Tema 10: Los alumnos y las alumnas de Educación Infantil. Desarrollo evolutivo en los diferentes ámbitos: motor, cognitivo, lingüístico, afectivo y social. Alteraciones en el desarrollo
INDICE
1. Introducción
2. Los alumnos y las alumnas de Educación Infantil
3. El desarrollo evolutivo en los diferentes ámbitos
3.1. Desarrollo motor
3.2. Desarrollo cognitivo
3.3. Desarrollo lingüístico
3.4. Desarrollo afectivo
3.5. Desarrollo social
4. Alteraciones en el desarrollo
4.1. Alteraciones en el desarrollo motor
4.2. Alteraciones en el desarrollo cognitivo
4.3. Alteraciones en el desarrollo lingüístico
4.4. Alteraciones en el desarrollo afectivo
4.5. Alteraciones en el desarrollo social
5. Conclusiones
6. Bibliografía
1. Introducción
La educación infantil es una etapa crucial en el desarrollo de los niños y niñas, ya que sienta las bases para su crecimiento integral en diversos aspectos. En este contexto, el presente tema se centra en explorar el desarrollo evolutivo de los alumnos y alumnas de Educación Infantil, abordando los distintos ámbitos que influyen en su formación integral. Desde el prisma educativo, es esencial comprender y analizar cómo evolucionan aspectos fundamentales como el motor, cognitivo, lingüístico, afectivo y social durante esta etapa crucial. Además, como maestros debemos conocer las posibles alteraciones en el desarrollo que pueden surgir, permitiendo estar preparados para identificar y abordar eficazmente cualquier desafío que pueda surgir en el proceso de aprendizaje de los más pequeños. Estos conocimientos contribuyen a enriquecer las estrategias pedagógicas, promoviendo un entorno educativo que favorezca el desarrollo pleno y equilibrado de cada niño y niña en la etapa de Educación Infantil.
Para el desarrollo de este tema tendremos en cuenta la legislación educativa vigente. Podemos destacar la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación (LOE) con las modificaciones introducidas por la Ley Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre (LOMLOE). Asimismo el Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil,… (completar con la legislación autonómica)
2. Los alumnos y las alumnas de Educación Infantil
La LOE – LOMLOE establece entre sus principios en el artículo 1 la calidad de la educación para todo el alumnado, la equidad, la transmisión y puesta en práctica de valores, el aprendizaje permanente y la flexibilidad para adecuar la educación a la diversidad del alumnado. Asimismo en el artículo 71 establece que corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por retraso madurativo, por trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación, por trastornos de atención o de aprendizaje, por desconocimiento grave de la lengua de aprendizaje, por encontrarse en situación de vulnerabilidad socioeducativa, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, pueda alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general por todo el alumnado.
Por otro lado, en el artículo 3 del RD 95/2022 se indica que la etapa de Educación Infantil se ordena en dos ciclos. El primero comprende hasta los tres años y el segundo, desde los tres a los seis años de edad. Además en el artículo 4 se menciona que la finalidad de la Educación Infantil es contribuir al desarrollo integral y armónico del alumnado en todas sus dimensiones: física, emocional, sexual, afectiva, social, cognitiva y artística, potenciando la autonomía personal y la creación progresiva de una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como a la educación en valores cívicos para la convivencia.
Como podemos ver, la legislación educativa actual da una gran importancia a la igualdad de oportunidades para todo el alumnado basándose en el artículo 27 de la Constitución Española sobre el derecho a la educación. Esto lo podemos ver reflejado, entre otros, en el artículo 5 sobre principios generales del RD 95/2022 donde se indica que con el objetivo de garantizar los principios de equidad e inclusión, la programación, la gestión y el desarrollo de la Educación Infantil atenderán a la compensación de los efectos que las desigualdades de origen cultural, social y económico tienen en el aprendizaje y en la evolución infantil, así como a la detección precoz y atención temprana de necesidades específicas de apoyo educativo. En el artículo 13 sobre diferencias individuales podemos destacar que la intervención educativa contemplará la diversidad del alumnado adaptando la práctica educativa a las características personales, necesidades, intereses y estilo cognitivo de los niños y las niñas e identificando aquellas características que puedan tener incidencia en su evolución escolar con el objetivo de asegurar la plena inclusión de todo el alumnado
No debemos olvidar que los maestros y maestras de Pedagogía Terapéutica contribuimos a asegurar esta equidad e inclusión, permitiendo adaptar la práctica educativa a las necesidades individuales del alumnado; junto con el resto de miembros de la comunidad educativa.
(incluir información de la legislación autonómica relacionada con el tema)
3. El desarrollo evolutivo en los diferentes ámbitos
El desarrollo evolutivo se refiere al proceso de cambio y crecimiento que experimenta un individuo a lo largo de su vida, abarcando distintas etapas desde la concepción hasta la vejez. Este concepto engloba no solo los cambios físicos, sino también los aspectos cognitivos, emocionales, sociales y conductuales que se desarrollan a lo largo del tiempo.
El desarrollo evolutivo implica una serie de transformaciones ordenadas y previsibles, aunque la velocidad y el momento exacto de estos cambios pueden variar entre individuos. Este proceso está influenciado por una combinación de factores genéticos y ambientales. Las interacciones entre los genes y el entorno en el que una persona se encuentra influyen en la dirección y velocidad de su desarrollo.
Atendiendo a las aportaciones de Piaget sobre el desarrollo infantil, entre otros, la etapa de 0 a 6 años comprende el período sensoriomotor (0 a 2 años) y el período preoperatorio (2 -7 años), a continuación veremos las características de dicho desarrollo en la etapa de infantil según los distintos ámbitos que lo componen.
3.1. Desarrollo motor
El desarrollo motor en los niños de 0 a 6 años abarca una serie de hitos significativos que reflejan la progresión de habilidades físicas y coordinación motora durante esta etapa crucial.
De 0 a 12 meses:
- 0-3 meses: Los bebés comienzan a desarrollar el control de la cabeza y el cuello. Pueden girar la cabeza de un lado a otro mientras están boca abajo.
- 4-6 meses: Se observa el fortalecimiento de los músculos del tronco y la capacidad de sentarse con apoyo. Los bebés pueden empezar a rodar y a intentar alcanzar objetos.
- 7-9 meses: Muchos niños pueden sentarse sin apoyo y pueden comenzar a gatear o arrastrarse.
- 10-12 meses: Los bebés pueden ponerse de pie con apoyo, y algunos pueden dar sus primeros pasos o caminar con ayuda.
De 1 a 3 años:
- 12-18 meses: Los niños mejoran en la coordinación motora fina, como agarrar objetos pequeños. Comienzan a caminar de forma más independiente.
- 18-24 meses: Se produce un aumento en la destreza motora fina, como apilar bloques y utilizar utensilios. Pueden correr y subir escaleras.
- 2-3 años: Los niños pueden correr con mayor habilidad, saltar y comenzar a pedalear triciclos. También empiezan a mostrar mayor control en la manipulación de objetos pequeños.
De 3 a 6 años:
- 3-4 años: Desarrollan habilidades motoras más precisas, como recortar con tijeras y dibujar figuras más reconocibles. Pueden saltar en un solo pie y aprender a equilibrarse mejor.
- 4-5 años: Mejoran en la coordinación bilateral, como el uso de ambas manos de manera más coordinada. Pueden comenzar a aprender a atarse los zapatos y a participar en actividades deportivas más estructuradas.
- 5-6 años: Refinan habilidades motoras más complejas, como la escritura y la coordinación óculo-manual. Participan en juegos más estructurados que requieren coordinación y cooperación.
3.2. Desarrollo cognitivo
El desarrollo cognitivo en niños de 0 a 6 años abarca una amplia gama de cambios en la forma en que piensan, entienden el mundo que los rodea y adquieren habilidades mentales.
De 0 a 12 meses:
- 0-3 meses: Los bebés desarrollan la capacidad de enfocar y seguir objetos con la mirada. Comienzan a reconocer las voces y a responder a los estímulos auditivos.
- 4-6 meses: Se produce un aumento en la coordinación ojo-mano, y los bebés comienzan a explorar objetos manipulándolos. Desarrollan la memoria visual a corto plazo.
- 7-9 meses: Los niños empiezan a comprender la permanencia del objeto, es decir, que los objetos continúan existiendo aunque no estén a la vista (concepto de objeto permanente).
- 10-12 meses: Adquieren habilidades para resolver problemas simples, como quitar tapas o descubrir cómo funcionan ciertos juguetes.
De 1 a 3 años:
- 12-18 meses: Se produce un rápido desarrollo del vocabulario y la comprensión del lenguaje. Comienzan a seguir instrucciones simples y a señalar objetos familiares.
- 18-24 meses: Los niños comienzan a imitar comportamientos adultos y a participar en el juego simbólico. Pueden entender conceptos simples como “grande” y “pequeño”.
- 2-3 años: Desarrollan habilidades cognitivas más avanzadas, como clasificar objetos por color y forma. Comienzan a comprender conceptos temporales básicos, como “ayer” y “mañana”.
De 3 a 6 años:
- 3-4 años: Se produce un aumento en la capacidad de atención y concentración. Los niños desarrollan habilidades de resolución de problemas más avanzadas y pueden comenzar a contar y reconocer números.
- 4-5 años: Adquieren un mayor sentido del tiempo y del espacio. Desarrollan habilidades para recordar información más compleja y pueden participar en juegos de reglas simples.
- 5-6 años: Desarrollan habilidades de prelectura y preescritura. Comienzan a comprender conceptos numéricos más avanzados y a mostrar un pensamiento más lógico y abstracto.
El juego desempeña un papel crucial en el desarrollo cognitivo durante estos años, ya que permite a los niños explorar, experimentar y aprender de manera activa. Es importante que los entornos sean ricos en estímulos y que se fomente el pensamiento creativo y crítico. Además, la interacción positiva con adultos y compañeros contribuye significativamente al desarrollo cognitivo de los niños en estas etapas tempranas.
3.3. Desarrollo lingüístico
El desarrollo lingüístico en niños de 0 a 6 años abarca un período crucial en el que los pequeños adquieren habilidades fundamentales para la comunicación y la expresión verbal.
De 0 a 12 meses:
- 0-3 meses: Los bebés empiezan a producir sonidos vocales y a responder a estímulos auditivos. Reconocen la voz de los cuidadores y pueden calmar ante la melodía del habla.
- 4-6 meses: Se inicia la producción de sonidos consonánticos y los bebés comienzan a balbucear. Pueden responder a su nombre y a tonos de voz variados.
- 7-9 meses: Desarrollan la capacidad de imitar sonidos y gestos. Comienzan a comprender palabras sencillas y a asociarlas con objetos o acciones.
- 10-12 meses: Los bebés comienzan a decir sus primeras palabras y a comprender instrucciones simples. El vocabulario inicial se centra en objetos familiares y personas cercanas.
De 1 a 3 años:
- 12-18 meses: Se produce un rápido desarrollo del vocabulario, con la adquisición de palabras nuevas de manera constante. Comienzan a combinar palabras en frases sencillas.
- 18-24 meses: El lenguaje se vuelve más complejo con el uso de pronombres y verbos. Se desarrolla la capacidad de seguir instrucciones más complejas y de expresar necesidades.
- 2-3 años: Los niños forman oraciones más elaboradas y expresan sus ideas de manera más clara. Se produce una expansión significativa del vocabulario y empiezan a utilizar pronombres correctamente.
De 3 a 6 años:
- 3-4 años: El lenguaje se vuelve más preciso y gramaticalmente correcto. Los niños participan en conversaciones más complejas y cuentan historias simples. Comienzan a comprender conceptos de tiempo y espacio.
- 4-5 años: Se desarrolla la fonología, mejorando la pronunciación de palabras más complejas. Aumenta la comprensión de conceptos abstractos y el uso de un lenguaje más descriptivo.
- 5-6 años: Los niños adquieren habilidades prelectoras y preescritoras. Se desarrolla la conciencia fonológica, facilitando el aprendizaje de la lectura y escritura. Participan en conversaciones más estructuradas y complejas.
Durante estas etapas, es fundamental proporcionar un entorno enriquecido en lenguaje, fomentar la lectura, y brindar oportunidades para la comunicación oral y la interacción con otros niños y adultos. La estimulación lingüística positiva contribuye significativamente al desarrollo comunicativo y cognitivo de los niños.
3.4. Desarrollo afectivo
El desarrollo afectivo en niños de 0 a 6 años se refiere a la formación y evolución de sus estados emocionales, vínculos afectivos y la comprensión de las emociones propias y ajenas.
De 0 a 12 meses:
- 0-3 meses: Los bebés comienzan a desarrollar vínculos afectivos con sus cuidadores principales, respondiendo a la comodidad, el contacto físico y la atención.
- 4-6 meses: Se establece una conexión emocional más fuerte con los cuidadores. Los bebés pueden mostrar preferencia por ciertas personas y expresar alegría, tristeza o disgusto.
- 7-9 meses: Se desarrolla la ansiedad de la separación, donde los bebés pueden mostrar incomodidad al separarse de sus cuidadores. También experimentan emociones más complejas, como la empatía y la alegría compartida.
- 10-12 meses: Los bebés comienzan a expresar sus propias emociones más claramente, como la frustración y la felicidad. También pueden responder a las emociones de los demás.
De 1 a 3 años:
- 12-18 meses: Se desarrollan las primeras manifestaciones de autonomía y la expresión de emociones más complejas. Los niños pueden experimentar rabietas como una forma de expresar frustración.
- 18-24 meses: Empieza a surgir la conciencia de sí mismo, y los niños comienzan a identificar y nombrar emociones básicas. Se desarrollan los vínculos emocionales con compañeros de juego.
- 2-3 años: Los niños muestran un aumento en la independencia emocional y la expresión verbal de sus emociones. Comienzan a entender conceptos como “mío” y “tuyo” y a mostrar empatía hacia otros.
De 3 a 6 años:
- 3-4 años: Se desarrolla la capacidad para expresar emociones de manera más articulada y comprender las emociones de los demás. Los niños pueden comenzar a formar amistades significativas.
- 4-5 años: Desarrollan un mayor control emocional y la capacidad de manejar conflictos de manera más constructiva. Se establecen vínculos afectivos más complejos y duraderos.
- 5-6 años: Los niños muestran una creciente capacidad para comprender y expresar emociones complejas, así como para manejar el estrés. Desarrollan habilidades sociales más avanzadas y muestran empatía de manera más consistente.
Durante estas etapas, es esencial brindar un entorno seguro y afectuoso que fomente el desarrollo emocional saludable. La atención y la respuesta sensible a las necesidades emocionales de los niños contribuyen significativamente a la construcción de una base sólida para la salud mental y el bienestar emocional a lo largo de la vida.
3.5. Desarrollo social
El desarrollo social en niños de 0 a 6 años se refiere a la adquisición de habilidades y comportamientos que les permiten interactuar y relacionarse con los demás, así como comprender las normas sociales y desarrollar un sentido de pertenencia a la comunidad.
De 0 a 12 meses:
- 0-3 meses: Los bebés comienzan a establecer vínculos sociales con sus cuidadores principales. Responden a estímulos sociales, como caricias y sonrisas, y disfrutan del contacto físico.
- 4-6 meses: Desarrollan la capacidad de reconocer y responder a las emociones de los demás, especialmente de sus cuidadores. Comienzan a mostrar preferencia por las caras familiares.
- 7-9 meses: Se observa la aparición de la ansiedad de la separación, ya que los bebés empiezan a darse cuenta de la presencia y ausencia de los cuidadores. También participan en juegos sociales simples, como el juego del escondite.
- 10-12 meses: Los bebés comienzan a imitar gestos y acciones sociales. Se produce una mayor interacción con otros niños durante el juego.
De 1 a 3 años:
- 12-18 meses: Los niños comienzan a participar en juegos paralelos, donde juegan cerca de otros niños pero no necesariamente interactúan directamente. Aprenden a compartir objetos y a reconocer límites sociales básicos.
- 18-24 meses: Desarrollan la capacidad de jugar de manera cooperativa y a participar en actividades simples con otros niños. Comienzan a entender y responder a las emociones de sus compañeros.
- 2-3 años: Los niños muestran interés por jugar con otros niños y pueden desarrollar relaciones amistosas tempranas. Comienzan a comprender y seguir normas sociales simples.
De 3 a 6 años:
- 3-4 años: Se desarrolla la capacidad de jugar de manera más cooperativa y a compartir más activamente con otros niños. Comienzan a formar amistades más estables y a participar en juegos con reglas más elaboradas.
- 4-5 años: Los niños muestran una mayor comprensión de las emociones de los demás y pueden resolver conflictos de manera más efectiva. Participan en juegos de roles y comienzan a entender roles sociales más complejos.
- 5-6 años: Se produce un aumento en la socialización y la cooperación con otros niños. Desarrollan una comprensión más profunda de las normas sociales y las expectativas. Forman amistades más sólidas y muestran una mayor independencia social.
Durante estas etapas, es importante proporcionar oportunidades para el juego social, fomentar la resolución de conflictos de manera constructiva y enseñar habilidades sociales básicas. La interacción con compañeros y adultos en entornos estructurados y de apoyo contribuye significativamente al desarrollo social positivo de los niños.
4. Alteraciones en el desarrollo
Las alteraciones en el desarrollo se refieren a desviaciones significativas o atípicas en el curso típico del crecimiento y maduración en diversas áreas, como el desarrollo físico, cognitivo, lingüístico, afectivo y social. Estas alteraciones pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, y pueden variar en su gravedad y naturaleza.
Las alteraciones en el desarrollo pueden deberse a una variedad de factores, incluyendo:
- Factores genéticos: Algunas alteraciones en el desarrollo pueden tener un componente genético, donde ciertas condiciones o predisposiciones genéticas pueden influir en el curso normal del desarrollo.
- Factores ambientales: Exposiciones a factores ambientales adversos, como la malnutrición, la exposición a toxinas, la falta de estimulación temprana o el estrés, pueden contribuir a alteraciones en el desarrollo.
- Factores prenatales: Experiencias o exposiciones durante el embarazo, como infecciones, exposición a sustancias teratogénicas, o complicaciones durante el parto, pueden influir en el desarrollo del feto.
- Factores perinatales: Condiciones que ocurren alrededor del momento del nacimiento, como falta de oxígeno durante el parto, pueden tener impactos en el desarrollo.
- Factores sociales y emocionales: Experiencias traumáticas, falta de apoyo emocional, o entornos sociales desfavorables pueden contribuir a alteraciones en el desarrollo emocional y social.
Las alteraciones en el desarrollo pueden manifestarse de diversas maneras, dependiendo de la naturaleza específica de la alteración y la etapa del desarrollo en la que se produzca. Pueden incluir retrasos en hitos del desarrollo, dificultades de aprendizaje, trastornos del espectro autista, trastornos del desarrollo del lenguaje, entre otros. Debemos tener en cuenta que algunas alteraciones pueden manifestar sus síntomas en más de un ámbito del desarrollo.
4.1. Alteraciones en el desarrollo motor
Las alteraciones en el desarrollo motor en niños de 0 a 6 años pueden manifestarse como desviaciones significativas del curso típico de adquisición de habilidades motoras. Estas alteraciones pueden afectar el desarrollo de las habilidades motoras gruesas (grandes movimientos musculares) y/o habilidades motoras finas (movimientos más pequeños y precisos). Aquí hay algunas posibles alteraciones y señales de advertencia en diferentes etapas del desarrollo motor:
De 0 a 12 meses:
- Hipotonía: Falta de tono muscular, lo que puede dificultar la capacidad del bebé para sostener la cabeza, sentarse o realizar movimientos coordinados.
- Retraso en el levantamiento de la cabeza: Dificultad para mantener la cabeza erguida mientras está boca abajo.
- Falta de interés en el entorno: Poca exploración activa del entorno o falta de respuesta a estímulos visuales y auditivos.
De 1 a 3 años:
- Retraso en la marcha: No comenzar a caminar hacia el final del primer año o principios del segundo año.
- Dificultades en la coordinación: Problemas para subir escaleras, correr o participar en juegos motores básicos.
- Problemas en la manipulación de objetos: Dificultades para agarrar objetos pequeños, utilizar utensilios o realizar actividades de motricidad fina.
De 3 a 6 años:
- Dificultades en el equilibrio: Problemas para mantener el equilibrio al caminar, correr o participar en actividades físicas.
- Retraso en el desarrollo de habilidades motoras finas: Dificultades en la escritura, el recorte, el dibujo y otras actividades que requieren coordinación mano-ojo.
- Falta de interés en juegos motores: Poca participación en actividades físicas y deportes en comparación con otros niños de la misma edad.
4.2. Alteraciones en el desarrollo cognitivo
Las alteraciones en el desarrollo cognitivo en niños pueden manifestarse como desviaciones significativas del curso típico de adquisición de habilidades cognitivas y procesos de pensamiento. Estas alteraciones pueden abarcar diversas áreas, como la memoria, la atención, el razonamiento y la resolución de problemas. Algunas de las alteraciones más comunes:
- Retraso cognitivo: Se refiere a un desarrollo más lento de habilidades cognitivas en comparación con los niños de la misma edad. Puede afectar diversas áreas, incluyendo el lenguaje, la memoria y la resolución de problemas.
- Trastorno del espectro autista (TEA): Los niños con TEA pueden presentar alteraciones en la comunicación, la interacción social y la conducta repetitiva. También pueden tener intereses restringidos y comportamientos estereotipados.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Caracterizado por problemas de atención, impulsividad e hiperactividad. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse, seguir instrucciones y controlar su comportamiento.
- Trastornos del aprendizaje: Incluyen condiciones como la dislexia, que afecta la capacidad de leer y comprender palabras, y la discalculia, que afecta la habilidad para entender y utilizar conceptos matemáticos.
- Discapacidad intelectual: Se caracteriza por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual general y en las habilidades adaptativas diarias. Los niños con discapacidad intelectual pueden necesitar apoyo en áreas como la comunicación, la socialización y el autocuidado.
- Trastornos del desarrollo del lenguaje: Incluyen condiciones como el trastorno específico del lenguaje, donde los niños tienen dificultades en la adquisición y uso del lenguaje, a pesar de tener un desarrollo cognitivo típico en otras áreas.
- Síndrome de Down: Es una condición genética que afecta el desarrollo cognitivo y físico. Los niños con síndrome de Down pueden presentar retrasos en el aprendizaje y habilidades cognitivas específicas.
- Trastornos del procesamiento sensorial: Pueden afectar la forma en que el cerebro procesa la información sensorial, lo que puede influir en el aprendizaje, la atención y el comportamiento.
4.3. Alteraciones en el desarrollo lingüístico
Las alteraciones en el desarrollo lingüístico en niños de 0 a 6 años pueden manifestarse como desviaciones significativas en la adquisición del lenguaje, la comunicación y otras habilidades lingüísticas. Estas alteraciones pueden variar en su gravedad y naturaleza. Algunas de las alteraciones más comunes:
- Retraso en el desarrollo del lenguaje: Se refiere a un retraso significativo en la adquisición de habilidades lingüísticas típicas para la edad. Puede afectar la expresión verbal, la comprensión del lenguaje o ambas.
- Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): Los niños con TEL tienen dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje, a pesar de tener habilidades cognitivas y auditivas típicas.
- Trastorno del Habla y del Sonido (dislalia): Implica dificultades en la pronunciación de sonidos y palabras. Puede afectar la inteligibilidad del habla.
- Trastorno del Procesamiento Auditivo Central (CAPD): Los niños con CAPD pueden tener dificultades en la percepción auditiva, lo que afecta su capacidad para procesar y comprender el lenguaje auditivo.
- Mutismo selectivo: Se caracteriza por la incapacidad persistente para hablar en situaciones sociales específicas, a pesar de tener habilidades lingüísticas en otros entornos.
- Disfemia (tartamudeo): Implica interrupciones en el flujo normal del habla, como repeticiones, bloqueos o prolongaciones de sonidos.
- Trastorno del Espectro Autista (TEA): Algunos niños con TEA pueden tener dificultades en la comunicación social, incluyendo la adquisición y uso del lenguaje de manera atípica.
- Trastorno del Desarrollo del Lenguaje Receptivo-Expresivo (TDLRE): Implica dificultades tanto en la comprensión del lenguaje como en su expresión. Los niños pueden tener problemas para seguir instrucciones y expresar sus pensamientos.
- Afasia: Puede ser el resultado de daño cerebral y afecta la capacidad para entender y producir el lenguaje de manera adecuada.
4.4. Alteraciones en el desarrollo afectivo
Las alteraciones en el desarrollo afectivo en niños de 0 a 6 años pueden involucrar dificultades en la regulación emocional, la formación de vínculos afectivos, y la expresión y comprensión de las emociones. Algunas de las alteraciones más comunes:
- Trastorno del Espectro Autista (TEA): Los niños con TEA pueden experimentar dificultades en la expresión y comprensión de las emociones, así como en el establecimiento de relaciones sociales.
- Trastorno de Ansiedad de Separación: Se caracteriza por una ansiedad excesiva cuando el niño se separa de figuras de apego, lo que puede afectar la capacidad de participar en actividades cotidianas.
- Trastorno del Apego Reactivo: Puede ocurrir cuando un niño ha experimentado interrupciones significativas en el cuidado y la formación de vínculos durante sus primeros años de vida.
- Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Los niños con TDAH pueden experimentar dificultades en la regulación emocional, incluyendo la impulsividad y la irritabilidad.
- Trastorno del Estado de Ánimo: Algunos niños pueden experimentar alteraciones en el estado de ánimo, como la depresión infantil, que afecta su capacidad para experimentar emociones positivas.
- Trastorno Opositivo Desafiante (TOD): Implica un patrón persistente de comportamiento negativo, desafiante y hostil, lo que puede afectar las relaciones y la regulación emocional.
- Trastorno del Desarrollo Social (SDP): Puede implicar dificultades en la interacción social, la empatía y la comprensión de las señales sociales.
- Trastorno del Espectro del Trauma y Estrés (TED): Puede ocurrir en respuesta a experiencias traumáticas y puede afectar la regulación emocional y la capacidad para establecer relaciones seguras.
4.5. Alteraciones en el desarrollo social
Las alteraciones en el desarrollo social en niños de 0 a 6 años pueden manifestarse como desviaciones significativas en la capacidad del niño para interactuar, comunicarse y relacionarse con los demás. Algunas de las alteraciones más comunes:
- Trastorno del Espectro Autista (TEA): Los niños con TEA pueden experimentar dificultades en la comunicación social, la reciprocidad emocional y la formación de relaciones sociales.
- Trastorno del Desarrollo Social (SDP): Implica dificultades en la interacción social, la comprensión de las señales sociales y la empatía.
- Trastorno de Ansiedad Social: Los niños con este trastorno pueden mostrar un miedo intenso a situaciones sociales, lo que puede afectar su capacidad para participar en actividades grupales.
- Trastorno del Apego Reactivo: Puede ocurrir en niños que han experimentado interrupciones en la formación de vínculos afectivos durante sus primeros años de vida, lo que afecta la capacidad para establecer relaciones seguras.
- Trastorno de Conducta Disocial: Implica un patrón persistente de comportamiento desafiante, agresivo y antisocial, lo que puede afectar las relaciones con los demás.
- Fobia Social: Se caracteriza por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales, lo que puede afectar la participación en actividades sociales y el establecimiento de relaciones.
- Trastorno del Desarrollo de la Comunicación Social (TDCS): Puede involucrar dificultades en la comunicación social no verbal, como gestos y expresiones faciales.
- Trastorno del Espectro del Trauma y Estrés (TED): Puede ocurrir en respuesta a experiencias traumáticas y afectar la capacidad del niño para establecer relaciones seguras y confiables.
5. Conclusiones
El desarrollo infantil es un proceso complejo y multidimensional que abarca varios aspectos, incluyendo el motor, cognitivo, lingüístico, afectivo y social. Estos aspectos están interrelacionados y se desarrollan de manera simultánea durante los primeros años de vida. Asimismo, cada niño es único, y el ritmo y la secuencia del desarrollo pueden variar ampliamente. Es esencial tener en cuenta esta variabilidad al evaluar el desarrollo de los niños y proporcionar intervenciones personalizadas.
La importancia de la intervención temprana se destaca como un factor crucial para abordar cualquier alteración en el desarrollo. La detección temprana y las intervenciones adecuadas pueden tener un impacto significativo en el bienestar y el progreso de los niños. Atendiendo a autores como Bandura y sus aportaciones sobre el aprendizaje social, el entorno juega un papel fundamental en el desarrollo infantil. Un entorno estimulante y enriquecedor, tanto en el hogar como en la escuela, puede contribuir positivamente al desarrollo de habilidades en todas las áreas.
Es de gran importancia la colaboración entre todos los miembros de la comunidad educativa para abordar las necesidades de desarrollo de los niños de manera integral. La comunicación abierta y la coordinación de esfuerzos son clave para proporcionar un apoyo efectivo.
Finalmente, la comprensión de posibles alteraciones en el desarrollo, ya sea en el ámbito motor, cognitivo, lingüístico, afectivo o social, es fundamental para ofrecer intervenciones tempranas y personalizadas que maximicen el potencial de cada niño; y poder realizar con eficacia nuestro labor como maestros y maestras de Pedagogía Terapéutica.
6. Bibliografía
- Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación (LOE)
- Ley Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE)
- Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil.