El método de la espiral de la indagación está presente en muchas escuelas de diferentes países como Suecia, Nueva Zelanda, Canadá,..

En España, esta metodología de enseñanza comenzó su implementación en la Escola Montseny en Barcelona en 2018. Este método está basado en la adaptación colaborativa y la reflexión crítica y creativa sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es una metodología que da una gran importancia al trabajo en equipo de todos los miembros de la comunidad educativa y su implicación en el proceso docente. Debemos tener en cuenta que aprendemos información en contexto, con el tiempo y de forma intuitiva.

Es importante mencionar que este método es diferente al aprendizaje basado en la indagación. Mientras que el aprendizaje basado en la indagación es una forma de enseñanza enfocada al área científica; la espiral de indagación explica como “ser profesional” en el ámbito docente.

¿Que es la espiral de la indagación?

La metodología de la espiral es un nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje que está empezando a aplicarse en distintas escuelas de todo el mundo. Es un método disciplinado para la indagación profesional para transformar la manera en que los educadores aprenden y lideran dentro de los equipos del alumnado. Este aprendizaje por indagación surgió en la comunidad educativa española en 2018 a partir de los estudios realizados por Judy Halbert y Linda Kaser en Canadá.

Características de la metodología indagadora

  • Requiere colaboración.
  • Empieza con un profundo conocimiento del aprendizaje y de las experiencias del alumnado.
  • Está específicamente diseñada para cambiar los resultados del alumnado en áreas importantes.
  • Respeta el criterio, la experiencia y el lenguaje del profesorado.
  • Está al día de lo mejor de lo que actualmente sabemos sobre el aprendizaje profesional efectivo.

Principios del aprendizaje por indagación

  1. Situar al alumnado en el centro del aprendizaje
  2. Poner de relieve la naturaleza social del aprendizaje
  3. Las emociones son fundamentales
  4. Reconocer las diferencias individuales
  5. Exigir a todos, alumnado y líderes
  6. Usar la evaluación para el aprendizaje
  7. Crear conexiones horizontales con la participación de todos los miembros de la comunidad educativa

A partir de estos siete principios, el docente de reflexionar e indagar junto con el alumnado las siguientes preguntas.

Fases de la espiral de indagación
  1. ¿Pueden los alumnos responder a la pregunta?, ¿Dónde te lleva lo que aprendes? ¿Pueden describir con sus palabras qué es lo que están aprendiendo y por qué es importante? ¿Pueden demostrar lo que aprenden de varias formas? ¿Pueden gestionar ellos mismos tiempos de aprendizaje independientes? ¿Son capaces de fijarse objetivos específicos de aprendizaje y construir su aprendizaje a través de la exploración activa?
  2. ¿Pueden mostrar los alumnos el tipo de competencias sociales y colaborativas necesarias para trabajar en equipo, ejercer la ciudadanía e integrarse en el mundo laboral?
  3. ¿Pueden los alumnos nombrar a un mínimo de dos personas adultas del centro educativo que crean que ellos tendrán éxito en la vida? ¿Hasta qué punto pueden controlar y gestionar sus emociones?
  4. ¿Sienten los alumnos que sus profesores conocen sus fortalezas, intereses y pasiones individuales? ¿Creen que sus profesores saben y comprenden qué es lo que les resulta difícil o les representa un desafío en el aprendizaje? ¿En el centro se respetan, valoran y utilizan tanto los conocimientos previos como el bagaje cultural de los alumnos?
  5. ¿Son capaces los alumnos, independientemente de su edad, de enseñar a otra persona y de contribuir en cierta medida a la comunidad en su conjunto? ¿Experimentan retos que suponen un trabajo exigente, implicado y desafiante sin que ello les suponga sobrecargas excesivas de trabajo?
  6. ¿Son capaces los alumnos de describir qué es un trabajo de calidad y cómo avanzan en su aprendizaje? ¿Se sienten confiados y cómodos tanto al dar como al recibir feedback de sus pares, basado en criterios que se hayan construido conjuntamente?
  7. ¿Los alumnos pueden ver y entender las conexiones entre las diversas temáticas de aprendizaje? ¿Hasta qué punto conectan con el entorno y con su comunidad local y aprenden de ellos?

Fases de la espiral de indagación

Este método tiene 6 fases:

1. Observar

En esta primera fase consiste en obtener una amplia perspectiva sobre el hecho de aprender, fundamentada en los principios del aprendizaje.; y en descubrir lo que piensan y sienten los alumnos respecto a su aprendizaje y lo que sus familias y sus comunidades perciben sobre lo que están aprendiendo. Para ello, el alumnado debe ser capaz de responder estas cuatro preguntas:

  • ¿Puedes nombrar a dos personas de tu centro educativo que crean que tendrás éxito en la vida?
  • ¿Qué estás aprendiendo y por qué es importante?
  • ¿Crees que estás aprendiendo?
  • ¿Cuáles son tus próximos pasos?

El docente debe ser capaz de responder a estas cuatro cuestiones:

  • ¿Quiénes son tus defensores y aliados? ¿Puedes nombrar a dos personas en las que confíes y con las que contarás para pedir apoyo y feedback durante esta indagación?
  • ¿Qué estás aprendiendo de esta indagación y por qué es importante?
  • ¿Cómo está yendo?
  • ¿Cuáles son tus próximos pasos?

2. Focalizar

En la fase de focalización, el equipo de indagación pregunta: ¿Dónde vamos a concentrar nuestras energías para marcar una gran diferencia para nuestro alumnado y hacer que, además, sea duradera?

Esta fase implica utilizar información de la observación para identificar un área en la que concentrar el aprendizaje del equipo, recopilar más información si es necesaria para comprender la situación, aprovechar los puntos fuertes o positivos y dejar claros los desafíos; e identificar un área común en la que todos los miembros del equipo puedan trabajar juntos.

3. Desarrollar la intuición

Esta fase supone indagar sobre las creencias y suposiciones profundas sobre nuestra forma de hacer las cosas, centrarnos en cosas por las que nuestro equipo puede hacer algo, y comprobar la precisión de nuestras suposiciones antes de continuar.

Por ejemplo, podemos intuir que los alumnos no hacen los deberes porque están todo el día viendo la televisión. Al indagar en esta suposición, descubrimos que el alumnado encuentra las tareas poco motivadoras y desconectadas de la realidad.

4. Aprender

Consiste en preguntarse cómo vas a desarrollar la experiencia adaptativa, es decir, la capacidad para aplicar los nuevos conocimientos y habilidades de manera flexible y creativa en diferentes situaciones. En otras palabras, es determinar y planificar cual es la mejor estrategia para acercar los contenidos al alumnado.

5. Pasar la acción

Los objetivos de esta fase son aprender en profundidad las nuevas formas de hacer las cosas y probarlas, evaluar el impacto en el alumnado y solicitar su opinión y generar confianza y cultivar una mentalidad de crecimiento.

6. Comprobar

En la última etapa de la espiral de indagación debemos saber lo que se quiere conseguir para el alumnado y disponer de métodos específicos para determinar cómo se está haciendo, tener grandes expectativas de que nuestras acciones marcarán una diferencia importante en todo el alumnado y sentar las bases para volver a comenzar la espiral.

Una metodología de reflexión

Lo interesante de este método es que propone parar la acción educativa para reflexionar y pensar que esta sucediendo y tomar medidas en base a ello. Esto es realmente útil, sobretodo en estos momentos en que hemos pasado de un modelo educativo presencial a uno virtual, sin tiempo para prepararnos.

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