El desarrollo del lenguaje es un proceso complejo. La competencia comunicativa está compuesta por diferentes destrezas o subcompetencias articuladas alrededor de dos ejes: expresión y comprensión que a su vez pueden ser oral o escrita. Las distintas dificultades o trastornos del lenguaje pueden ser muy variados y afectar en mayor o menor medida a la escritura, lectura, escucha y habla.

Aunque existen profesores especialistas que apoyan y ayudan en la superación estas dificultades como el profesor/a de Audición y Lenguaje, el profesor/a de Educación Especial,…; lo cierto es que en muchas ocasiones, el tutor de aula es el primero en percibir una carencia, retraso o dificultad del lenguaje.

Trastornos del lenguaje

Los trastornos lingüísticos pueden ser causados por:

• Alteraciones orgánicas
• Funcionales
• Orgánico- funcionales
• Endocrinas
• Ambientales (culturales o económicas)
• Psicosomaticas

Los trastornos del lenguaje también los podemos clasificar en:

• Trastornos de la organización fónica: Pueden ser por carencia de destrezas verbales básicas (dislalia, inmadurez articulatoria, malformaciones orgánicas y disartria) o por carencia de entonación y prosodia (tartamudez, taquilalia, disfemia, disritmias y disfonías)
• Trastornos de la organización morfosintáctica: Como dificultad al estructurar una frase, en el uso de flexiones (singular- plural, tiempos verbales, masculino – femenino,…), en el uso de nexos y proposiciones compuestas, y al ordenar ideas.
• Trastornos por lesiones cerebrales: Disfasia y afasia producidas después o durante la adquisición del lenguaje.

Algunas de estos trastornos pueden ser trabajados por el tutor en el aula de Primaria y otras debe intervenir el logopeda u otro especialista. Por supuesto, toda intervención debe realizarse en coordinación con los padres del alumno o alumna.

Según estudios las dificultades lingüísticas más comunes en el Primaria son:

• Disfonías
• Tartamudez
• Retraso lingüístico simple
• Afasia
• Disfasia
• Dislexia
• Disgrafía
• Disortografía

Los diferentes trastornos lingüísticos los podemos ver manifestados comúnmente, en los siguientes errores de la lectoescritura:

• Confusión de letras de simetría opuesta
• Confusión de letras presididas por un sonido (/p/ por /c/) o por su punto de articulación (/ch/, /ll/, /y/ , /ñ/)
• Confusión de las guturales (/g/, /j/. /q/)
• Alteraciones en el orden de las letras en silabas y palabras
• Sustituciones semánticas
• Errores de separación de palabras
• Falta de rapidez al leer. sin entonación y ritmo

Respecto a los errores que podemos observar en la adquisición de una segunda lengua son:

• Interferencias entre la primera y la segunda lengua
• Diferencias estructurales entre dos lenguas o idiomas

Aunque el campo de los trastornos lingüísticos es muy amplio, en este articulo encontrarás información sobre las más comunes.

Disfonía

La disfonía es la perdida del timbre normal de la voz. Cuando se pierde totalmente la capacidad de producir sonidos se denomina afonía. Es común que a lo largo de nuestra carrera docente haya un niño que haya perdido la voz, o incluso nosotros mismos. Las posibles causas de esta perdida son nódulos producidos por la gripe o resfriado, edemas cordales o trastornos funcionales como mala técnica respiratoria o abuso de la voz.

Las orientaciones que debemos seguir con este tipo de alumnos son:

• Evitar ambientes ruidosos, que siempre obligan a subir la intensidad de la voz.
• Hablar despacio y con pausas; con tranquilidad.
• Evitar factores que pueden irritar las cuerdas vocales (humo, polvo, polución,…).
• Incrementar la humedad ambiental si hay calefacción.
• Impedir cambios bruscos de temperatura.
• Evitar y tratar cualquier infección de las vías respiratorias.
• No gritar.
• A la hora de hablar mantener una postura corporal correcta y también la posición de la cabeza.
• Beber agua a lo largo del día, evitando así la sequedad y facilitando la elasticidad de los tejidos.

Tartamudez o disfemia

Según estudios, el 1% de la población mundial es tartamuda. La tartamudez o disfemia, según definiciones es un trastorno del habla, permanente o circunstancial, que se caracteriza por las repeticiones e interrupciones involuntarias en la emisión de palabras y puede ir acompañado de diversos movimientos del rostro y alteraciones respiratorias. La gran mayoría de los casos de tartamudez se diagnostican entre los 2 y 4 años. La tartamudez no tratada provoca grandes dificultades en las relaciones sociales, la autoestima y en el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela.

Su tratamiento debe ser guiado por un logopeda en coordinación con los padres y el tutor. Algunas estrategias que debemos considerar con este tipo de alumnos son:

• Trabajar la lectura, ya que mejoran con ella  (cuando leen, sobre todo en los casos más severos, en los leves o más encubiertos en cambio pueden empeorar con la lectura).
• Mejoran cuando se habla a la vez que otra persona (ensombrecimiento).
• En situaciones disfóricas (euforia o enfado) suelen mejorar (pierden en alguna manera el control del habla y esto les viene bien, ya que controla demasiado el habla).
• Empeoran cuando están en situación de cansancio forma física o psíquica baja.
• Los ejercicios de respiración, fonación, articulación que relajan los músculos implicados.
• La ansiedad del disfémico, el componente emocional está muy relacionado con la conciencia del problema y por lo tanto con un sensibilización hacia él mismo.
• Leer frases y repetirlas frente al espejo.
• Mirarse al espejo mientras expresan sentimientos acerca de su tartamudez.
• Repetir varias veces. “mi nombre es …. y soy tartamudo”, grabarlo y escucharlo muchas veces.
• Hablar de lo que uno siente con respecto a los demás, de lo que cree que piensan los demás.
• Generar empatía y normalizar su situación mediante el modelado. Un tartamudo muy conocido fue el rey Jorge VI de Reino Unido. En la película “El discurso del rey” podemos conocer como tuvo que superar su tartamudez.
• Feedback auditivo.
• Manipular el intervalo y hacerlo progresivamente disruptivo para ayudarle a controlar su tartamudeo.
• Enseñar a controlar el habla bajo presión: Para ir incrementando progresivamente la resistencia diferentes situaciones que va a tener que afrontar el sujeto.
• Escribir al tiempo que se habla.
• Cantar: Se ha demostrado que esta técnica ayuda a controlar la velocidad y está basado en el ritmo de producción.

Respecto a la interacción con el alumno considerar las siguientes pautas:

• Evitar cualquier gesto que le haga consciente de su dificultad y aumente su ansiedad
• No manifestar impaciencia
• Estar atentos al contenido del mensaje y no a la forma (dirigir las respuestas a lo que ha dicho sin mencionar el cómo lo ha dicho)
• No interrumpir ni intervenir para terminar sus frases
• No sugerirle que hable despacio, pensando que lo va a hacer mejor

Retraso lingüístico simple

Es cuando el niño sin ninguna causa aparente adquiere el lenguaje más tarde que el resto de los niños. Es decir, un desfase cronológico. Según el grado de retraso puede ser leve (de 3 meses), moderado (entre 3 y 9 meses) y severo (más de 9 meses). No debe confundirse con disfasia.

Afasia

Es una alteración del lenguaje debido a lesiones cerebrales (una caída, un accidente de tráfico,…) producidas después de la adquisición del lenguaje o durante su adquisición. Lennenberg (1975) propuso un esquema acerca de la relación entre el período de desarrollo del lenguaje y su pronóstico:

• Si la lesión cerebral tuviera lugar antes de los 3 años, la recuperación es completa y rápida, se trata más de una nueva adquisición que de una recuperación.
• Antes de los 10 años, ya se trataría de una verdadera afasia aunque con una recuperación satisfactoria.
• Si la lesión ocurre entre los 11 y 14 años de edad, la recuperación sería menos probable, tratándose de un trastorno afásico muy similar al adulto.

La afasia según el área del cerebro que ha sido dañada y como se manifiesta puede ser:

• Sensorial o de Wernike: Presenta problemas de discriminación fonética
• Acústico – amnésica: Se considera una variante de la anterior. Se caracteriza por la dificultad en retener rasgos auditivos del lenguaje. Es decir, no recuerdan como pronunciar determinadas palabras.
• Motora o afasia de Broca: Consiste en la imposibilidad de hallar la combinación de movimientos necesarios para pronunciar los fonemas o cadenas sonoras. También puede manifestarse en la confusión fonemas parecidos o hablar de forma telegráfica.
• Dinámica: Presenta dificultad en organizar ideas y transformarlas en verbalizaciones.
• Semántica: Dificultad al distinguir el significado de una frase en relación con el contexto.
• Pragmática: Las palabras informativas aparecen con el sintaxis adecuada pero en contextos inadecuados.
• Global o total: El lenguaje oral es prácticamente inexistente. Es una combinación de todas las anteriores.

Disfasia

La disfasia implica que el desarrollo del lenguaje está alterado de forma severa, tanto para producir habla como para comprender. A diferencia de la afasia, esta alteración no se explica por problemas intelectuales, sensoriales, motores o lesiones neurológicas. Su origen puede establecerse en la falta de estímulos que han limitado el desarrollo del lenguaje, por ejemplo niños con sordera, casos de niños que han crecido con animales,…

Frecuentemente se ven acompañados por problemas asociados como atención dispersa, aislamiento,… . Siempre con la duda de si son causas o efectos del trastorno. Las características que presentan los disfasicos se completan en dos planos distintos:

• Campo lingüístico: Deficiencia expresiva que implica que el disfásico no reproduce dos sílabas sin significado y presenta dificultad en repetir frases. Tienen deficiente integración auditiva y su código de vocabulario es muy reducido. Utilizan las perífrasis. Y deficiencia receptiva que supone no reconocer palabras.
• Organización psíquica: Son sujetos que obtienen muy bajo rendimiento en pruebas verbales y tienen desestructuración espacial. Muchos niños presentan además trastornos del ritmo y pequeñas dificultades motoras. En la integración escolar observamos que los disfásicos difícilmente aprenden a leer, presentan dificultades en establecer relaciones fonéticas-gráficas. Cuando llegan a los 10 años, este tipo de niño no consigue el grado de operatividad que le permite seguir estructuras lógicas.

Dislexia

Es la alteración de la capacidad de leer y escribir, ya que se confunden o se alteran el orden de las letras, sílabas o palabras. Las dificultades que permiten detectar la dislexia en Primaria son:

Dislexia de 6 a 7 años

• Retraso en el lenguaje
• Confusión de palabras
• Dificultad expresiva
• Dificultad para identificar las letras y los sonidos asociados a las letras (fonemas)
• Lectura en espejo
• Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas
• Falta de control y manejo del lápiz y las tijeras
• Lateralidad cruzada
• Escasas habilidades sociales

Dislexia de 7 a 12 años

• Lectura con errores, dificultosa y lenta
• Comprensión lectora escasa
• Inversión de letras, números y palabras
• Dificultad para trasladar el pensamiento oral al escrito
• Mala ortografía
• Confunde derecha e izquierda
• Letra ilegible y desordenada
• Mala pronunciación de las palabras
• Dificultad para nombrar objetos
• Dificultad con otros idiomas

Dislexia con mas de 12 años

• Problemas de concentración en la lectura y la escritura
• Fallo en la memoria inmediata
• Problemas de comprensión lectora
• Mala interpretación de la información
• Dificultades para organizar el espacio
• Dificultad al planificar del tiempo
• Trabaja con lentitud
• Dificultades en las relaciones sociales
• Evita leer, escribir y calcular
• Puede sufrir depresión, ansiedad,…

Algunas orientaciones en el aula con alumnos dislexicos son:

• Establecer criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender.
• Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los demás en sus áreas deficitarias.
• Coloque al estudiante cerca del profesor, de la pizarra, o en el área de trabajo y lejos de los ruidos, materiales u objetos que le puedan distraer.
• Fomentar el uso de agendas o calendarios de trabajo.
• Asegúrese de que entiende las tareas
• Dividir las lecciones en partes y comprobar, paso a paso, que las comprende
• La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.

• Puede requerir más práctica que un estudiante normal para dominar una nueva técnica.
• Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con la experiencia previa.
• Darle tiempo para organizar sus pensamientos, para terminar su trabajo.
• Proporcionar una copia de los apuntes de la lección para poder tomar notas durante las explicaciones.
• Usar tamaños de fuente más grandes y aumentar el espaciamiento de secciones.
• Combinar la información verbal y visual a la vez.
• Escribir los puntos clave o palabras en la pizarra antes de la explicación.
• Alguien puede ayudarle leyéndole el material de estudio y en especial los exámenes. Muchos disléxicos compensan los primeros años por el esfuerzo de unos padres pacientes y comprensivos en leer y repasar las lecciones oralmente.
• Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura. Hacerle notar sólo aquellos sobre los que se está trabajando en cada momento.
• Si es posible hacerle exámenes orales.
• Tener en cuenta que le llevará más tiempo hacer las tareas para casa que a los demás alumnos de la clase. Procurarle un trabajo más ligero y más breve. No aumentar su frustración y rechazo.
• Hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señale aquello en lo que necesita mejorar y está más a su alcance.
• Ayudarle a desarrollar su autoestima.
• No hacerle leer en voz alta en público contra su voluntad.
• Usar instrumentos alternativos a la lectura y escritura: calculadoras, tabletas, lectores electrónicos, diccionarios….

Disgrafía

Es una dificultad en la capacidad de escribir (la escritura a mano, la mecano grafía y la ortografía). Está relacionada con las habilidades de transcripción.

La disgrafía se manifiesta en:

• Formar las letras
• Espaciar correctamente las letras en la página
• Escribir en línea recta
• Hacer las letras del tamaño correcto
• Sostener el papel con una mano mientras escribe con la otra
• Sostener y controlar un lápiz u otra herramienta para escribir
• Ejercer la presión apropiada sobre el papel con la herramienta usada para escribir
• Mantener la postura y posición correcta del brazo para escribir

Algunas orientaciones con este tipo de niños son:

• Terapia ocupacional para reforzar las habilidades motoras finas e incrementar la destreza
• Pedir al niño que descanse antes de revisar su trabajo
• Una lista de verificación para editar su trabajo: ortografía, limpieza, gramática, sintaxis, progresión de ideas….
• Usar organizadores gráficos
• Tiempo adicional en los exámenes que involucren escritura
• Acceso a los apuntes del maestro
• Iniciadores de oraciones que muestren cómo empezar una respuesta por escrito
• Permitir diferentes maneras de responder, como decir la respuesta en voz alta
• Dividir en pasos las tareas por escrito
• El uso de un procesador de palabras en la escuela
• Enseñar cómo usar un teclado

Disortografía

Es la dificultad de la aplicación de las normas ortográficas a la escritura y el uso del código escrito, que puede estar asociada o no a la dislexia o a la disgrafía.

Los alumnos con disortografía presentan además las siguientes características:

• Problemas en procesos perceptivos involucrados a la memoria.
• Inmadurez en el manejo de la correspondencia que debe existir entre un fonema y un grafema, lo que implica formar letras, sílabas y palabras.
• En el área lingüística se manifiesta el rotacismo que consiste en una dificultad para pronunciar la letra r.  Hay confusión al pronunciar la s como c y z.
• Añadir y sustituir fonemas.
• Errores viso – espaciales: Sustitución de letras que se diferencian por su posición en el espacio. Confusión de palabras que permiten dobles grafías.
• Errores en la unión de palabras y separación de sílabas.
• Errores en cuanto al manejo de las reglas ortográficas
• Uso inadecuado de la letra mayúscula y de otros signos de puntuación.

Las medidas que podemos llevar a cabo con estas dificultades son juegos de palabras, pronunciación de trabalenguas, juegos de deletreo, ejercicios de motricidad gruesa y lateralidad,…

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