los registros, las producciones de los niños y niñas, entre otros, para obtener una visión integral de su desarrollo y progreso.

Además, en el RD 95/2022 por la que se establecen las enseñanzas mínimas en infantil podemos encontrar en el artículo5 y 6 la siguiente información relacionada con los principios pedagógicos:

Artículo 5. Principios generales

  1. La Educación Infantil tiene carácter voluntario.
  2. El segundo ciclo de esta etapa educativa será gratuito. En el marco del plan que, conforme a lo previsto en la disposición adicional tercera de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, deberá establecer el Gobierno en colaboración con las administraciones educativas, se tenderá a la progresiva implantación del primer ciclo mediante una oferta pública suficiente y a la extensión de su gratuidad, priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social y la situación de baja tasa de escolarización.
  3. Con el objetivo de garantizar los principios de equidad e inclusión, la programación, la gestión y el desarrollo de la Educación Infantil atenderán a la compensación de los efectos que las desigualdades de origen cultural, social y económico tienen en el aprendizaje y en la evolución infantil, así como a la detección precoz y atención temprana de necesidades específicas de apoyo educativo.
  4. Con este mismo objetivo, las medidas organizativas, metodológicas y curriculares que se adopten se regirán por los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje.

Artículo 6. Principios pedagógicos

  1. La práctica educativa en esta etapa buscará desarrollar y asentar progresivamente las bases que faciliten el máximo desarrollo de cada niño y de cada niña.
  2. Dicha práctica se basará en experiencias de aprendizaje significativas y emocionalmente positivas y en la experimentación y el juego. Además, deberá llevarse a cabo en un ambiente de afecto y confianza para potenciar su autoestima e integración social y el establecimiento de un apego seguro. Así mismo, se velará por garantizar desde el primer contacto una transición positiva desde el entorno familiar al escolar, así como la continuidad entre ciclos y entre etapas.
  3. En los dos ciclos de esta etapa, se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, a la gestión emocional, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, y a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento del entorno, de los seres vivos que en él conviven y de las características físicas y sociales del medio en el que viven. También se incluirá la educación en valores.
  4. Asimismo, se incluirán la educación para el consumo responsable y sostenible y la promoción y educación para la salud.
  5. Además, se favorecerá que niños y niñas adquieran autonomía personal y elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria y libre de estereotipos discriminatorios.
  6. Las administraciones educativas fomentarán el desarrollo de todos los lenguajes y modos de percepción específicos de estas edades para desarrollar el conjunto de sus potencialidades, respetando la específica cultura de la infancia que definen la Convención sobre los Derechos del Niño y las Observaciones Generales de su Comité.
  7. De igual modo, sin que resulte exigible para afrontar la Educación Primaria, se podrá favorecer una primera aproximación a la lectura y a la escritura, así como experiencias de iniciación temprana en habilidades numéricas básicas, en las tecnologías de la información y la comunicación, en la expresión visual y musical y en cualesquiera otras que las administraciones educativas determinen.
  8. Corresponde a las administraciones educativas fomentar una primera aproximación a la lengua extranjera en los aprendizajes del segundo ciclo de la Educación Infantil, especialmente en el último año.

3. El enfoque globalizador

El enfoque globalizador es una metodología pedagógica que se utiliza en la educación infantil para abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera integral. Se basa en la idea de que los niños y niñas aprenden de manera más efectiva cuando se les presenta una visión global y holística de los contenidos, relacionando las diferentes áreas de conocimiento y estableciendo conexiones con su vida cotidiana.

Este enfoque reconoce que los niños y niñas no aprenden de forma aislada, sino que su conocimiento se construye a partir de sus experiencias, intereses y necesidades. Por lo tanto, se busca ofrecerles una educación significativa, donde los aprendizajes tengan relevancia y sentido para ellos, fomentando así su motivación y participación activa en el proceso educativo.

En el enfoque globalizador, se promueve la interdisciplinariedad, es decir, la integración de diferentes áreas de conocimiento en proyectos y actividades. Por ejemplo, se pueden diseñar proyectos que aborden temas como la naturaleza, el cuidado del medio ambiente o la alimentación saludable, donde se incorporen contenidos de ciencias, matemáticas, lenguaje, arte y educación física, entre otros. De esta manera, los niños y niñas pueden comprender los conceptos y desarrollar habilidades en un contexto real y significativo.

Además, el enfoque globalizador valora el trabajo por proyectos, donde los niños y niñas participan activamente en la planificación, desarrollo y evaluación de las actividades. Se fomenta la experimentación, la investigación y el trabajo en equipo, permitiendo a los niños y niñas explorar, descubrir y construir su propio conocimiento de manera autónoma.

Este enfoque también reconoce la importancia de la diversidad y la inclusión, adaptando los proyectos y actividades a las características individuales de los niños y niñas, respetando sus ritmos de aprendizaje y promoviendo la participación de todos. Se busca crear un ambiente educativo en el que cada niño y niña se sienta valorado y pueda desarrollar su potencial al máximo.

3.1. Centros de interés

Los centros de interés en la educación infantil son temas o ejes temáticos que se seleccionan de acuerdo con los intereses, necesidades y curiosidades de los niños y niñas. Estos centros de interés se convierten en el punto de partida para el desarrollo de actividades y proyectos educativos, fomentando la exploración, el descubrimiento y el aprendizaje significativo. Los centros de interés se eligen en función de los intereses individuales y colectivos de los niños y niñas, así como de los objetivos educativos y las competencias que se desean desarrollar. Algunos ejemplos comunes de centros de interés en la educación infantil pueden ser: la naturaleza, los animales, los oficios, el cuerpo humano, los medios de transporte, los alimentos, las estaciones del año, la diversidad cultural, entre otros.

La elección de un centro de interés se basa en observaciones y análisis por parte de los educadores, quienes identifican los temas que despiertan mayor curiosidad y motivación en los niños y niñas. A partir de allí, se planifican actividades y experiencias de aprendizaje que abordan diferentes áreas de conocimiento, como la lengua, las matemáticas, las ciencias, el arte, la música, el juego simbólico, entre otros. Algunos de los beneficios de los centros de interés son:

  1. Motivación y compromiso: Los centros de interés despiertan el interés y la curiosidad de los niños y niñas al abordar temas que les resultan atractivos y significativos. Esto aumenta su motivación intrínseca y su compromiso con el aprendizaje, ya que se sienten involucrados y motivados para explorar y descubrir más sobre el tema.
  2. Aprendizaje significativo: Los centros de interés promueven el aprendizaje significativo al relacionar los nuevos conocimientos con las experiencias y conocimientos previos de los niños y niñas. Al abordar un tema que les resulta interesante y relevante, se establecen conexiones con su vida cotidiana, lo que facilita la comprensión y la retención de la información.
  3. Desarrollo de habilidades y competencias: Los centros de interés proporcionan un contexto propicio para el desarrollo de una amplia gama de habilidades y competencias. A medida que los niños y niñas exploran y se involucran en actividades relacionadas con el centro de interés, desarrollan habilidades cognitivas, comunicativas, motoras, sociales y emocionales.
  4. Integración de conocimientos: Los centros de interés permiten la integración de diferentes áreas de conocimiento. Los niños y niñas tienen la oportunidad de explorar y relacionar conceptos y habilidades de diferentes disciplinas, como la lectura, las matemáticas, las ciencias, el arte y la música. Esto favorece una comprensión holística y conectada del conocimiento.
  5. Participación activa y protagonismo: Los centros de interés fomentan la participación activa de los niños y niñas en su propio proceso de aprendizaje. Tienen la oportunidad de tomar decisiones, hacer preguntas, investigar, experimentar y expresar sus ideas y opiniones. Se convierten en protagonistas de su aprendizaje, lo que fortalece su confianza, autonomía y capacidad para tomar iniciativas.
  6. Diversidad e inclusión: Los centros de interés pueden adaptarse a las características individuales y necesidades de cada niño y niña, lo que promueve la diversidad e inclusión en el aula. Cada niño y niña puede encontrar su propio punto de interés y participar activamente, sin importar sus habilidades, intereses o estilos de aprendizaje.
  7. Fomento de la curiosidad y el pensamiento crítico: Los centros de interés estimulan la curiosidad y el pensamiento crítico de los niños y niñas. A través de la exploración, la investigación y la reflexión, se les invita a formular preguntas, buscar respuestas, analizar información y plantear soluciones creativas a problemas y desafíos relacionados con el centro de interés.

Es importante destacar que los centros de interés en la educación infantil no son estáticos, sino que pueden ir cambiando y adaptándose a lo largo del tiempo, a medida que los intereses y necesidades de los niños y niñas evolucionan. También es posible incorporar nuevos centros de interés que surjan a partir de las experiencias y vivencias de los niños y niñas.

3.2. Aprendizaje por proyectos

El aprendizaje por proyectos en la educación infantil es una metodología pedagógica que busca promover un enfoque activo, participativo y significativo del aprendizaje. Consiste en plantear a los niños y niñas un proyecto temático o una pregunta problemática que les motive e involucre en un proceso de investigación, exploración y construcción de conocimientos. En este modelo de aprendizaje, los niños y niñas se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje, asumiendo un rol activo en la planificación, desarrollo y evaluación del proyecto. Se les brinda la oportunidad de investigar, experimentar, colaborar y expresar sus ideas y opiniones.

A través de un proyecto, se integran diferentes áreas de conocimiento, como la lengua, las matemáticas, las ciencias, el arte y la educación física, entre otras. Los contenidos se abordan de manera interdisciplinaria, relacionándolos con el tema central del proyecto y buscando conexiones con la vida cotidiana de los niños y niñas.

El aprendizaje por proyectos en la educación infantil tiene varios beneficios. Entre ellos se encuentran:

  1. Motivación: Los proyectos despiertan el interés y la curiosidad de los niños y niñas, generando una motivación intrínseca hacia el aprendizaje. El tema central del proyecto se elige en función de los intereses y necesidades de los niños y niñas, lo que aumenta su implicación y participación activa.
  2. Aprendizaje significativo: Los proyectos permiten a los niños y niñas construir su propio conocimiento de manera significativa, relacionando los nuevos contenidos con sus experiencias previas y su entorno. Se fomenta la comprensión profunda y duradera de los conceptos, en lugar de una memorización superficial.
  3. Desarrollo de habilidades: A través de los proyectos, los niños y niñas desarrollan diversas habilidades, como la investigación, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración y la creatividad. Estas habilidades son fundamentales para su desarrollo personal, social y académico.
  4. Participación activa: Los proyectos fomentan la participación activa de los niños y niñas, ya que se les brinda la oportunidad de expresar sus ideas, tomar decisiones, trabajar en equipo y asumir responsabilidades. Se promueve el sentido de pertenencia al grupo y la construcción de relaciones sociales positivas.
  5. Evaluación integral: En el aprendizaje por proyectos, la evaluación se realiza de manera integral, considerando no solo los resultados finales, sino también el proceso de aprendizaje. Se valora el esfuerzo, la participación, la reflexión y la capacidad de resolución de problemas de los niños y niñas.

Es importante destacar que el aprendizaje por proyectos en la educación infantil se adapta a las características y necesidades de los niños y niñas, respetando sus ritmos de aprendizaje y ofreciendo apoyos y desafíos adecuados. Los proyectos se diseñan de manera flexible, permitiendo ajustes y adaptaciones en función de las necesidades individuales y del grupo.

3.3. Aprendizaje por rincones

El aprendizaje por rincones en la educación infantil es una estrategia pedagógica que se utiliza para fomentar la autonomía, la exploración y el aprendizaje activo de los niños y niñas. Consiste en organizar el espacio del aula en diferentes rincones o áreas de juego y aprendizaje, cada uno de ellos destinado a una temática o actividad específica. En cada rincón, se disponen materiales, recursos y actividades relacionadas con un determinado contenido o área de conocimiento, como el rincón de lectura, el rincón de construcciones, el rincón de arte, el rincón de la ciencia, el rincón de juegos simbólicos, entre otros.

En este tipo de aprendizaje se fundamenta en la idea de que los niños y niñas aprenden de forma activa y significativa a través de la exploración y el juego. Les brinda la oportunidad de tomar decisiones, seleccionar los materiales que desean utilizar, establecer sus propias reglas y desarrollar su creatividad.

Algunos de los beneficios del aprendizaje por rincones en la educación infantil son:

  1. Desarrollo de habilidades: Los rincones permiten a los niños y niñas desarrollar diversas habilidades, como la comunicación, la cooperación, la resolución de problemas, la motricidad fina y la imaginación. Cada rincón ofrece actividades y materiales que promueven el desarrollo integral de los niños y niñas.
  2. Autonomía y responsabilidad: Los rincones fomentan la autonomía de los niños y niñas, ya que les brindan la oportunidad de elegir y dirigir sus propias actividades. Aprenden a gestionar su tiempo, a tomar decisiones y a asumir responsabilidades en el cuidado y organización de los materiales.
  3. Individualización del aprendizaje: Los rincones permiten adaptar el aprendizaje a las necesidades e intereses individuales de los niños y niñas. Cada niño o niña puede elegir los rincones que le resulten más atractivos o que se relacionen con sus preferencias o necesidades de aprendizaje específicas.
  4. Diversidad de contenidos: Los rincones abarcan una variedad de contenidos y áreas de conocimiento, lo que proporciona a los niños y niñas experiencias en diferentes contextos y temáticas. Esto contribuye a enriquecer su conocimiento, ampliar su vocabulario y desarrollar habilidades específicas en cada área.
  5. Aprendizaje lúdico y placentero: El aprendizaje por rincones se basa en el juego como principal estrategia de aprendizaje. Los niños y niñas disfrutan de actividades lúdicas, creativas y placenteras, lo que favorece su motivación, concentración y participación activa en el proceso de aprendizaje.

Es importante destacar que los rincones deben ser planificados y organizados cuidadosamente por los educadores, considerando los objetivos educativos, los contenidos a trabajar y las necesidades del grupo de niños y niñas. Además, se debe garantizar una rotación y renovación periódica de los materiales y actividades, para mantener el interés y la motivación de los niños y niñas a lo largo del tiempo.

4. Sentido y significatividad del aprendizaje

El sentido del aprendizaje se refiere a la conexión del contenido o la actividad de aprendizaje con el mundo real y con los objetivos más amplios de la educación. Los estudiantes encuentran sentido en lo que están aprendiendo cuando pueden ver su relevancia y utilidad en situaciones prácticas, cuando comprenden cómo se relaciona con su entorno, sus intereses y sus metas personales.

La significatividad del aprendizaje se relaciona con la capacidad de los estudiantes para construir nuevos conocimientos y habilidades a partir de sus conocimientos previos y su experiencia. Cuando el aprendizaje es significativo, se establecen conexiones y se integran conceptos, ideas y habilidades de manera coherente y lógica. Los estudiantes pueden relacionar la nueva información con lo que ya saben, lo que facilita la comprensión y la retención del conocimiento.

El aprendizaje significativo también implica que los estudiantes sean capaces de transferir lo que han aprendido a nuevas situaciones y contextos. No se trata solo de memorizar información de manera aislada, sino de comprender los conceptos y las habilidades en profundidad y ser capaces de aplicarlos de manera práctica y reflexiva. Cuando el aprendizaje tiene sentido y es significativo, los estudiantes se vuelven más motivados, comprometidos y responsables de su propio proceso de aprendizaje. Ven el valor intrínseco en lo que están aprendiendo y desarrollan una actitud positiva hacia el conocimiento y la educación en general.

Para que el aprendizaje tenga sentido y sea significativo, es importante que los educadores diseñen y seleccionen actividades y experiencias de aprendizaje que estén conectadas con la realidad de los estudiantes, que sean relevantes y desafiantes, y que permitan la participación activa y la reflexión crítica. Además, se deben establecer vínculos entre los diferentes contenidos y áreas de conocimiento, fomentando una visión integrada y global del aprendizaje.

Ausubel y aprendizaje significativo

David Ausubel fue un destacado psicólogo y educador que formuló la teoría del aprendizaje significativo. Según Ausubel, el aprendizaje significativo ocurre cuando los estudiantes pueden relacionar nueva información con su estructura cognitiva existente, es decir, con sus conocimientos previos y su experiencia. Ausubel argumentó que los nuevos conceptos y conocimientos se adquieren de manera más efectiva cuando se relacionan de manera no arbitraria y sustantiva con lo que ya se sabe. Para que el aprendizaje sea significativo, se deben cumplir tres condiciones:

  1. Relevancia: La nueva información debe ser relevante y tener un claro punto de conexión con los conocimientos previos del estudiante. Cuando los estudiantes pueden establecer vínculos entre la nueva información y su propia experiencia, el aprendizaje se vuelve significativo.
  2. Organización: Los nuevos conceptos y conocimientos deben ser organizados de manera lógica y estructurada. Ausubel enfatizó la importancia de las ideas fundamentales y los conceptos clave en el aprendizaje. Estos conceptos actúan como anclajes cognitivos en la estructura mental del estudiante, permitiendo la integración y la retención del conocimiento.
  3. Disposición para aprender: Los estudiantes deben estar motivados y tener la disposición para aprender. La motivación intrínseca y el interés personal juegan un papel crucial en el aprendizaje significativo. Cuando los estudiantes se sienten interesados y comprometidos con el tema, están más dispuestos a relacionar y construir significados a partir de la nueva información.

Ausubel también hizo hincapié en la importancia de la enseñanza por parte del docente. Según él, los docentes deben diseñar y presentar la información de manera clara, organizada y relevante, estableciendo conexiones con los conocimientos previos de los estudiantes. Además, los docentes deben fomentar la reflexión, el diálogo y la participación activa de los estudiantes, para que puedan construir significados a partir de la interacción con la nueva información.

5. Metodología basada en la observación y en la experimentación

La metodología basada en la observación y en la experimentación es una aproximación pedagógica que pone énfasis en el aprendizaje activo, participativo y basado en la experiencia directa de los estudiantes. Esta metodología se fundamenta en la idea de que los estudiantes aprenden mejor cuando pueden observar y experimentar el mundo que los rodea de manera directa y práctica. La observación y la experimentación son herramientas poderosas para fomentar la exploración, la investigación y el descubrimiento. Al utilizar esta metodología, los estudiantes tienen la oportunidad de involucrarse activamente en su proceso de aprendizaje, construyendo conocimientos a través de la observación detallada, el análisis crítico y la experimentación directa.

La observación implica la atención cuidadosa y reflexiva a los detalles y características de un fenómeno o situación. Los estudiantes pueden observar objetos, eventos, procesos naturales, interacciones sociales y mucho más. A través de la observación, los estudiantes desarrollan habilidades de atención, percepción y análisis, lo que les permite comprender y apreciar mejor el mundo que les rodea.

La experimentación implica la manipulación y el control de variables para obtener resultados concretos y extraer conclusiones. Los estudiantes tienen la oportunidad de plantear preguntas, diseñar y llevar a cabo experimentos, recolectar y analizar datos, y llegar a conclusiones basadas en evidencia. La experimentación fomenta el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades científicas y de investigación.

Al combinar la observación y la experimentación, los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar una comprensión profunda y significativa de los fenómenos y conceptos que están estudiando. Esta metodología les permite explorar el mundo de manera activa y participativa, promoviendo su curiosidad, su capacidad de análisis y su pensamiento crítico.

Además, este tipo de metodología fomenta el aprendizaje colaborativo y el intercambio de ideas entre los estudiantes. Al realizar observaciones y experimentos en grupo, los estudiantes pueden discutir, compartir perspectivas y construir conocimiento de manera conjunta. Esto promueve el desarrollo de habilidades sociales, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo.

Es importante destacar que los docentes desempeñan un papel fundamental en esta metodología, ya que guían y orientan a los estudiantes en el proceso de observación y experimentación. Los docentes proporcionan los recursos necesarios, plantean preguntas desafiantes, estimulan el pensamiento crítico y brindan retroalimentación constructiva.

6. Concreción en el marco del proyecto curricular

Los niveles de concreción curricular son diferentes etapas o niveles en los que se puede plasmar el currículo en el ámbito educativo. Estos niveles permiten adaptar el currículo a las necesidades específicas de cada centro educativo y de cada grupo de estudiantes. A continuación, se presentan los niveles de concreción curricular más comunes:

  1. Nivel macrocurricular: Este nivel corresponde a la concreción del currículo a nivel nacional o regional. Aquí se establecen los marcos legales y normativos, los objetivos generales, los contenidos básicos y las competencias que deben ser desarrolladas en cada etapa educativa. Por ejemplo, la LOMLOE, el RD 95/2022 de enseñanzas en infantil en Educación Infantil, el RD autonómico,
  2. Nivel mesocurricular: En este nivel, se realiza la concreción del currículo a nivel de centro educativo. Aquí se definen los objetivos específicos y los contenidos adaptados a las características y necesidades de los estudiantes. También se establecen las estrategias metodológicas, los recursos didácticos y la evaluación de los aprendizajes. En este caso, podemos destacar el Proyecto Educativo de Centro y la Programación General Anual.
  3. Nivel microcurricular: En este nivel, se lleva a cabo la concreción del currículo a nivel de aula. Aquí se planifican las actividades de enseñanza-aprendizaje que se llevarán a cabo, considerando los intereses, necesidades y ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Se establecen los tiempos, los materiales, las estrategias didácticas y las formas de evaluación. En este nivel, sería la Programación de Aula.
  4. Nivel de adaptación individualizada: Para aquellos estudiantes que lo necesitaran, podemos considerar la adaptación individual con el fin de adaptar los objetivos, contenidos, metodología,… a las necesidades y características del niño o niña.

Es importante destacar que estos niveles de concreción curricular no son independientes, sino que están interrelacionados. La concreción en cada nivel debe estar alineada con los niveles superiores y respetar las directrices establecidas. Además, es fundamental tener en cuenta la diversidad y las necesidades individuales de los estudiantes para asegurar una educación inclusiva y equitativa.

Una vez mencionado los niveles para concretar el currículo y adaptarlo al alumnado; podemos destacar de la legislación vigente (RD 95/2022) los siguientes apartados:

6.1. Objetivos

La finalidad de la Educación Infantil es contribuir al desarrollo integral y armónico del alumnado en todas sus dimensiones: física, emocional, sexual, afectiva, social, cognitiva y artística, potenciando la autonomía personal y la creación progresiva de una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como a la educación en valores cívicos para la convivencia. Los objetivos, explican de forma más concreta, lo que el alumnado de esta etapa de lograr al finalizarla.

Artículo 7. Objetivos.

La Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños y las niñas las capacidades que les permitan:

  • a) Conocer su propio cuerpo y el de los otros, así como sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias.
  • b) Observar y explorar su entorno familiar, natural y social.
  • c) Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.
  • d) Desarrollar sus capacidades emocionales y afectivas.
  • e) Relacionarse con los demás en igualdad y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en el uso de la empatía y la resolución pacífica de conflictos, evitando cualquier tipo de violencia.
  • f) Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
  • g) Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectura y la escritura, y en el movimiento, el gesto y el ritmo.
  • h) Promover, aplicar y desarrollar las normas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y mujeres.

6.2. Competencias

En la legislación vigente distinguimos entre competencias clave y competencias específicas.

Las competencias clave se definen como desempeños que se consideran imprescindibles para que el alumnado pueda progresar con garantías de éxito en su itinerario formativo, y afrontar los principales retos y desafíos globales y locales. Son la adaptación al sistema educativo español de las competencias clave establecidas en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente

Las competencias específicas son desempeños que el alumnado debe poder desplegar en actividades o en situaciones cuyo abordaje requiere de los saberes básicos de cada área. Las competencias específicas constituyen un elemento de conexión entre, por una parte, las competencias clave y, por otra, los saberes básicos de las áreas y los criterios de evaluación

La etapa de Educación Infantil supone el inicio del proceso de adquisición de las competencias clave. Dichas competencias son las siguientes:

  • – Competencia en comunicación lingüística.
  • – Competencia plurilingüe.
  • – Competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería.
  • – Competencia digital.
  • – Competencia personal, social y de aprender a aprender.
  • – Competencia ciudadana.
  • – Competencia emprendedora.
  • – Competencia en conciencia y expresión culturales.

6.3. Áreas

Las áreas son partes específicas del currículo que agrupan contenidos, competencias y objetivos educativos relacionados entre sí. Representa un conjunto coherente de conocimientos, habilidades y actitudes que se desarrollan en el proceso educativo. Cada área curricular se enfoca en un dominio temático particular. La organización en áreas facilita el enfoque globalizado.

Artículo 8. Áreas.

  1. Los contenidos educativos de la Educación Infantil se organizan en áreas correspondientes a ámbitos propios de la experiencia y del desarrollo infantil y se abordarán por medio de propuestas globalizadas de aprendizaje que tengan interés y significado para los niños y las niñas.
  2. Las áreas de la Educación Infantil son las siguientes:
    • – Crecimiento en Armonía.
    • – Descubrimiento y Exploración del Entorno.
    • – Comunicación y Representación de la Realidad.
  3. Estas áreas deben entenderse como ámbitos de experiencia intrínsecamente relacionados entre sí, por lo que se requerirá un planteamiento educativo que promueva la configuración de situaciones de aprendizaje globales, significativas y estimulantes que ayuden a establecer relaciones entre todos los elementos que las conforman.

6.4. Saberes básicos

Son los conocimientos, destrezas y actitudes que constituyen los contenidos propios de un área y cuyo aprendizaje es necesario para la adquisición de las competencias específicas.

6.5. Situaciones de aprendizaje

Son situaciones y actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas, y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas. En Educación Infantil, estas situaciones se crean con el propósito de brindarles oportunidades para explorar, experimentar, descubrir y construir conocimientos a través de la interacción con su entorno, con sus compañeros y con los materiales didácticos. Algunas situaciones de aprendizaje comunes en Educación Infantil incluyen:

  1. Juego simbólico: Se plantea un escenario o contexto en el que los niños pueden representar roles y situaciones de la vida real. Por ejemplo, un rincón de cocina donde los niños pueden ser chefs y preparar comidas imaginarias.
  2. Manipulación de materiales: Se proporcionan materiales manipulativos como bloques, piezas de encaje, rompecabezas, entre otros, para que los niños exploren, experimenten y desarrollen habilidades motrices y cognitivas.
  3. Exploración sensorial: Se crean espacios y actividades que estimulan los sentidos, como cajas sensoriales con texturas diferentes, bandejas de agua, arena o elementos naturales, para que los niños exploren y descubran el mundo a través de sus sentidos.
  4. Observación de la naturaleza: Se realizan salidas al entorno natural para que los niños observen y exploren la flora, la fauna y los elementos naturales. Pueden realizar actividades como recolección de hojas, observación de insectos o plantación de semillas.
  5. Experimentación científica: Se plantean actividades científicas sencillas, como mezclar colores, explorar la flotación o realizar experimentos con agua, para que los niños desarrollen habilidades de observación, predicción y razonamiento.
  6. Cuentacuentos y dramatización: Se narran cuentos y se realizan actividades de dramatización para fomentar la expresión oral, la imaginación y la creatividad de los niños. Pueden representar personajes, crear diálogos y recrear situaciones de los cuentos.
  7. Proyectos temáticos: Se desarrollan proyectos que abordan un tema específico, como los animales, los medios de transporte o la alimentación saludable. Los niños investigan, exploran y participan activamente en la construcción de conocimientos sobre el tema.

Estas situaciones de aprendizaje se caracterizan por ser significativas, lúdicas, motivadoras y adaptadas a las necesidades e intereses de los niños. Permiten que los niños sean protagonistas de su propio aprendizaje, promoviendo su desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de manera integral.

7. Conclusiones

En conclusión, el tema 12 sobre los principios de intervención educativa en Educación Infantil nos ha permitido comprender la importancia de aplicar enfoques pedagógicos adecuados a esta etapa educativa. A lo largo del tema, hemos explorado diversos aspectos relacionados con el enfoque globalizador, la significatividad del aprendizaje, la metodología basada en la observación y experimentación, y su concreción en el marco del proyecto curricular. A continuación, resumimos las principales conclusiones:

  1. El enfoque globalizador es una aproximación pedagógica que busca integrar los contenidos y actividades de manera significativa, promoviendo una visión holística del aprendizaje en los niños y niñas.
  2. El aprendizaje significativo se logra cuando los contenidos y actividades son relevantes y conectados con los conocimientos previos de los estudiantes, lo que les permite construir un entendimiento profundo y duradero.
  3. La metodología basada en la observación y en la experimentación fomenta el aprendizaje activo y participativo, permitiendo a los niños y niñas explorar y descubrir el mundo de manera directa y práctica.
  4. La concreción de esta metodología en el marco del proyecto curricular implica la integración de la observación y la experimentación en la planificación y desarrollo de actividades de enseñanza-aprendizaje.
  5. Los centros de interés y el aprendizaje por proyectos son estrategias que promueven la motivación, la curiosidad y la participación activa de los niños y niñas en su aprendizaje, permitiéndoles explorar y profundizar en temas de su interés.
  6. Los beneficios de los centros de interés en Educación Infantil incluyen el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales, emocionales y motoras, así como el fomento de la autonomía y la creatividad de los niños y niñas.

8. Bibliografía

  • Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
  • Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil.