Han pasado años desde que la neurociencia apareció en el campo de la educación. Algunos de los estudios realizados en este campo han confirmado lo que muchos maestros y padres sospechábamos. Otros datos resultan interesantes para comprender mejor como funciona el cerebro y como aprendemos. ¿Cómo influye la conectividad del cerebro con la memoria?, ¿La dopamina u hormona de la felicidad está relacionada con el aprendizaje? ¿Una persona con dificultades sociales puede tener algún daño en las neuronas espejo?….

1. La repetición no es efectiva

Cerebro y neuroeducación

Eric Kandel, ganador del premio Nobel, realizó unos estudios sobre los mecanismos neurales del aprendizaje, confirmando que la experiencia es capaz de modificar la intensidad de las conexiones sinápticas. En otras palabras, la conducta refleja de un individuo cambia con la repetición de un estímulo. Por ejemplo, un niño que siempre se le olvida poner la fecha al comienzo de la ficha, se lo podemos repetir una y otra vez pero el acabará habituándose al mensaje y le entrará por una oreja y le saldrá por la otra. Es la capacidad de adaptación del ser humano.

Sin embargo, según Kandel esta repetición puede tener un efecto contrario originando una sensibilización a la respuesta. Un niño molesta a una compañera. Al principio la niña le dice que le deje en paz, intenta ignorarle pero si el niño sigue repitiendo el mismo patrón, la niña acaba tirándole su libro al suelo. En este caso, la repetición ha generado una sensibilización a la acción del niño. La próxima vez que el niño moleste a la misma alumna, lo más probable es que ella se la devuelva con más fuerza. E incluso, si otro niño distinto molesta a la niña con la misma acción, está también reaccionará mal y tal vez de manera exagerada.

En resumen, la repetición de una experiencia negativa puede llegar a crear una sensibilización en el individuo amplificable en el tiempo y creando conductas antisociales. O por el contrario, el individuo puede adaptarse al medio y aprender a ignorar dicha situación. Todo dependerá del tipo de estímulo y la capacidad de resilencia del individuo.

2. La importancia de una mente activa

Los estudios sobre el funcionamiento del cerebro han demostrado que el aprendizaje cambia el cerebro; y que cuando se deja de practicar una habilidad estos cambios se revierten. Esto lo podemos ver, por ejemplo en que si llevas mucho tiempo sin hablar un idioma lo acabas olvidando.

Además se ha encontrado una relación inversa entre el nivel educativo y el riesgo de demencia; por lo que ejercitar la mente ralentiza el deterioro cognitivo. También se ha observado un aumento constante en los niveles de CI en las últimas décadas debido en parte a un mayor acceso a la educación.

3. Las neuronas espejo

Las neuronas espejo fueron descubiertas por el equipo del neurobiólogo Giacomo Rizzolatti. Son células nerviosas en nuestro cerebro encargadas de imitar las acciones que inconscientemente llaman nuestra atención. El efecto de estas neuronas lo podemos observar en el sentimiento de empatía. Por ejemplo, cuando un niño se cae al suelo y se hace daño, comienza a llorar. Otro niño que lo ha visto, también llora como si él mismo hubiese tenido el accidente.

Además el correcto funcionamiento de las neuronas espejo está relacionado con la adquisición del lenguaje, el aprendizaje por imitación y el autismo.

4. No todo depende de la genética

El aprendizaje y el éxito en la vida no sólo dependen de la genética; sino que el modo de crianza, las variables ambientales y el acceso a oportunidades y recursos influyen en el desarrollo del potencial de una persona.

5. La dopamina, la hormona de la felicidad

Un estudio realizado por el profesor y neurólogo Judy Willis en 2011 encontró que los estudiantes que trabajaron en la escritura en grupos positivos y de apoyo experimentaron un aumento de la dopamina, así como una redirección y facilitación de información a través de la amígdala en el cerebro cognitivo superior, permitiendo a los estudiantes recordar mejor la información a largo plazo. En otras palabras, el uso del refuerzo positivo y la motivación en el aula ayudan a generar dopamina, la hormona de la felicidad.

6. Dislexia y otros trastornos del aprendizaje

Estudios realizados en electroencefalogramas han revelado que los bebés humanos con riesgo de dislexia (por ejemplo, cuando miembros de su familia inmediata sufren de dislexia) muestran respuestas neuronales atípicas a los cambios en los sonidos del habla, incluso antes de que sean capaces de entender el contenido semántico del lenguaje. Este tipo de investigación no solo sirve para la identificación temprana de posibles trastornos de aprendizaje, sino que apoya la hipótesis fonológica de la dislexia de una manera no disponible para la investigación del comportamiento.

6. Habilidades matemáticas

La investigación en neuroeducación cognitiva ha demostrado que la información numérica se puede almacenar en el sistema verbal del lenguaje. Muchos de los problemas aritméticos son tan repetitivos que se almacenan como hechos verbales; lo que conlleva que un alumno al enfretarse a un problema más complejo tenga dificultades para resolverlo dado que carece de imágenes mentales visual-espaciales.

Esto demuestra que el aprendizaje tradicional de enseñar a los niños y niñas a seguir un mismo esquema de resolución de problemas no resulta del todo eficaz. En consecuencia, es más recomendable trabajar la manipulación de los conceptos matemáticos a través de distintos materiales como regletas, ábacos, tangram…; y permitir a los alumnos que razonen y que busquen distintas formas de enfrentar un problema o ejercicio.

7. Habilidades sociales y emocionales

El daño cerebral prefrontal en los niños afecta el comportamiento social que causa insensibilidad a la aceptación social, la aprobación o el rechazo. Estas áreas del cerebro procesan las emociones sociales como la vergüenza, la compasión, y la envidia. Por otra parte, dicho daño afecta lo cognitivo, así como la toma de decisiones sociales en contextos del mundo real.

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8. Capacidad de atención

La atención es un mecanismo vital a través del cual un estudiante puede seleccionar activamente los aspectos particulares de su entorno para aprender más; y esta habilidad está relacionada con las funciones ejecutivas. Existen dos tipos de atención: enfocada y periférica. La primera es la que más frecuentemente demandamos a nuestros alumnos y alumnas. Haz este ejercicio. Escucha la explicación. Lee el texto y extrae información… Mora afirma que la capacidad de atención de los seres humanos es muy limitada. Asegura que es imposible mantenerla durante cincuenta minutos seguidos. Por lo que es recomendable de crear actividades y explicaciones breves de no más de 10 minutos; y entremedias de cada cambio de actividad introducir anécdotas, preguntas, juegos,...

La atención periférica es la que realizamos de forma inconsciente. Por ejemplo, recordando un anuncio o cartel. En nuestra clase podemos aprovechar este tipo de atención colocando carteles en la pared sobre lo que estemos estudiando. Por ejemplo, un mapa de los ríos de España, un resumen de una regla ortográfica, la conjugación de los verbos,…

9. Memoria

Las investigaciones sobre la memoria significativa han demostrado que el cerebro requiere de formas específicas de ayuda para recordar mejor; creando asociaciones entre conceptos, repetición espaciada, manipulación de los contenidos, imágenes visuales y auditivas, experiencias,…

En consecuencia, si queremos que nuestros alumnos recuerden algo debemos brindar distintas formas de trabajar los contenidos.

10. La importancia del sueño

La mayor parte de la consolidación de la memoria que experimenta nuestro cerebro pasa de noche. La retención de material recién aprendido se puede mejorar simplemente tomando una siesta después de una lección. Además, la investigación de la neurociencia ha demostrado que los patrones de sueño cambian, a menudo de manera significativa, según las personas envejecen.

De esta forma es importante recordar a los padres y madres que los niños deben tener una hora fija de dormir y descansar las horas necesarias de acuerdo a su edad.

11. Motivación mediante desafíos

El hipocampo tiene proporcionalmente más receptores para las hormonas del estrés que cualquier otra porción del cerebro. Esto nos permite hacer conexiones para vincular los nuevos conocimientos con lo que ya está en el cerebro. Es como una lente de cámara y bajo amenaza relacionada con sentirse desamparado, se cierra. Esto quiere decir, que un niño que se siente asustado y cohibido en la escuela tendrá menos capacidad de aprendizaje que un niño que se siente motivado y encuentra desafíos interesantes para aprender. En consecuencia, es muy importante crear un ambiente agradable en clase, fomentando la integración y el buen trato entre el alumnado.

12. Aprendizaje emocional

Las emociones están relacionadas con la memoria. Como hemos indicado anteriormente, la memoria necesita ayuda; y las emociones son una fuerza muy poderosa si la unimos a los conceptos para aprender. Por ejemplo, la primera vez que un niño utiliza un microscopio, la elaboración de una maqueta sobre una parte del cuerpo humano, la realización de una obra teatral y observar como los padres aplauden, la creación de un circuito eléctrico por primera vez…; todas actividades pueden ir cargadas de emociones que ayuden a asimilar mejor los contenidos.

El doctor Mora recomienda que los profesores comiencen sus clases con algo que se salga de lo habitual, por ejemplo, una frase provocadora o una imagen chocante. En publicidad, es frecuente que los anuncios intenten despertar una emoción o sentimiento en el receptor para que recuerde mejor un producto y lo relacione inconscientemente con ese sentimiento. Lo mismo ocurre con nuestros alumnos; si transmitimos un sentimiento ayudará a la atención y a la memoria.

13. La importancia de la metacognición

La metacognición tiene que ver con la capacidad de reflexionar sobre el propio sistema de aprendizaje. La metacognición – sentarse atrás y decir: ” ¿Qué he aprendido y cómo lo he aprendido? ¿Qué otras conexiones hay? ¿Cómo puedo hacer esto de otra forma?,…; es muy importante para consolidar el aprendizaje, desarrollar el pensamiento crítico y hacer conexiones adicionales.

14. A mayor conectividad, mayor memoria

El grupo de investigación de James McGaugh, de la Universidad de California Irwin reclutó a un grupo de personas con memoria autobiográfica altamente superior. Este tipo de personas tienen una gran capacidad para recordar hechos con gran detalle de su pasado. En el estudio realizado, los investigadores detectaron diferencias entre nueve regiones cerebrales y cambios en la “sustancia blanca” del cerebro. Estos resultados sugieren que un cerebro con más conectividad es un cerebro con más memoria.

Bibliografía:

  • http://explora.x10.mx/2014/03/neuroeducacion-25-anos-25-hallazgos
  • https://www.elartedepresentar.com/2017/03/tres-descubrimientos-de-la-ciencia-de-la-neuroeducacion-que-debes-aplicar-en-tu-proxima-presentacion/
  • DIERSSEN, Mara. ¿Cómo aprende (y recuerda) el cerebro? 2019. Editorial Salvat
  • GUILLÉN, Jesús C. Neuroeducación en el aula 2017