Tema 7: La familia como primer agente de socialización. La transformación de la función educativa de la familia a lo largo de la historia. Expectativas familiares respecto a la educación infantil. Período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo. Relaciones entre la familia y el equipo docente

INDICE

1. Introducción

2. La familia como primer agente de socialización

3. La transformación de la función educativa de la familia a lo largo de la historia

3.1. Evolución histórica

3.2. Estilos de enseñanza

4. Expectativas familiares respecto a la educación infantil

5. Período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo

6. Relaciones entre la familia y el equipo docente

7. Conclusiones

8. Bibliografía

1. Introducción

En este tema veremos que la familia, como unidad fundamental de la sociedad, desempeña un papel crucial en la socialización y educación de sus miembros. A lo largo de la historia, la función educativa de la familia ha experimentado transformaciones significativas, influenciadas por diversos factores sociales, económicos y culturales. Desde tiempos ancestrales, la familia ha sido el núcleo primordial en el cual se transmiten los valores, normas y conocimientos necesarios para la supervivencia y desarrollo de las generaciones futuras. Sin embargo, el concepto de familia y sus responsabilidades educativas han variado considerablemente en diferentes épocas y culturas. Desde las sociedades tradicionales, en las que la familia era una unidad autónoma y autosuficiente, hasta las sociedades contemporáneas, donde las dinámicas familiares han experimentado cambios profundos debido a la globalización, el avance tecnológico y los nuevos roles de género.

En este contexto, las expectativas de la familia respecto a la educación infantil también han evolucionado. Antiguamente, la transmisión de conocimientos se centraba principalmente en habilidades prácticas y conocimientos tradicionales, mientras que en la actualidad existe una mayor demanda de educación formal y preparación académica desde las primeras etapas de la infancia. La familia busca brindar a sus hijos las mejores oportunidades de desarrollo y éxito en un mundo cada vez más competitivo.

Uno de los momentos clave en esta relación entre la familia y la educación infantil es el período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo. Este proceso, que implica dejar el entorno familiar y enfrentarse a un nuevo contexto social y educativo, puede generar emociones y desafíos tanto para los pequeños como para los padres. La forma en que la familia y el equipo docente manejan este período de transición es crucial para establecer una base sólida de confianza y colaboración.

Por último, abordaremos las relaciones entre la familia y el equipo docente, destacando la importancia de una comunicación abierta y fluida. La colaboración entre ambos actores es esencial para lograr una educación integral y coherente, donde se compartan objetivos, inquietudes y estrategias para el desarrollo del niño. Esta relación de trabajo conjunto puede potenciar el aprendizaje y el bienestar de los niños, fomentando así su crecimiento y desarrollo pleno.

2. La familia como primer agente de socialización

La familia, desde tiempos inmemoriales, ha sido reconocida como el primer y más influyente agente de socialización en la vida de una persona. Es en este contexto donde los individuos aprenden los valores, normas, roles y habilidades necesarias para desenvolverse en la sociedad. Tal y como indica Emilio Calatayud “la familia es el primer y más importante educador en la vida de un niño. Es en el seno familiar donde se cultivan los valores, la autoestima y la capacidad de relacionarse con otros”.

Desde el momento en que nacemos, nos vemos inmersos en un entorno familiar que nos proporciona el primer contacto con el mundo exterior. A través de nuestras interacciones con nuestros padres, hermanos y otros miembros de la familia, empezamos a comprender las dinámicas sociales, las relaciones emocionales y las pautas de comportamiento aceptadas en nuestra cultura. La familia actúa como un microcosmos social, donde los niños aprenden a comunicarse, a resolver conflictos, a expresar emociones y a establecer vínculos afectivos. Es en este espacio donde se transmiten valores éticos, religiosos, culturales y sociales, que moldearán la forma en que interactuamos con los demás y nos desenvolvemos en diferentes contextos.

Además de transmitir conocimientos y habilidades, la familia también proporciona un sentido de identidad y pertenencia. A través de las historias familiares, tradiciones y rituales, los niños internalizan su herencia cultural y construyen su sentido de pertenencia a un grupo familiar. Estos vínculos afectivos y lazos emocionales contribuyen al desarrollo de la autoestima, la seguridad y el bienestar emocional de los individuos.

No obstante, es importante reconocer que el papel de la familia como agente de socialización puede variar según la cultura, la estructura familiar y otros factores socioeconómicos. En algunas sociedades, las responsabilidades educativas pueden ser compartidas con otros agentes, como la escuela o la comunidad. Sin embargo, independientemente de estas diferencias, la familia sigue siendo el punto de partida crucial en el proceso de socialización.

3. La transformación de la función educativa de la familia a lo largo de la historia

3.1. Evolución histórica

A lo largo de la historia, la función educativa de la familia ha experimentado una notable transformación, influenciada por diversos factores sociales, culturales y económicos. A continuación, se resume su evolución histórica:

  1. Sociedades tradicionales: En las sociedades tradicionales, la familia desempeñaba un papel central en la educación de sus miembros. La transmisión de conocimientos, valores y habilidades se realizaba principalmente a través de la observación, la imitación y la participación en las actividades cotidianas de la comunidad y el hogar. La educación se centraba en la adquisición de habilidades prácticas y conocimientos necesarios para la supervivencia, como la caza, la agricultura y las artesanías.
  2. Sociedades agrarias y religiosas: Con la aparición de las sociedades agrarias y religiosas, la educación se volvió más formalizada y estructurada. La familia continuaba siendo el principal agente educativo, pero se desarrollaron instituciones como las escuelas del templo, donde se enseñaban conocimientos religiosos y habilidades necesarias para la vida en comunidad. La educación estaba fuertemente influenciada por creencias y prácticas religiosas.
  3. Sociedades industriales: Durante la revolución industrial, la familia experimentó cambios significativos debido a la urbanización y la migración del campo a la ciudad en busca de empleo. La educación se volvió más institucionalizada, y el papel de la familia en la educación se vio influenciado por la creciente influencia de las escuelas y el Estado. Surgieron sistemas educativos formales y obligatorios, donde la familia tenía la responsabilidad de enviar a sus hijos a la escuela, aunque aún mantenía un papel complementario en la educación en el hogar.
  4. Sociedades modernas y contemporáneas: En las sociedades modernas y contemporáneas, la función educativa de la familia ha seguido evolucionando. Con el acceso generalizado a la educación, la familia se ha convertido en un apoyo emocional y motivacional para el éxito académico de los niños. Se espera que los padres participen activamente en la educación de sus hijos, brindándoles apoyo en las tareas escolares, estimulando su desarrollo cognitivo y fomentando su participación en actividades extracurriculares.

Además, se ha reconocido la importancia de la educación en valores, habilidades sociales y emocionales, así como la promoción de la igualdad de género y el respeto a la diversidad. La familia también ha tenido que adaptarse a los avances tecnológicos y los nuevos desafíos, como la educación a distancia y el uso de recursos digitales.

3.2. Estilos de enseñanza

Los estilos de enseñanza de la familia se refieren a las formas en que los padres y otros miembros de la familia transmiten conocimientos, valores y habilidades a sus hijos. Estos estilos pueden variar ampliamente según las creencias culturales, las prácticas educativas y las características individuales de los padres. A continuación, se presentan algunos de los estilos de enseñanza más comunes:

  1. Autoritario: En este estilo, los padres establecen reglas estrictas y altas expectativas para sus hijos. Se enfocan en el control y la disciplina, y suelen tener un enfoque directivo en la educación. Los padres autoritarios tienden a tomar decisiones sin mucha participación del niño y valoran el cumplimiento de normas y la obediencia.
  2. Permisivo: Los padres que adoptan un estilo permisivo tienden a tener pocas reglas y límites claros para sus hijos. Son tolerantes y no imponen muchas restricciones. Fomentan la independencia y la autoexpresión de los niños, pero pueden tener dificultades para establecer límites y ejercer control.
  3. Democrático: Este estilo de enseñanza implica la participación activa de los niños en la toma de decisiones y la resolución de problemas. Los padres democráticos fomentan la comunicación abierta, escuchan las opiniones de sus hijos y valoran la autonomía y el razonamiento. Se establecen reglas y límites, pero se explican y negocian con los niños.
  4. Negligente: Los padres con un estilo negligente tienen poca participación o interés activo en la educación de sus hijos. Pueden estar ausentes emocionalmente o físicamente, y no brindan el apoyo y la orientación necesarios para el desarrollo de los niños. Este estilo puede tener consecuencias negativas para el bienestar y el rendimiento académico de los niños.

Es importante tener en cuenta que estos estilos no son mutuamente excluyentes y que los padres pueden adoptar diferentes estilos en diferentes situaciones. Además, los estilos de enseñanza pueden ser moldeados por factores como la cultura, la personalidad de los padres y las circunstancias específicas de cada familia.

En última instancia, un estilo de enseñanza equilibrado y adaptativo, que combine límites claros con apoyo emocional y fomento de la autonomía, suele ser beneficioso para el desarrollo educativo y emocional de los niños. La elección del estilo de enseñanza dependerá de diversos factores y debe considerarse en el contexto de las necesidades y características individuales de cada niño y familia.

Deberes y derechos de las familias en la LOMLOE

En la Ley Orgánica 3/2020 del 29 de Diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) podemos encontrar los derechos y deberes del alumnado. En relación con el tema destacamos los siguientes deberes del alumnado:

  • “e) Participar y colaborar en la mejora de la convivencia escolar y en la consecución de un adecuado clima de estudio en el centro, respetando el derecho de sus compañeros y compañeras a la educación y la autoridad y orientaciones del profesorado.
  • f) Respetar la libertad de conciencia, las convicciones religiosas y morales, y la diversidad, dignidad, integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
  • g) Respetar las normas de organización, convivencia y disciplina del centro educativo”

En relación con los deberes y derechos de los padres, podemos citar:

“1.Los padres, en relación con la educación de sus hijos, tienen los siguientes derechos:

  • a)A que reciban una educación con las máximas garantías de calidad,en consonancia con los fines establecidos en la Constitución,en el correspondiente Estatuto de Autonomía y en las leyes educativas.
  • b)A la libre elección del centro.
  • c)A que reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
  • d)A estar informados sobre el progreso de aprendizaje e integración socio-educativa de sus hijos.
  • e)A participar en el control y gestión del centro educativo, en los términos establecidos en las leyes
  • f)A ser oídos en aquellas decisiones que afecten a la orientación académica y profesional de sus hijos.

2.Asimismo,como primeros responsables de la educación de sus hijos,les corresponde:

  • a)Adoptar las medidas necesarias,o solicitar la ayuda correspondiente en caso de dificultad,para que sus hijos cursen los niveles obligatorios de la educación y asistan regularmente a clase.
  • b)Estimularles para que lleven a cabo las actividades de estudio que se les encomienden.
  • c)Conocer y apoyar la evolución de su proceso educativo, en colaboración con los profesores y los centros.
  • d)Respetar y hacer respetar las normas establecidas por el centro
  • e)Fomentar el respeto por todos los componentes de la comunidad educativa”.

4. Expectativas familiares respecto a la educación infantil

Las expectativas familiares respecto a la educación infantil pueden variar ampliamente según las creencias culturales, los valores familiares y las experiencias individuales. Sin embargo, hay algunas expectativas comunes que se suelen asociar con la educación infantil. Aquí hay algunas de ellas:

  1. Desarrollo integral: Muchas familias esperan que la educación infantil promueva el desarrollo integral de sus hijos, abarcando aspectos cognitivos, emocionales, sociales y físicos. Esperan que la educación brinde oportunidades para el crecimiento intelectual, el aprendizaje de habilidades académicas básicas, el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, y el fomento de la creatividad y la imaginación.
  2. Preparación académica: En muchas culturas, las familias esperan que la educación infantil prepare a sus hijos para futuros logros académicos. Existe una creciente presión para que los niños adquieran habilidades básicas de lectura, escritura y matemáticas desde una edad temprana. Se espera que la educación infantil siente las bases para el éxito escolar posterior.
  3. Socialización y habilidades sociales: Las familias suelen esperar que la educación infantil proporcione oportunidades para que los niños interactúen con sus pares y aprendan habilidades sociales importantes, como compartir, tomar turnos y resolver conflictos. La socialización se considera crucial para el desarrollo de habilidades de comunicación, empatía y trabajo en equipo.
  4. Cuidado y seguridad: Las familias esperan que los centros educativos infantiles brinden un entorno seguro y de cuidado amoroso para sus hijos. Esperan que los maestros y el personal del centro atiendan las necesidades básicas de los niños, brinden una atención individualizada y ofrezcan un ambiente que fomente el bienestar y la felicidad de los pequeños.
  5. Comunicación y colaboración: Las familias esperan establecer una comunicación efectiva y una colaboración continua con los docentes y el personal del centro educativo. Desean recibir información sobre el progreso y el desarrollo de sus hijos, así como tener la oportunidad de participar activamente en la educación, ya sea a través de reuniones, actividades escolares o programas de participación familiar.

Es importante tener en cuenta que estas expectativas pueden variar según el contexto cultural y las experiencias individuales de cada familia. Es fundamental que las expectativas familiares se alineen con las prácticas y enfoques educativos del centro infantil para facilitar una colaboración efectiva y una experiencia educativa positiva para los niños.

5. Período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo

El período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo es un proceso crucial que marca el inicio de su experiencia escolar. Este período, que generalmente se lleva a cabo al comienzo del año escolar o cuando un niño se incorpora a un nuevo centro educativo, tiene como objetivo facilitar la transición suave y exitosa del entorno familiar al entorno escolar. Durante esta etapa, los niños y niñas se familiarizan con el nuevo entorno, establecen vínculos con sus compañeros y maestros, y comienzan a sentirse seguros y cómodos en su nuevo ambiente escolar.

El período de adaptación varía según el niño y las políticas del centro educativo, pero generalmente se lleva a cabo durante varias semanas. Durante este tiempo, se implementan estrategias y actividades que promueven la confianza, la seguridad emocional y la interacción social. Algunas de las prácticas comunes durante el período de adaptación incluyen:

  1. Visita previa: Puede ser beneficioso para los niños y las niñas visitar el centro educativo antes de que comience el período de adaptación. Esto les brinda la oportunidad de familiarizarse con las instalaciones, conocer a los maestros y explorar el entorno escolar de manera gradual.
  2. Acercamiento gradual: Durante las primeras etapas del período de adaptación, se suele implementar un acercamiento gradual. Esto implica que los padres o cuidadores acompañen al niño al centro educativo durante períodos cortos de tiempo, que se van extendiendo gradualmente a medida que el niño se siente más cómodo y confiado.
  3. Establecimiento de rutinas: Las rutinas diarias brindan a los niños una sensación de seguridad y previsibilidad. Durante el período de adaptación, se establecen rutinas en el centro educativo para ayudar a los niños a comprender y adaptarse a la estructura del día escolar.
  4. Actividades de juego y socialización: Se promueven actividades de juego y socialización que permiten a los niños interactuar entre sí, establecer vínculos con sus compañeros y desarrollar habilidades sociales. Estas actividades también ayudan a los niños a explorar y familiarizarse con el entorno escolar de manera lúdica y divertida.
  5. Comunicación abierta: Durante el período de adaptación, se fomenta una comunicación abierta y constante entre los padres, los maestros y el personal del centro educativo. Esto permite a los padres compartir información relevante sobre sus hijos, así como recibir actualizaciones y orientación por parte de los maestros sobre el proceso de adaptación.

Es importante tener en cuenta que cada niño es único y puede experimentar el período de adaptación de manera diferente. Algunos niños pueden adaptarse rápidamente, mientras que otros pueden requerir más tiempo y apoyo. Los maestros y el personal del centro educativo desempeñan un papel fundamental al proporcionar un entorno acogedor y de apoyo, así como al brindar el cuidado y la atención necesarios para facilitar una transición exitosa al nuevo entorno escolar.

Por otro lado, crear un clima agradable y funcional para el alumnos es fundamental. El uso de colores vivos, elementos decorativos, designar un espacio para las cosas de cada niño, crear una rutina al entrar como una canción…; ayuda en el proceso de adaptación.

Recomendaciones para las familias en relación con el período de adaptación

Para facilitar el período de adaptación del alumno al ambiente escolar podemos informar a las familias sobre los siguientes consejos:

  1. Comunicar con anticipación: Antes de que comience el período de adaptación, comuníquese con el centro educativo para obtener información sobre el proceso y las actividades planificadas. Esto le permitirá estar preparado y comprender qué esperar durante esta etapa.
  2. Establecer una actitud positiva: Transmitir al niño o niña una actitud positiva hacia la escuela y el proceso de adaptación. Hablar sobre las experiencias emocionantes que le esperan y enfatice la importancia de aprender y hacer nuevos amigos.
  3. Familiarizarse con el entorno escolar: Antes de que comience el período de adaptación, ofrecer visitar el centro educativo a los futuros discentes y sus familias. Explorar juntos las instalaciones, conocer a los maestros y permitir que su hijo se familiarice con el nuevo entorno puede ayudar a reducir la ansiedad.
  4. Establecer una rutina de sueño y alimentación adecuada: Durante el período de adaptación, es importante asegurarse de que su hijo esté descansado y bien alimentado.
  5. Establecer una despedida positiva: Cuando llegue el momento de separarse de su hijo en el centro educativo, asegurarse de establecer una despedida positiva y tranquilizadora. Evitar prolongar la despedida y transmitir confianza en que volverá a recogerlo más tarde. Puede ser útil establecer una rutina de despedida, como un abrazo o una frase de despedida especial. Asimismo, la entrada al centro escolar puede ser escalonada. De esta forma, cada día se va aumentando el tiempo que el niño permanece en el centro.
  6. Mantener una comunicación abierta familia – escuela: Establecer una comunicación abierta y constante con las familias. Conocer información relevante sobre su hijo, como sus intereses, rutinas y cualquier preocupación que pueda tener. Estar en contacto con las familias permite dar actualizaciones sobre el progreso de su hijo y brindar cualquier apoyo adicional que pueda necesitar.
  7. Ser paciente y comprensivo: Cada niño se adapta a su propio ritmo, por lo que es importante ser paciente y comprensivo durante este proceso. Algunos niños pueden necesitar más tiempo para adaptarse, y eso está bien. Brinde apoyo emocional, refuerce los aspectos positivos y celebre los logros, por pequeños que sean.

6. Relaciones entre la familia y el equipo docente

Las relaciones entre la familia y el equipo docente son fundamentales para el éxito educativo de los niños. Como indica César Bona: “la colaboración entre la familia y la escuela es esencial para el éxito educativo de los niños. Ambas partes deben trabajar juntas, complementándose y apoyándose mutuamente”.

Cuando la familia y el equipo docente trabajan juntos de manera colaborativa y se apoyan mutuamente, se crea un entorno enriquecedor para el desarrollo y aprendizaje de los estudiantes. Aquí hay algunas consideraciones importantes para fomentar relaciones sólidas entre la familia y el equipo docente:

  1. Comunicación abierta y regular: Establezca una comunicación abierta y regular con el equipo docente. Comparta información relevante sobre su hijo, como sus intereses, fortalezas y desafíos. Asimismo, esté abierto a recibir información y actualizaciones del equipo docente sobre el progreso académico y socioemocional de su hijo. Utilice canales de comunicación como reuniones presenciales, correos electrónicos, mensajes de texto o plataformas en línea para mantenerse conectado.
  2. Participación activa: Participe activamente en la educación de su hijo. Asista a reuniones escolares, eventos y actividades organizadas por el centro educativo. Ofrezca su tiempo y habilidades como voluntario en el aula o en proyectos escolares. La participación activa demuestra su compromiso y ayuda a establecer una relación sólida con el equipo docente.
  3. Establecimiento de expectativas claras: Comparta sus expectativas y metas para la educación de su hijo con el equipo docente. Discuta qué habilidades y conocimientos considera importantes y cómo pueden trabajar juntos para apoyar el desarrollo integral de su hijo. Asegúrese de escuchar y tener en cuenta las perspectivas y recomendaciones del equipo docente, ya que son profesionales con experiencia en la enseñanza.
  4. Respeto mutuo: Fomente un ambiente de respeto mutuo entre la familia y el equipo docente. Reconozca y valore las diferentes perspectivas, experiencias y conocimientos que cada parte aporta a la educación del niño. Mantenga un tono de comunicación respetuoso, incluso en situaciones en las que pueda haber diferencias de opinión o desafíos.
  5. Colaboración en la resolución de problemas: Cuando surjan desafíos o dificultades en el proceso educativo de su hijo, aborde los problemas de manera colaborativa. Trabaje junto con el equipo docente para identificar soluciones y estrategias que beneficien a su hijo. Mantenga un enfoque constructivo y busque el consenso en la toma de decisiones.
  6. Reconocimiento y agradecimiento: Reconozca y valore el arduo trabajo y dedicación del equipo docente. Exprese su agradecimiento por su labor y por el impacto positivo que tienen en la educación de su hijo. Un simple gesto de agradecimiento puede fortalecer la relación y motivar al equipo docente a seguir brindando un excelente apoyo educativo.

Recuerde que tanto la familia como el equipo docente comparten un objetivo común: el bienestar y el éxito educativo del niño. Al establecer relaciones sólidas y colaborativas, se crea un entorno de apoyo y confianza que promueve el crecimiento y desarrollo integral de los estudiantes.

La legislación educativa vigente destaca la importancia de la comunicación familia – escuela. Se debe realizar al menos una entrevista individual con los padres y/o tutores de cada niño una vez por trimestre. Asimismo se debe convocar una reunión general con las familias de cada curso para informar, entre otros aspectos, de las actividades trimestrales, los contenidos, las posibles dificultades que pudiesen surgir en el aprendizaje, recursos para las familias, actividades extraescolares,…

7. Conclusiones

La familia desempeña un papel fundamental como primer agente de socialización en la vida de los niños. A lo largo de la historia, la función educativa de la familia ha experimentado transformaciones significativas debido a cambios sociales, culturales y económicos. Desde los roles tradicionales en sociedades agrarias hasta la actualidad, donde se promueve la participación activa de los padres en la educación de sus hijos, la familia ha evolucionado en su enfoque educativo.

Las expectativas familiares respecto a la educación infantil son diversas, pero en general, buscan el desarrollo integral de sus hijos, preparación académica, socialización y cuidado adecuado. Estas expectativas están influenciadas por creencias culturales, valores familiares y experiencias individuales.

El período de adaptación de los niños y niñas al centro educativo es una etapa crítica que requiere apoyo y comprensión por parte de los padres. Es importante establecer una comunicación abierta con el equipo docente, promover una actitud positiva hacia la escuela y establecer rutinas que brinden seguridad a los niños durante esta transición.

Las relaciones entre la familia y el equipo docente son clave para el éxito educativo. La comunicación abierta y regular, la participación activa, el establecimiento de expectativas claras, el respeto mutuo, la colaboración en la resolución de problemas y el reconocimiento y agradecimiento son elementos fundamentales para construir relaciones sólidas y colaborativas.

A lo largo de este tema, hemos visto a la familia como primer agente de socialización tiene un impacto significativo en la educación infantil. Al comprender la transformación histórica de su función educativa, las expectativas familiares, el período de adaptación y la importancia de las relaciones con el equipo docente, se puede fomentar un entorno educativo enriquecedor y apoyar el desarrollo integral de los niños. La colaboración entre la familia y el equipo docente es esencial para brindar a los niños una base sólida en su camino educativo.

8. Bibliografía

  • López, E., & Flores, M. A. (2015). La familia y la escuela en la educación infantil: un análisis comparativo internacional. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 20(66), 151-174.
  • Pianta, R. C., & Walsh, D. J. (1998). Classroom climate and children’s mental health. Journal of School Psychology, 36(1), 49-61.
  • http://serbal.pntic.mec.es/ancaba/locealum.htm
  • Ley Orgánica 3/2020 del 29 de Diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE)