Tema 24: Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares para alumnos y alumnas con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad. Organización de la respuesta educativa

INDICE

1. Introducción

2. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares para alumnos y alumnas con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

2.1. Alumnado con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

2.2. Concepto de adaptación curricular

2.3. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares

3. Organización de la respuesta educativa

3.1. Identificación del alumnado con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

3.2. Respuesta educativa

4. Conclusiones

5. Bibliografía

1. Introducción

La inclusión educativa es un principio fundamental en el desarrollo de nuestro sistema de enseñanza, y uno de los retos más significativos en este ámbito es la atención a la diversidad del alumnado. Dentro de este contexto, los alumnos y alumnas con autismo y otras alteraciones graves de la personalidad presentan necesidades específicas que requieren una planificación y adaptación curricular minuciosa para garantizar su acceso pleno y efectivo a la educación.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras alteraciones graves de la personalidad se caracterizan por una diversidad de manifestaciones que afectan principalmente la comunicación, la interacción social y la conducta. Estas características heterogéneas demandan un enfoque personalizado que permita a cada estudiante desarrollarse conforme a sus capacidades y potencialidades. La elaboración de adaptaciones curriculares se convierte así en una herramienta esencial para responder de manera adecuada a estas necesidades.

Las adaptaciones curriculares pueden ser de dos tipos: no significativas, que implican ajustes en la metodología, los recursos o los tiempos, sin modificar los objetivos fundamentales del currículo, y significativas, que suponen cambios en los objetivos y contenidos esenciales de las áreas curriculares. La selección y aplicación de estas adaptaciones deben basarse en una evaluación exhaustiva de las capacidades, intereses y necesidades de cada alumno, así como en la colaboración activa de todos los agentes educativos implicados: profesores, especialistas, familias y el propio alumnado.

La organización de la respuesta educativa para los alumnos con autismo y otras alteraciones graves de la personalidad debe considerar también aspectos como la creación de entornos educativos inclusivos, el diseño de estrategias de intervención individualizadas y el uso de tecnologías de apoyo. Además, es crucial la formación continua del personal docente y la sensibilización de la comunidad educativa para promover una cultura de inclusión y respeto hacia la diversidad.

Para el desarrollo de este tema nos basaremos en la legislación educativa vigente. Podemos destacar la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación (LOE) con las modificaciones introducidas por la Ley Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre (LOMLOE). Asimismo considerar… (incorporar legislación autonómica correspondiente).

De dicha legislación y en relación con el tema, debemos tener en cuenta el título II, capítulo I de la LOMLOE dónde se indica que el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNEAE) está compuesto por:

  • Alumnado con necesidades educativas especiales (NEE)
  • Retraso madurativo
  • Trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación
  • Trastornos de atención o de aprendizaje
  • Desconocimiento grave de la lengua de aprendizaje
  • En situación de vulnerabilidad socioeducativa
  • Altas capacidades intelectuales
  • Incorporación tardía al sistema educativo
  • Condiciones personales de historia escolar

Asimismo, la LOMLOE, en su artículo 71, reconoce y regula las medidas de atención a la diversidad del alumnado, poniendo énfasis en la inclusión y en la adecuación de la respuesta educativa a las necesidades específicas de cada estudiante; incluyendo al alumnado TEA o con trastornos graves de la personalidad.

En este tema comenzaremos exponiendo los criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares para alumnos y alumnas con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad , pasando continuación a la organización de la respuesta educativa.

2. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares para alumnos y alumnas con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

2.1. Alumnado con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras alteraciones graves de la personalidad son condiciones que presentan una variedad de manifestaciones, las cuales pueden afectar la comunicación, la interacción social, el comportamiento y el aprendizaje. Estas características tan diversas demandan una planificación educativa individualizada que respete las diferencias y potencialidades de cada alumno. Las adaptaciones curriculares se convierten en una herramienta clave para adecuar el proceso de enseñanza-aprendizaje a las necesidades de estos estudiantes, garantizando así su participación y éxito académico.

2.2. Concepto de adaptación curricular

Las adaptaciones curriculares pueden clasificarse en dos tipos principales: adaptaciones no significativas, que implican modificaciones en aspectos como la metodología, los recursos didácticos, el tiempo y la organización del aula sin alterar los objetivos fundamentales del currículo, y adaptaciones significativas, que suponen cambios en los objetivos y contenidos esenciales de las áreas curriculares. La elección entre estos tipos de adaptaciones depende de una evaluación integral del alumno, considerando sus fortalezas, desafíos, intereses y el contexto educativo en el que se desenvuelve.

Además de las adaptaciones curriculares, la organización de la respuesta educativa debe incluir la creación de entornos inclusivos que fomenten la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes. Esto implica la implementación de estrategias de intervención individualizadas, el uso de tecnologías de apoyo, y la colaboración entre todos los agentes educativos, incluyendo docentes, especialistas, familias y los propios alumnos. La formación continua del personal docente y la sensibilización de toda la comunidad educativa son también elementos esenciales para promover una cultura inclusiva y respetuosa de la diversidad.

2.3. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares

La elaboración de adaptaciones curriculares para alumnado TEA o con otras alteraciones graves de la personalidad es un proceso esencial para garantizar su inclusión y éxito en el entorno educativo. A continuación, se presentan los principales criterios a considerar:

  1. Evaluación Inicial Integral: Se debe realizar una evaluación exhaustiva que incluya aspectos cognitivos, emocionales, sociales y conductuales del alumno, obteniendo información de diversas fuentes como informes médicos, evaluaciones psicológicas, observaciones en el aula y entrevistas con la familia.
  2. Individualización del Proceso de Aprendizaje: Diseñar un plan personalizado que detalle los objetivos, estrategias y adaptaciones específicas para cada alumno. Se deben establecer metas a corto y largo plazo que sean realistas y alcanzables, adaptadas a las capacidades y ritmo de aprendizaje del alumno.
  3. Adaptaciones Curriculares No Significativas: Utilizar metodologías activas y participativas, como el aprendizaje cooperativo y el uso de apoyos visuales, adaptar materiales didácticos para hacerlos más accesibles, como el uso de pictogramas, gráficos y recursos digitales interactivos y ajustar los tiempos de trabajo y descanso, así como la disposición del aula, para reducir distracciones y facilitar la concentración.
  4. Adaptaciones Curriculares Significativas: Se deben adaptar los contenidos curriculares esenciales según las necesidades y capacidades del alumno, manteniendo la coherencia con el currículo general; y ajustar los objetivos de aprendizaje para que sean relevantes y accesibles, garantizando que se centren en habilidades funcionales y prácticas.
  5. Estrategias de Intervención y Apoyo: Implementar estrategias de intervención conductual positiva, como el refuerzo positivo, para fomentar comportamientos adecuados y reducir conductas disruptivas. Y utilizar tecnologías de apoyo, como aplicaciones educativas y dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa, para facilitar el aprendizaje y la comunicación.
  6. Formación y Colaboración del Personal Educativo: Es fundamental proporcionar formación continua a los docentes y al personal de apoyo sobre estrategias educativas específicas para alumnado con autismo y otras alteraciones graves de la personalidad. No debemos olvidar fomentar la colaboración entre todos los miembros del equipo educativo, incluyendo maestros, especialistas, psicólogos, y la familia del alumno.
  7. Implicación de la familia y del alumno: Se debe involucrar a la familia en el proceso educativo, manteniendo una comunicación constante y colaborativa; y promover la participación activa del alumno en su propio proceso de aprendizaje, respetando sus intereses y preferencias.
  8. Evaluación y Seguimiento Continuo: La evaluación debe ser continua y global, tal y como se indica en la legislación vigente. Por lo tanto, se debe realizar un seguimiento continuo del progreso del alumno para ajustar las adaptaciones y estrategias según sea necesario. Asimismo, utilizar evaluaciones formativas para obtener retroalimentación constante y asegurar que las adaptaciones están teniendo el impacto deseado.

3. Organización de la respuesta educativa

3.1. Identificación del alumnado con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad

La identificación temprana y precisa del alumnado con autismo o con otras alteraciones graves de la personalidad es fundamental para ofrecer una respuesta educativa adecuada y garantizar su inclusión en el entorno escolar. Este proceso requiere una evaluación multidisciplinaria y una colaboración estrecha entre todos los agentes educativos y la familia. A continuación, se detallan los principales aspectos y pasos para la identificación de estos alumnos:

  1. Detección Temprana: Los docentes deben estar atentos a señales tempranas de autismo o alteraciones graves de la personalidad, como dificultades en la comunicación, interacción social limitada, comportamientos repetitivos, y reacciones inusuales a estímulos sensoriales. Tras observar señales que indiquen dificultades de desarrollo y/o aprendizaje, se deben utilizar herramientas de detección estandarizadas.
  2. Evaluación Multidisciplinaria: Se debe Involucrar a un equipo multidisciplinario que incluya psicólogos, pedagogos, logopedas, y otros especialistas relevantes para llevar a cabo una evaluación exhaustiva del alumno. Además se deben realizar entrevistas detalladas y utilizar cuestionarios específicos para padres y cuidadores para obtener información sobre el desarrollo temprano del niño, sus comportamientos en el hogar y su historia médica.
  3. Diagnóstico Clínico y evaluación psicopedagógica: El diagnóstico debe considerar los criterios establecidos en manuales diagnósticos reconocidos, como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Asimismo, se realizará una evaluación psicopedagógica para identificar las necesidades educativas especiales del alumno, incluyendo áreas de aprendizaje, comunicación, habilidades sociales, y comportamiento. El equipo de orientación debe elaborar un informe psicopedagógico detallado que incluya una descripción de las características del alumno, sus fortalezas y necesidades específicas, y recomendaciones para la intervención educativa.
  4. Comunicación y Colaboración con la Familia: Tal y como hemos mencionado anteriormente, se deben mantener reuniones regulares con la familia para informarles sobre los resultados de las evaluaciones, el diagnóstico, y las recomendaciones educativas. Asimismo se debe proporcionar apoyo y orientación a la familia sobre cómo pueden colaborar en el proceso educativo y cómo pueden manejar las dificultades asociadas al autismo o a otras alteraciones graves de la personalidad en el hogar.
  5. Planificación de la Respuesta Educativa: Basándose en el informe psicopedagógico, se debe diseñar un plan que detalle los objetivos educativos específicos, las adaptaciones curriculares necesarias, y las estrategias de intervención individualizadas para el alumno de forma colegiada entre el equipo de orientación y maestros que intervengan en el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumno. De igual forma se debe realizar un seguimiento continuo del progreso del alumno, ajustando las intervenciones y adaptaciones según sea necesario.
  6. Formación del Personal Docente: El centro debe proporcionar formación específica a los docentes y al personal de apoyo así como sobre las estrategias educativas más efectivas para atender a la diversidad y lograr una educación inclusiva.

3.2. Respuesta educativa

Como hemos visto anteriormente, se debe realizar una evaluación inicial exhaustiva y establecer evaluaciones periódicas para adaptar el plan individualizado del alumno TEA a sus progresos y necesidades. Asimismo, es esencial definir objetivos educativos claros y alcanzables, centrados en el desarrollo de habilidades académicas, sociales y de autonomía; e involucrar a un equipo multidisciplinario, incluyendo maestros, especialistas, psicólogos y la familia.

En relación con las adaptaciones curriculares no significativas podemos utilizar estrategias didácticas variadas y activas, como el aprendizaje cooperativo y el uso de apoyos visuales y tecnológicos. Además se debe diseñar un entorno de aprendizaje estructurado, con rutinas claras y previsibles, y minimizando estímulos que puedan causar distracción o sobrecarga sensorial. Se pueden ofrecer tiempos adicionales para completar tareas y adaptar las formas de evaluación a las capacidades del alumno. Los materiales didácticos deben ser accesibles, utilizando pictogramas, gráficos, y recursos digitales interactivos. Podemos utilizar tecnologías de apoyo, como aplicaciones educativas y dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (CAA), para facilitar la comunicación y el aprendizaje.

En las adaptaciones curriculares significativas se deben ajustar los contenidos curriculares esenciales para hacerlos más accesibles y relevantes, enfocándose en habilidades funcionales y prácticas.

Además se deben implementar estrategias de intervención conductual positiva, como el refuerzo positivo y la enseñanza de habilidades alternativas para reemplazar conductas problemáticas. Y proporcionar apoyo emocional y social mediante programas de habilidades sociales, actividades de integración y el establecimiento de relaciones positivas con compañeros y adultos.

En relación con el grupo- clase y el centro se debe crear un entorno inclusivo, indicado en el Plan de Atención a la Diversidad del centro (en la Comunidad de Madrid, se denomina Plan Incluyo). Por ello, se debe fomentar una cultura escolar inclusiva y respetuosa, sensibilizando a toda la comunidad educativa sobre las necesidades y capacidades del alumnado TEA y otras alteraciones graves de la personalidad.

4. Conclusiones

La inclusión educativa del alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras alteraciones graves de la personalidad es un desafío y una responsabilidad que requiere una respuesta educativa bien planificada, individualizada y colaborativa. La correcta identificación y evaluación de estos alumnos es el primer paso esencial para ofrecer una educación que se ajuste a sus necesidades específicas.

El desarrollo de adaptaciones curriculares, tanto significativas como no significativas, permite crear un entorno de aprendizaje accesible y efectivo, donde cada alumno pueda desarrollar al máximo sus capacidades. La implementación de un Plan de Atención Individualizado es fundamental para establecer objetivos claros y estrategias personalizadas que guíen el proceso educativo.

Además, la colaboración estrecha entre todos los agentes educativos, incluyendo maestros, especialistas, psicólogos y familias, es crucial para asegurar una intervención coherente y efectiva. La formación continua y el apoyo a los docentes garantizan que dispongan de las herramientas necesarias para enfrentar los retos que plantea la diversidad en el aula.

Promover un entorno escolar inclusivo y sensibilizar a la comunidad educativa sobre las características y necesidades del alumnado con TEA y otras alteraciones graves de la personalidad es también vital. La creación de una cultura de respeto y empatía favorece la integración y el bienestar de estos alumnos, contribuyendo a su desarrollo personal y académico.

En conclusión, la respuesta educativa para el alumnado con TEA y otras alteraciones graves de la personalidad debe ser dinámica, flexible y centrada en la persona. Solo así se puede garantizar una educación equitativa y de calidad que permita a todos los alumnos alcanzar su máximo potencial y participar plenamente en la sociedad.

5. Bibliografía

  • Pasarín- Lavín, T. (2021): Atención a la diversidad: Claves para una inclusión real en el aula ordinaria. Amazon Kindle Direct Publishing
  • Ley Orgánica 2/2006 de 3 de Mayo de Educación (LOE)
  • Ley Orgánica 3/2020 de 29 de Diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo (LOMLOE)