Tema 8: Educación para la salud. Actitudes y hábitos referidos al descanso, higiene y actividad infantil. Prevención de accidentes, primeros auxilios y enfermedades infantiles. Criterios para la intervención educativa

INDICE

1. Introducción

2. Educación para la salud

2.1. Concepto de educación para la salud

2.2. Educación para la salud en el currículo de Infantil

3. Actitudes y hábitos referidos al descanso, higiene y actividad infantil

4. Prevención de accidentes, primeros auxilios y enfermedades infantiles

5. Criterios para la intervención educativa

6. Conclusiones

7. Bibliografía

1. Introducción

La educación para la salud en la infancia es de vital importancia para promover el bienestar físico, emocional y social de los niños. Durante esta etapa crucial de desarrollo, es fundamental inculcar actitudes y hábitos saludables que les permitan llevar una vida equilibrada y prevenir posibles riesgos para su salud.

En este tema, nos adentraremos en aspectos fundamentales relacionados con el descanso, la higiene y la actividad infantil, así como la prevención de accidentes, primeros auxilios y enfermedades propias de la infancia. Estos conocimientos y habilidades no solo contribuyen al bienestar individual de los niños, sino que también sientan las bases para un estilo de vida saludable en el futuro. Abordaremos los criterios para la intervención educativa en estos temas, teniendo en cuenta la adaptación al desarrollo de los niños, el enfoque integral, la participación activa y el enfoque lúdico como elementos clave para lograr una educación efectiva y significativa.

Al proporcionar a los niños las herramientas necesarias para cuidar de su propia salud, fomentamos su autonomía, su autoestima y su capacidad para tomar decisiones informadas en cuanto a su bienestar. Además, al educar a los cuidadores y padres sobre estos temas, se fortalece la labor de prevención y promoción de la salud en el entorno familiar.

2. Educación para la salud

2.1. Concepto de educación para la salud

La educación para la salud es un proceso educativo que tiene como objetivo proporcionar a las personas los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para tomar decisiones informadas y adoptar comportamientos saludables que promuevan su bienestar físico, mental y social. La educación para la salud abarca una amplia gama de temas, desde la promoción de una alimentación saludable y la importancia de la actividad física regular, hasta la prevención de enfermedades, el manejo del estrés, la higiene personal y la educación sexual. También incluye la promoción de entornos saludables, como la seguridad en el hogar, la prevención de accidentes y la promoción de políticas de salud pública.

Esta educación se dirige a todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, y se implementa en diversos entornos, como las escuelas, los centros de salud, los lugares de trabajo y la comunidad en general. Su objetivo es capacitar a las personas para que tomen decisiones saludables y adopten hábitos de vida que les permitan mantener una buena salud y prevenir enfermedades. La educación para la salud se basa en la evidencia científica y utiliza métodos pedagógicos participativos y adaptados a las necesidades de cada grupo de población. Se enfoca en proporcionar información precisa y comprensible, fomentar la reflexión crítica, promover el diálogo y brindar herramientas prácticas para la adopción de comportamientos saludables.

Centrándonos en la etapa de infantil, este período es crucial para sentar las bases de hábitos y comportamientos saludables desde temprana edad. Durante esta etapa, los niños están experimentando un rápido desarrollo físico, cognitivo y emocional, por lo que es fundamental proporcionarles una educación integral que promueva su bienestar en todos estos aspectos.

De este modo se abordan temas específicos relacionados con el descanso, la higiene y la actividad física infantil. En cuanto al descanso, se les enseña la importancia de tener rutinas regulares de sueño, la necesidad de un tiempo adecuado de descanso y cómo establecer un entorno propicio para un buen descanso. Esto incluye promover la importancia de una habitación tranquila, oscura y bien ventilada, así como la adopción de hábitos antes de dormir, como el cepillado de dientes y la lectura de un cuento.

En lo que respecta a la higiene, se les enseña a los niños a mantener una buena higiene personal, como lavarse las manos correctamente, cepillarse los dientes, bañarse regularmente y cubrirse la boca al toser o estornudar. También se les instruye sobre la importancia de mantener un entorno limpio y seguro, como recoger sus juguetes después de jugar y no compartir objetos personales, como cepillos de dientes o peines.

En cuanto a la actividad física, se fomenta el juego activo y se les enseña la importancia de mantenerse activos y disfrutar de diferentes formas de ejercicio. Los niños aprenden a través del juego y la exploración, por lo que se promueve el desarrollo de habilidades motoras y se les anima a participar en actividades físicas adecuadas para su edad, como correr, saltar, trepar o practicar deportes en equipo.

Además de estos aspectos, la educación para la salud en la etapa de infantil también incluye la prevención de accidentes y los primeros auxilios básicos. Los niños aprenden a identificar situaciones de riesgo, como jugar cerca de objetos peligrosos o cruzar la calle sin precaución, y se les enseñan medidas de seguridad para evitar accidentes. También se les proporcionan conocimientos básicos de primeros auxilios, como saber cómo actuar ante una pequeña herida, una quemadura leve o una caída.

La familia en la educación para la salud

La familia juega un papel fundamental en la educación para la salud de los niños. Como primeros y principales cuidadores de los niños, los miembros de la familia tienen una influencia directa en la formación de los hábitos y comportamientos saludables de los niños desde una edad temprana. La educación para la salud en el contexto familiar se basa en la transmisión de conocimientos, valores y actitudes relacionadas con la salud. La familia puede proporcionar información y educar a los niños sobre temas como la alimentación saludable, la higiene personal, la importancia del descanso adecuado, la actividad física regular y la prevención de accidentes.

Además de la transmisión de conocimientos, la familia también tiene un papel crucial en la modelación de comportamientos saludables. Los niños aprenden observando y imitando a sus padres y miembros de la familia, por lo que es esencial que los adultos sean modelos a seguir en términos de hábitos saludables. Esto implica llevar una alimentación equilibrada, practicar actividad física regularmente, mantener una buena higiene y cuidar de su propia salud.

Es importante destacar que la educación para la salud en la familia va más allá de los conocimientos y comportamientos individuales. También implica la promoción de relaciones saludables y el fomento de un ambiente familiar positivo, donde se cultiven valores como el respeto, la empatía, la comunicación y el apoyo emocional. Estos aspectos contribuyen al bienestar general de los niños y a su capacidad para tomar decisiones saludables a lo largo de su vida.

La comunicación familia – escuela es fundamental en la adquisición de buenos hábitos de salud. Esto implica establecer horarios regulares para las comidas y el sueño, asegurar una alimentación equilibrada en el hogar, proporcionar un entorno seguro y limpio, y fomentar la participación en actividades físicas y deportivas en familia. La escuela de padres, las reuniones periódicas con los maestros, la elaboración de panfletos de información,…; puede contribuir al desarrollo integral del alumnado y al trabajo en equipo familia-escuela.

2.2. Educación para la salud en el currículo de Infantil

En la LOMLOE, se destaca la importancia de la educación para la salud como parte del desarrollo integral del ser humano:

“En ambos ciclos de la educación infantil se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, a la gestión emocional, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento del entorno, de los seres vivos que en él conviven y de las características físicas y sociales del medio en el que viven. También se incluirán la educación en valores, la educación para el consumo responsable y sostenible y la promoción y educación para la salud. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada e igualitaria y adquieran autonomía personal.»

En los objetivos de etapa podemos destacar:

“k) Valorar la higiene y la salud, aceptar el propio cuerpo y el de los otros, respetar las diferencias y utilizar la educación física, el deporte y la alimentación como medios para favorecer el desarrollo personal y social.”

“n) Desarrollar hábitos cotidianos de movilidad activa autónoma saludable, fomentando la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la prevención de los accidentes de tráfico.”

Incluir información relacionada de la legislación educativa autonómica correspondiente.

3. Actitudes y hábitos referidos al descanso, higiene y actividad infantil

Las actitudes y hábitos referidos al descanso, higiene y actividad infantil son fundamentales para promover el bienestar y la salud de los niños. A continuación, se presentan algunas actitudes y hábitos saludables en relación a estos aspectos:

Descanso:

  1. Establecer rutinas de sueño: Es importante establecer horarios regulares para acostarse y levantarse, proporcionando a los niños una cantidad adecuada de horas de sueño según su edad. La escuela puede promover la importancia de un sueño adecuado estableciendo horarios de inicio y finalización de las clases que permitan a los niños tener suficiente tiempo para descansar y dormir lo necesario para su edad.
  2. Crear un ambiente propicio para el descanso: Mantener una habitación tranquila, oscura y bien ventilada puede favorecer un sueño reparador. Además, fomentar la presencia de un ambiente cómodo y seguro, con una cama adecuada y ropa de cama limpia. La escuela puede asegurarse de que las áreas de descanso, como las salas de siesta o los espacios de recreo, estén diseñadas para promover un descanso tranquilo y relajante.
  3. Evitar estímulos antes de dormir: Limitar el uso de dispositivos electrónicos, como tablets o teléfonos móviles, antes de acostarse, ya que pueden interferir con el sueño.

Higiene: La escuela puede enseñar y reforzar la importancia del lavado de manos regular, el cuidado dental adecuado y el uso de pañuelos al estornudar o toser. Se debe garantizar la disponibilidad de baños limpios y equipados con los suministros necesarios, como papel higiénico, jabón y toallas desechables.

  1. Lavado de manos adecuado: Enseñar a los niños la importancia de lavarse las manos regularmente, especialmente antes de las comidas, después de ir al baño y al regresar de la calle.
  2. Cepillado dental: Fomentar el cepillado dental después de cada comida y antes de acostarse, utilizando pasta dental con flúor adecuada para su edad.
  3. Higiene corporal: Inculcar en los niños el hábito de bañarse regularmente, mantener el cabello limpio y cuidar de su higiene personal, como el lavado y cuidado de las uñas.

Actividad física: La escuela puede incluir clases de educación física regulares y promover la participación en actividades deportivas y recreativas.

  1. Fomentar el juego activo: Animar a los niños a participar en actividades físicas y juegos al aire libre, como correr, saltar, andar en bicicleta, nadar o jugar a deportes en equipo.
  2. Limitar el tiempo de pantalla: Establecer límites al tiempo dedicado a ver televisión, jugar videojuegos o utilizar dispositivos electrónicos, y promover la participación en actividades físicas en su lugar.
  3. Incorporar pausas activas: Estimular la incorporación de pausas activas durante períodos de estudio o tareas sedentarias, donde los niños realicen ejercicios de estiramiento o actividad física suave.

En general, es esencial fomentar una actitud positiva hacia el descanso, la higiene y la actividad física en los niños. Esto implica brindarles información, educación y el ejemplo adecuado, así como crear un entorno favorable que respalde estos hábitos saludables. Al promover y mantener estas actitudes y hábitos desde la infancia, se sientan las bases para un estilo de vida saludable y equilibrado en el futuro.

4. Prevención de accidentes, primeros auxilios y enfermedades infantiles

La prevención de accidentes, los primeros auxilios y el manejo de enfermedades infantiles son aspectos fundamentales en la educación para la salud en la infancia. Estas áreas se centran en la protección y la seguridad de los niños, así como en la capacidad de responder de manera adecuada en situaciones de emergencia. A continuación, se presentan algunos aspectos clave en relación a la prevención de accidentes, los primeros auxilios y las enfermedades infantiles:

Prevención de accidentes:

  1. Ambientes seguros: Tanto en el hogar como en la escuela, es fundamental proporcionar un entorno seguro para los niños, eliminando posibles peligros y asegurando que los espacios estén libres de objetos o sustancias que puedan representar riesgos.
  2. Supervisión adecuada: Es importante que los adultos estén presentes y atentos a los niños en todo momento, especialmente en situaciones donde exista un mayor riesgo de accidentes, como al jugar cerca de agua, en áreas de juego o cerca de la calle.
  3. Educación sobre seguridad: Los niños deben recibir educación sobre cómo identificar y evitar situaciones de riesgo, como cruzar la calle de manera segura, no tocar objetos peligrosos o utilizar correctamente equipos deportivos.

Primeros auxilios:

  1. Formación en primeros auxilios: Los adultos responsables de los niños, tanto en el hogar como en la escuela, deben recibir capacitación básica en primeros auxilios para poder responder adecuadamente en caso de accidentes o emergencias médicas.
  2. Reconocimiento de situaciones de emergencia: Es esencial poder identificar las situaciones de emergencia, como heridas, quemaduras, atragantamientos o convulsiones, y saber cómo actuar de manera rápida y efectiva hasta que llegue la ayuda médica adecuada.
  3. Comunicación y contacto con servicios de emergencia: Los adultos deben saber cómo comunicarse con los servicios de emergencia y proporcionar la información necesaria para obtener ayuda rápida y adecuada.

Enfermedades infantiles:

  1. Vacunación: Es fundamental seguir los calendarios de vacunación recomendados para proteger a los niños contra enfermedades infecciosas y prevenibles.
  2. Higiene y prevención de enfermedades: Los niños deben ser educados sobre prácticas de higiene, como lavado de manos adecuado, uso de pañuelos al estornudar o toser, y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
  3. Atención médica y seguimiento: Los padres y cuidadores deben estar atentos a los signos y síntomas de enfermedades comunes en la infancia, y buscar atención médica adecuada cuando sea necesario. También es importante seguir las recomendaciones médicas y realizar los chequeos periódicos necesarios.

Primeros auxilios en la escuela

En la escuela, los accidentes más comunes que pueden ocurrir incluyen:

  1. Caídas: Las caídas son una de las principales causas de accidentes en la escuela. Pueden ocurrir al correr en pasillos, jugar en áreas de recreo o utilizar escaleras de manera incorrecta.
  2. Golpes y colisiones: Los niños pueden chocar entre sí mientras juegan o corren, lo que puede resultar en lesiones como contusiones, cortes o hematomas.
  3. Lesiones durante actividades físicas: Durante las clases de educación física o en actividades deportivas, los niños pueden sufrir torceduras, esguinces, fracturas u otras lesiones musculoesqueléticas.
  4. Lesiones en el patio de recreo: Los niños pueden caerse de los juegos, columpios o resbaladillas del patio de recreo, lo que puede resultar en fracturas, esguinces o contusiones.
  5. Intoxicaciones: Si los productos químicos o de limpieza no se almacenan adecuadamente, los niños pueden tener acceso a ellos y sufrir intoxicaciones accidentales.
  6. Accidentes con objetos afilados: Los niños pueden sufrir cortes o lesiones con objetos afilados, como tijeras, cuchillos o materiales de arte, si no se manejan con cuidado.

Es importante destacar que la prevención de accidentes en la escuela es fundamental. Para ello, se deben tomar medidas de seguridad adecuadas, como mantener los espacios limpios y organizados, supervisar a los niños en todo momento, proporcionar equipos de protección cuando sea necesario y brindar educación sobre seguridad a los estudiantes. Además, contar con personal capacitado en primeros auxilios y saber cómo responder adecuadamente en caso de accidente es esencial para garantizar una respuesta rápida y efectiva en situaciones de emergencia.

Enfermedades más comunes en la infancia

En la escuela, es común que los niños puedan verse afectados por diversas enfermedades. Algunas de las enfermedades infantiles más comunes que pueden aparecer en el entorno escolar:

  1. Resfriado común: El resfriado común es una enfermedad viral que se propaga fácilmente en entornos escolares. Los síntomas típicos incluyen congestión nasal, estornudos, tos y dolor de garganta.
  2. Gripe: La gripe también es una enfermedad viral que puede propagarse rápidamente en la escuela. Los síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, dolores musculares, dolor de cabeza y fatiga.
  3. Conjuntivitis: La conjuntivitis, o “ojo rosado”, es una inflamación de la membrana que recubre el ojo y el interior de los párpados. Se transmite fácilmente y puede causar enrojecimiento, picazón, secreción y sensibilidad a la luz.
  4. Pediculosis (piojos): La infestación de piojos es común en entornos escolares, donde los niños pueden tener un contacto cercano. Los piojos son pequeños insectos que se adhieren al cuero cabelludo y causan picazón intensa.
  5. Varicela: La varicela es una enfermedad viral altamente contagiosa que se caracteriza por la aparición de ampollas llenas de líquido en todo el cuerpo. Puede transmitirse fácilmente en la escuela a través del contacto directo con las ampollas o con las secreciones respiratorias de una persona infectada.
  6. Gastroenteritis: La gastroenteritis, o “enfermedad estomacal”, es una inflamación del tracto gastrointestinal causada generalmente por virus o bacterias. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre.
  7. Infecciones de las vías respiratorias superiores: Las infecciones como la faringitis (inflamación de la garganta) y la amigdalitis (inflamación de las amígdalas) son comunes en la infancia y pueden ser causadas por virus o bacterias.

Es importante tener en cuenta que la prevención y el control de enfermedades en la escuela se logran mediante buenas prácticas de higiene, como el lavado de manos frecuente, la desinfección de superficies y objetos compartidos, y la promoción de la vacunación. Además, es fundamental que los padres y el personal escolar estén atentos a los síntomas de enfermedad y tomen las medidas adecuadas para evitar la propagación de infecciones. En caso de enfermedad, se debe seguir la orientación médica y mantener al niño en casa hasta que se recupere completamente para evitar la transmisión a otros estudiantes.

5. Criterios para la intervención educativa

Los criterios para la intervención educativa en la educación para la salud en la etapa de Infantil se basan en enfoques pedagógicos y principios que promueven el aprendizaje y el desarrollo integral de los niños. A continuación, se presentan algunos criterios importantes a considerar:

  1. Enfoque lúdico y participativo: El aprendizaje en la etapa de Infantil se realiza principalmente a través del juego y la participación activa. Las intervenciones educativas en salud deben ser diseñadas de manera lúdica, utilizando actividades y materiales que involucren a los niños de manera divertida y motivadora. Bustelo destaca que “en la etapa de infantil, es esencial promover un enfoque lúdico y participativo en la educación para la salud, utilizando el juego como herramienta para el aprendizaje y la adquisición de habilidades.”
  2. Adaptación al nivel de desarrollo: Las intervenciones deben adaptarse al nivel de desarrollo de los niños en la etapa de Infantil. Esto implica utilizar un lenguaje y una presentación visual adecuada, con actividades y ejemplos concretos que sean comprensibles para los niños pequeños.
  3. Enfoque práctico y experiencial: Es importante que los niños tengan la oportunidad de experimentar y practicar lo que aprenden. Las intervenciones deben incluir actividades prácticas, como simulaciones de situaciones de emergencia, práctica de técnicas de higiene o juegos que promuevan la actividad física.
  4. Participación de la familia: La participación de las familias es esencial en la educación para la salud en la etapa de Infantil. Las intervenciones deben involucrar a las familias, brindándoles información y orientación sobre cómo apoyar los hábitos saludables en el hogar y cómo actuar en situaciones de emergencia. Tal y como indica Ruiz y Yagüe: “La participación activa de la familia en la educación para la salud es fundamental para establecer una base sólida de hábitos saludables en la vida de los niños.”
  5. Enfoque integral: La educación para la salud en la etapa de Infantil debe abordar diferentes aspectos de la salud, como el descanso, la higiene, la actividad física, la alimentación saludable y la prevención de enfermedades y accidentes. Las intervenciones deben ser integrales, abordando todos estos aspectos de manera equilibrada.
  6. Continuidad y repetición: Los conceptos y habilidades relacionados con la salud deben ser abordados de manera continua y repetitiva a lo largo del año escolar. La repetición de información y prácticas ayuda a reforzar el aprendizaje y a establecer hábitos saludables duraderos.
  7. Evaluación y seguimiento: Es importante realizar una evaluación continua del impacto de las intervenciones educativas en salud. Esto permite identificar áreas de mejora, ajustar las estrategias y evaluar el cambio de actitudes y comportamientos de los niños y sus familias.

6. Conclusiones

Este tema abarca diferentes aspectos relacionados con el descanso, la higiene, la actividad infantil, la prevención de accidentes, los primeros auxilios y las enfermedades infantiles. Algunas conclusiones importantes son las siguientes:

  1. La familia juega un papel fundamental en la educación para la salud. Su participación activa y el establecimiento de hábitos saludables en el hogar son esenciales para promover el bienestar y la seguridad de los niños.
  2. Las actitudes y hábitos relacionados con el descanso, la higiene y la actividad física son fundamentales para el desarrollo saludable de los niños. Es necesario promover un equilibrio adecuado entre el tiempo de descanso, la práctica de hábitos higiénicos y la participación en actividades físicas adecuadas para su edad.
  3. La prevención de accidentes en la escuela implica crear entornos seguros, supervisar adecuadamente a los niños y proporcionar educación sobre seguridad. La capacitación en primeros auxilios es esencial para responder de manera efectiva en situaciones de emergencia.
  4. La vacunación, la promoción de la higiene y la atención médica adecuada son elementos clave en la prevención y manejo de enfermedades infantiles. La colaboración entre las familias, las instituciones educativas y los profesionales de la salud es fundamental para mantener a los niños saludables.
  5. La intervención educativa en la educación para la salud en la etapa de infantil debe ser lúdica, adaptada al nivel de desarrollo de los niños y promover la participación activa. La continuidad, la evaluación y el seguimiento son aspectos esenciales para garantizar el aprendizaje y el desarrollo de habilidades para el cuidado de la salud.

En general, la educación para la salud en la etapa de infantil busca promover estilos de vida saludables, prevenir accidentes y enfermedades, y desarrollar habilidades que contribuyan al bienestar y la seguridad de los niños. Al fomentar hábitos saludables desde temprana edad y brindarles las herramientas necesarias, estamos sentando las bases para que los niños crezcan sanos, seguros y con una conciencia adecuada sobre su salud y bienestar.

7. Bibliografía

  • Ley Orgánica 3/2020 del 29 de diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE)
  • Fernández-Castillo, A., & López, E. (2017). Manual de Educación para la Salud Infantil. Barcelona: Elsevier España.
  • Ruiz, M., & Yagüe, M.I. (2015). Educación para la Salud en Educación Infantil. Madrid: Narcea Ediciones.
  • Ramírez, R.M., & Méndez, A.R. (2016). Educación para la Salud en la Infancia: Enfoques, Estrategias y Recursos. Madrid: Wolters Kluwer.